jueves, 28 de enero de 2016

Mas y Forcadell: de sorpresa en sorpresa

Salvador Oliva (Banyoles, 1942) es conocido sobre todo por la traducción íntegra de la obra de Shakespeare al catalán. También ha publicado varios libros de poemas, una novela en verso y un buen número de ensayos sobre lingüística y literatura. Colabora habitualmente en la sección Provocacions de "Quadern", en EL PAÍS. Allí suele verter toda su retranca con la mala sombra habitual. Hoy se sorprende (en su columna titulada Sorpresas y respiros) por el pasito al lado de Artur Mas y su propósito de limpiar Convergencia; también por el 'miserable' sueldo que le ha quedado a Carme Forcadell.

Salvador Oliva«Vivimos en unos tiempos tan convulsos y tan llenos de acontecimientos excepcionales que, entre sorpresa y sorpresa, apenas tenemos tiempo de respirar como la salud nos lo exige. La primera estupefacción fue el acto increíblemente generoso de Artur Mas. Él, que, castigado por las exigencias extremistas de la CUP, podía haber convocado unas nuevas elecciones, que sin duda habría ganado por mayoría absoluta, sobrepasó en generosidad y dio un paso "al lado". No adelante, ni atrás, no; sino "al lado", como si fuera el primer gesto para bailar una gallarda. ¡Rajoy, aprende! ¡Da un paso al lado!

Más adelante remachó su generosa acción con un paso atrás, y ha dejado de ser diputado para convertirse en el hombre de la limpieza de Convergencia para lavar su basura. Suerte que no tendrá mucho trabajo, porque, como él ha dicho y repetido tantas veces: "Todo es legal, absolutamente legal". Ya lo sabemos: son los de Madrid que se han empeñado en hacernos la puñeta. Pero el pueblo de Cataluña es desagradecido: todavía es la hora que le tengamos que dar las gracias. Como tampoco se las dimos a la familia Pujol. ¿Es que ya no recordamos las palabras de Marta Ferrusola, pobrecita, cuando dijo que ella y toda la familia se fueron con una mano delante y otra detrás para no enseñar las vergüenzas?

Molt Honorable senyora Carme Forcadell, presidenta del Parlament
La otra sorpresa que he tenido ha sido culpa de mi curiosidad. Entré en internet para ver el sueldo de la presidenta del Parlamento: la honorable señora Carme Forcadell. Me quedé estupefacto: sólo gana 11.770 euros mensuales. Como las personas que ya tenemos una edad aún no nos hemos acostumbrado a calibrar el valor del euro, lo tuve que traducir en pesetas, y ¡horror!: son sólo dos miserables millones y pico de pesetas mensuales. ¿No es una vergüenza esto? Después de todo lo que ha hecho por la independencia (¡casi tanto como Rajoy!), debería cobrar como mínimo el doble. Espero que al menos le pongan a disposición alguna tarjeta de crédito compensatoria para pagarse algunas pequeñas comidas, alguns àpats, para ahorrarle dinerillo; nada, sólo una tarjeta, máximo dos, para equilibrarle el error de adjudicarle un sueldo tan bajo. 
No tuve humor para mirar otras sueldos del nuevo Gobierno, porque habría tenido un exceso de sorpresas.

Y, en cambio, dos amigos que tenía en mi casa me apuntaron que, con un sueldo así, también serían independentistas. Uno dijo que por este sueldo estaría dispuesto a salir a la calle y gritar bien fuerte con ese acento tan bonito de la honorable: "Quetelans de Quetelunye, visque le République quetelane libre!". Y el otro dijo que con un sueldo así, también saldría a la calle, pero que él prefería hacerlo gritando con un acento no menos bonito: "Ans ancanta la indapandència!". Llegados a este punto, no tuve más remedio que echarlos de casa. Con estas cosas no tolero que se hagan bromas».



2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, ¡pocas bromas con las cosas del comer!
    El Tapir

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  2. Me encanta cuando leo algo como el artículo anterior sobre Forcadell y Mas. Puede que Mas sea más marrullero que Forcadell y que Forcadell sea más zafia que Mas, pero son tal para cual. Hay otros muchos tal para cual que hace ya días parecen haber desaparecido en combate. Muriel Casals, las monjas(de verdad Lucía y Forcades), Germà Bel y un largo etcétera, que deben de andar por el "Parlament", pero nada más. Ahora ha llegado el momento "mocho Vileda". Hasta Rahola ha perdido protagonismo. Ahora diré esa frase que queda tan bien en estas ocasiones. Reconocerán que esto ya no es lo que era. MJ

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