jueves, 21 de enero de 2016

Gran Uribe ¡está de acuerdo con Colau!

Colau cuestiona el proyecto de la fachada de Amat para el Liceo

Recreación fotográfica virtual de la fachada del Liceu tras la intervención 'artística' de Frederic Amat



Frederic Amat acaricia su mural en Gallifa
Gran Uribe está harto de fantasmas, y el mundo del arte es un buen reducto donde se refugian muchos. Uno de ellos es el ínclito Frederic Amat, un sujeto que hacía decorados teatrales para Fabià Puigserver, otro que tal. Solía dignificar su trabajo diciendo que era arquitecto, aunque luego ha tenido que reconocer que solo estudió dos años de arquitectura y lo dejó, es de suponer que porque le cateaban todas; lo hacían en la ETSAB poniendo disuasorios ceros sin misericordia alguna.
Bueno, cap problema. Carles Puigdemont ahora reconoce que no es filólogo, como rezan sus biógrafos, porque: 'Tuve un accidente en enero de 1983, volviendo del trabajo, que me obligó a estar varios meses de baja y desconectarme también de los estudios... los horarios de la facultad eran incompatibles, dejé la carrera y me centré en lo profesional. Ir y venir d’Amer después del accidente se me hacía muy pesado' (sic)
[O sea, a chupar del bote —un llepasubvencions—, para entendernos]Reconozcamos que Frederic Amat, al menos, no ha alegado accidente alguno. Estaba 'disconforme con el capitalismo' y punto.

A lo que íbamos. Este sujeto está especializado en colocar excrecencias en las fachadas de los edificios. En la "Ciutat del Teatre" fueron ollas de cerámica y en la Fundación Llorens Artigas (en Gallifa) pechos femeninos (quizá en homenaje a la "Casa de las Conchas", de Salamanca, o a la "Casa de los Picos", en Segovia, vaya usted a saber). Ahora para el Liceo, en Barcelona, piensa instalar una especie de semi-donuts (por las mismas, podrían haber sido culos, sin ir más lejos), ante el beneplácito de los "expertos" de la Generalitat, que desean hacerse un poco los modernos ya que... "el món ens mira"!.

En Gallifa la cosa no tiene mucha trascendencia, dado que el museo de Llorens Artigas (gran ceramista, por cierto) no lo visita casi nadie, pero por las Ramblas... no veas la gente que pasa por allí (Gran Uribe dejó de hacerlo hace tiempo, pero es solidario con aquellos que todavía tienen ánimo para ir a pasear a ese circo). No es que la fachada del Liceo entusiasme a Gran Uribe, pero es un edificio que responde a un momento histórico y está en juego una parte de la memoria de la ciudad. Ya nos han fastidiado bastante ese paseo en todos los aspecto, pero parece que no es todavía suficiente. Menos mal que Colau parece que viene en nuestro auxilio, aunque se acabará plegando. Força, Ada! 



3 comentarios:

  1. Hola, leo todos los días este blog, lleno de "seny" como decís en Cataluña. Una vez más (con minúscula),vuelvo a estar de acuerdo con lo que leo aquí. Hay un montón de impostores que hacen una tontería y ya se creen algo. Y otro montón de tontos que les toleran.

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  2. A mí tampoco me gustan nada esos roscos en la fachada, por mucho que los proponga un artista sublime.
    Por cierto, ¿así que Puigdemont no es filólogo? Pues queda peor decirlo y luego tener que rectificar que poner en el currículo que hizo dos cursos de filología. MJ

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  3. Un punto para Colau. Que lo dejen como está, por favor. Estamos muy hartos de los que hacen tonterías y se creen algo, o mucho.

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