miércoles, 20 de enero de 2016

El juego de chapas

Fernando y Javier Marías, entre chapas y ‘vespas’


Así nos cuenta El País el encuentro de los dos hermanos en los ‘Diálogos con la cultura’ de la Autónoma de Madrid:

«Fernando es catedrático, historiador del Arte, especialista mundial en El Greco. Javier es novelista, académico, el autor de Corazón tan blanco y Negra espalda del tiempo, la novela en la que cuenta la historia de su hermano Julianín, su predecesor, que murió a los tres años. De niños Fernando (1949) y Javier (1951) jugaban a las chapas que fabricaba Fernando. Éste escogía las chapas con la vestimenta de Real Madrid. A Javier le daba rabia, pero tenía que conformarse con las vestidas de azulgrana. Los dos son del Real Madrid desde la cuna. Son dos de los cuatro hijos del filósofo Julián Marías y de Lolita Franco, que a la vez fueron sus maestros.

Así que llevan jugando juntos desde la niñez; por ejemplo, compartieron de niños esa Vespa que aparece en la fotografía con la que la Universidad Autónoma de Madrid anuncia los Diálogos con la cultura que ellos iniciaron ayer. Como Fernando es catedrático allí convenció a su hermano Javier, que es reacio a estas salidas. 

De lo que no hablaron (lo hicieron de literatura, de historia, de filosofía, de cómo jugaban a las chapas: “Javier nunca me perdonará que le pusiera a favor del Barça”) fue de lo que se decían en la cuna, a pesar de que esta primera sesión de los Diálogos se titulaba, precisamente, Diálogos desde la cuna».[...]




Carmelo, Orúe, Garay, Canito, Mauri, Etura, Arteche, Aguirre, Arieta, Uribe y Gaínza (Atlético de Bilbao, 1958)
[granuribe50.blogspot.com.es]
En casa jugábamos a lo mismo que Fernando y Javier. En nuestro caso, Gran Uribe tenía al Barça —a regañadientes, como Javier Marías— y Valencia y Elche para hacer bulto, mientras que su hermano 'acaparaba' al Atlético de Bilbao, como Fernando al Real Madrid, no en balde era el mayor. Era un juego divertidísimo, la verdad. ¡Qué tiempos!

Pero para jugar a esa especie de fútbol casero también teníamos otro sistema que quizá requería más finura y destreza, y era el de los botones, con un reparto de roles similar, Athletic-Barça.

Recorríamos con denuedo las mercerías y fils i betes del barrio en busca de botones desparejados, a los que sometíamos en casa a todo tipo de manipulaciones utilizando papel de lija de diferente grano, según lo requiriera cada botón. En lugar de con el dedo, como en las chapas, las piezas aquí se acccionaban con la ayuda de otro botón de mayor tamaño, llamado tirador. La pelota en ambos casos era un botón pequeño, como de camisa. En fin, como se ve eran "deportes" baratos que llenaron toda nuestra infancia y también parte de la adolescencia.


3 comentarios:

  1. Conozco a una persona que también dice haber jugado a lo de los botones. Según él, con el tiempo adquirió una práctica increíble y daba unos pases perfectos que dejaban la pelota (botón de camisa) a tiro de gol. MJ

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  2. Uno de los últimos días en que visité Vinçon, tienda del diseño por excelencia, antes de su triste cierre definitivo, encontré un juego de chapas entre los últimos y escasos artículos que intentaban vender. Lo compré porque alguien cercano me había explicado, detalladamente y en muchas ocasiones, los buenos momentos que había pasado con este juego. Y también como humilde homenaje a esa tienda tan sorprendente y carismática. Aprovecho esta entrada del blog de El gran Uribe para recordarla.

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    1. ¡Qué tiempos los de las chapas...! Un juego sencillo, barato y, sin embargo, apasionante, que nos ocupaba tardes enteras. Hace unos meses, Gran Uribe, detallista como nadie, tuvo el detalle de regalarme el juego de chapas de Vinçon a que alude usted, con las fotos de los futbolistas del Athletic de Bilbao. Son las mismas que se reproducen en la página de hoy, uno de esos equipos que recitábamos de memoria una y otra vez. Como en el caso de los hermanos Marías, yo, el mayor, escogí equipo, el Athletic, y el pobre Uribe se tuvo que "conformar" con el Barça, el Valencia o el Elche, pese a la poca simpatía que le despertaban los tres (en especial el Barça). Lo de forrar las chapas y pegar las fotos de los futbolistas lo aprendimos de nuestros primos de Madrid, que, por ser mayores que nosotros, habían pegado fotos de "viejas glorias", algunas de ellas ya retiradas. No había nintendos ni esas mariconadas que tienen los niños de hoy, pero dudo mucho que se lo pasen tan bien como nosotros con nuestras viejas chapas...
      El Tapir

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