viernes, 31 de mayo de 2019

Bienvenido a Barcelona, G.U.

Com a casa, enlloc (como en casa, en ninguna parte). Eso dicen con frecuencia los paisanos de G.U., y quizá no les falta razón. Pero la cosa tiene sus contrapartidas, porque uno ha cambiado el dulce acariciar de la brisa del atardecer en los campos de la Ibiza primaveral, arrullado por los pajarillos que se van a dormir, por el frenesí de la ciudad de Barcelona.

Barcelona, Plaza de España; al fondo, el Tibidabo / [granuribe50, (31/5/2019; 12:40 horas)]
Y, para empezar a ambientarse, unas gestiones en las proximidades de la Plaza de España nos han permitido rodear a pleno sol —primera prueba de fuego— uno de los lugares más caóticos de la ciudad, esa plaza que incomprensiblemente no han cambiado todavía de nombre nuestros políticos, con su fuente central —obra de Jujol y de escultores como Blay— que pretende ser una alegoría de España, precisamente, y su confuso amasijo de edificios de variado pelaje alrededor.

Pero, tranquilos: es de suponer que una de las primeras medidas del «Tete» Maragall será sustituir «España» por «1-O».

De izqda a dcha: Hotel de Rubió i Tudurí (sede IMEB), Hotel Plaza (sustituye a la Torre del Reloj, del susodicho Rubió), Plaza de las Arenas tuneada,
Fuente de Jujol, Cuarteles de los Mossos (sustituye a otro hotel de Rubió i Tudurí), Columnata berniniana y parte inferior de las Torres Venecianas

Pues sí, un confuso amasijo, un secarral que a G.U. le produce una profunda desazón. Allí conviven: edificios de 1900, como la plaza de toros de las Arenas, reconvertida en centro comercial de aspecto aeroespacial gracias a los "buenos" oficios de un arquitecto-estrella como Richard Rogers (secundado por las estrellitas Alonso-Balaguer, despacho donde trabajó un sobrino de G.U.); otros de 1929 (los que no se han cargado); el hotel Plaza (obra de las estrellitas Soria y Garcés), que pretende (sin éxito) evocar el edificio original de Rubió i Tudurí; los cuarteles diseñados por otra estrella (Bohigas) y, finalmente, la fuente de Jujol (con esculturas de Blay, entre otros), que se dice que es una alegoría de España (mal asunto), con reminiscencias grecorromanas y barrocas, un poco a lo Plaza Navona. ¿Alguien da más?

jueves, 30 de mayo de 2019

Dedicado al «Tete» Maragall


El «Tete» Maragall, un partidillo en campaña
Después de unos días en la «isla mágica» dignos de ser olvidados (aunque será mejor que no), toca ir a Barcelona. Lo malo es que si cuando salimos de allí estábamos en Guatemala, ahora todo indica que volvemos a Guatepeor. De la Colau, que ni les cuento, al «Tete» Maragall, ese mostrenco del que ya hemos dado cumplida reseña en estas páginas (basta teclear Ernest Maragall en el buscador del blog).

Lo más probable será que, al pisar tierra y tener que soportar de nuevo las extravagantes ocurrencias de ese sujeto (cuando uno abandonó la enseñanza, ese chalado todavía estaba de conseller d´Educació y fue un alivio perderlo de vista), G.U. tome alguna decisión drástica para quitarse de en medio. Verbigracia: tirarse por el balcón, quemarse a lo bonzo o meter la cabeza dentro del horno a 250 grados, es un decir.

Lo peor del asunto es que, si el intento saliera mal, al cabo de unos días grogui en el hospital podría ocurrir lo del breve cuento de Augusto Monterroso: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». O sea, «el Tete»; un vetusto personaje que tiene más vidas que un gato, como ha demostrado resistiendo esos partiditos de fútbol o de ping-pong durante la campaña (¡quién lo diría!), aparte de sus ya acreditadas condiciones de trepador y paracaidista "de raza".

domingo, 19 de mayo de 2019

El devenir de la "isla mágica" (Ibiza)

A vueltas con el fallecimiento de «El griego» (Pinu Albanese), del que hablábamos ayer, leemos un artículo de 2015, firmado por un tal Agustín Alberti, que lleva por título Ibiza está de moda, pero también en puertas de morir de éxito. Se inicia con unas líneas evocadoras de la Ibiza de los setenta que él conoció, pero seleccionamos los párrafos que mejor ilustran lo que está sucediendo con la "isla mágica". Según el autor, está "en puertas de morir de éxito"; según G.U., ya se trascendió esa puerta hace tiempo.

[...] «Hoy, después de cuarenta años o más de una historia de afecto hacia Ibiza y sus gentes, su paz y su belleza, contemplo con temor los signos de que una modernidad, mal entendida, está comenzando a dar al traste con esa rara y atractiva combinación de la creación divina y el espíritu humano.

Empedrados modernos de las calles de Dalt Vila, farolas postmodernas, autopistas de dobles direcciones construidas, se supone, para evitar atascos de tráfico que se producen un mes o dos al año como mucho, unen la ciudad con un aeropuerto convertido en uno de los de más tráfico de España y en el que, en los 80, despojábamos de sus excelentes cables un viejo DC3.




Un tremendo malecón casi apoyado en el faro de Botafoch, pervirtió la belleza de la entrada marítima a la ciudad. Pero eso si, ha permitido el atraque de esos espantosos cruceros consistentes en lujosos comederos permanentes para miles de turistas que, vomitados durante unas horas en la ciudad, nunca conocerán las verdaderas fiestas populares en las que los payeses, cuyos hijos ahora estudian en Madrid, Barcelona, Paris o Londres, siguen invitando a orelletes y licor de hierbas a todo el que quiera acompañarlos mientras las collas del pueblo bailan sus danzas ancestrales del cortejeo, el amor, o el matrimonio.

El Prince Abdulaziz con sus 140 metros de eslora y su perfil de yate que merecería un honroso desguace, ya no puede competir con otros barcos como el Spirit of the C’s, el Tatoosh o el Regina de Italia, de famosos modistos, empresarios, propietarios de pozos de petróleo o controladores del gas ruso.

Cenas en las que un menú no baja de mil euros, reservas que hay que realizar desde el mes de mayo, toda la escala de famosas, famosillos y hasta notables representantes del seudo progrerío hispano disfrutando de sus chalés y casas payesas a precio de oro; fiestas de discotecas publicitadas en todo el mundo y el reflejo de todo eso un día tras otro en las revistas del corazón, programas de radio y televisión están dando de Ibiza una imagen que, pese a la temporalidad veraniega del fenómeno, se está convirtiendo en permanente.

Acabó el tiempo de el JJ Sister y La Joven Dolores, único barquito de unos 20 metros de eslora que unía Ibiza con Formentera. Hoy docenas de barcos, verdaderos garajes flotantes, compiten en rapidez para traer a la isla miles de coches desde la península. La situación los meses de julio, pero sobre todo agosto, ha hecho preguntarse a la prensa local si Ibiza está en puertas de morir de éxito.


Pinu Albanese, en su taller de Dalt Vila
Cerró la galería de la casa payesa Can Daifa. La sala de subastas de Santa Gertrudis ha pasado de manos inglesas a manos inglesas pero se mantiene. Tambien se mantiene el Bar Anita en la curva de San Carlos. De la invasión hippy quedan unas pocas reliquias de pelo blanco y mirada nostálgica. Hace años que Ivan Spence desapareció con su galería de Dalt Vila y 'Pinu' Albanese dejó de trabajar con sus manos el barro ibicenco y de cocer en su horno maravillosas piezas de arte grecorromano.

La isla se va llenado de asfalto, de restaurantes prohibitivos, de precios abusivos, las multas de tráfico proliferan y Vila se ha convertido, salvo islotes aislados, en un conjunto de tiendas donde el Made in China se ve por todas partes y si no se huele.

Yo estoy pensando si me borro».




Y ahora, el contrapunto; viene a cuento del incendio de la casa okupada de Ibiza, con la muerte de una mujer italiana (que vivía allí y posiblemente estaba encerrada por su pareja en una habitación). Tenía contrato como telefonista del grupo Palladium Hotel durante la temporada. Un símbolo de la especulación, la avaricia, la miseria moral y la injusticia social que enferma a la "isla mágica", la del presunto glamour.

Rita Vallés, Diario de Ibiza (19/5/2019)

sábado, 18 de mayo de 2019

«El griego». In memoriam

Lo que nos faltaba. ¡Ay, qué tristeza!, al leer Diario de Ibiza esta mañana. Nos ha dejado Pinu Albanese. Era un calabrés expansivo y alegre, y todo un artista. Había llegado a Ibiza en 1969 como guía turístico, pero pronto decidió instalarse en un pequeño taller de Dalt Vila, para desarrollar su gran pasión, la alfarería, un arte que gozaba de gran vitalidad por entonces. Allí estuvo muchos años, hasta que las fuerzas ya no fueron las mismas y montó una tienda de cerámica en un sitio anodino, el barrio de Can Bellotera, cerca de la casa de la suegra de G.U.

Giuseppe Pinu Albanese en su taller de Dalt Vila en los años setenta (Fotografía: Buil Mayral)
Era un local luminoso y alegre, en el que siempre sonaba a todo trapo música del barroco italiano (Vivaldi, Albinoni, Torelli, Pergolesi...), que él canturreaba cuando estaba contento. Y ¡qué piezas tenía! Las iba recolectando en sus viajes en furgoneta por toda España y Portugal, y todas las que exponía eran de un gusto exquisito. A Pinu nosotros lo llamábamos «El griego», quizá porque la tienda se llamaba Hellas y porque pensamos que un tipo así solo podía ser griego, dada su extensa cultura, su carácter gentil y su extrema sensibilidad artística; un hombre sabio.

Allí acudíamos con frecuencia para comprar lebrillos, fuentes, alguna jarra y cosas para la casa, a veces innecesarias; pero también por el solo placer de estar en la tienda, ver lo que tenía, hablar con él y oír esa música maravillosa.

Pero el tiempo es implacable, pasa sin que apenas nos demos cuenta y lo que creíamos que duraría siempre llegó a su final hace unos años. El hombre cerró todo aquello, que fue sustituido por una tienda de alimentos para animales de compañía; ahora hay una lavandería. Y Hellas solo queda ya en nuestro recuerdo...

A partir de entonces, en alguna ocasión nos recibió en la casa que tenía por allí cerca, llena de libros antiguos, cuadros, recuerdos de viajes y una discoteca esplendorosa, además de un jardín que cuidaba con esmero. En el porche nos bebíamos al atardecer una botellita de Lambrusco bien fresco, con la deliciosa compañía de su mujer, Stephanie, una alemana encantadora y discreta. La última vez, el agosto pasado, quedamos citados para comer un plato de pasta que ella preparaba de maravilla, según explicaba Pinu, pero ese encuentro ya no llegará... DEP, Pinu Albanese.

Fernando de Lama, Diario de Ibiza  (18/5/2019)

domingo, 12 de mayo de 2019

Diez años sin Antonio Vega y su "Chica de ayer"

Hoy hace diez años que murió Antonio Vega, víctima de la droga. Buen músico y buena gente, fue el autor de uno de los himnos de la movida madrileña de los años ochenta, La chica de ayer, que cantaba con el grupo Nacha Pop.  

Fue elegida en su día por diferentes colectivos como la mejor canción de esa década en España. Una acertada elección en la modesta opinión de G.U., que nunca fue un fanático sino todo lo contrario de la susodicha movida, que ye le pilló algo mayor, pero al que siempre le emocionó esa canción, aunque Antonio firmó otras muy buenas. En esta misma fecha, en 2014, ya le dedicamos un Antonio Vega in memoriam.

Dice Fernando Navarro en EL PAÍS:

«Hace justo 10 años, Antonio Vega fallecía después de varios días ingresado en el hospital Puerta de Hierro de Madrid, pero su estrella, lejos de apagarse, no ha parado de brillar desde aquel 12 de mayo. No solo sus mejores canciones siguen incandescentes tras el paso del tiempo, sino que también su legado se recoge de forma diversa por la música española, como la vida abriéndose paso en la naturaleza. De una forma tan sencilla como extraordinaria».


Aquí lo tenemos, ya fastidiado, con La chica de ayer, ese precioso himno, y El sitio de mi recreo, ambas en unplugged.

viernes, 10 de mayo de 2019

Pérez Rubalcaba, in memoriam

Gran Uribe recuerda perfectamente la huelga de la enseñanza pública de marzo de 1988. Se había casado en ese curso (10/10/1987), se cobraba poco como profesor y había muchas, muchísimas horas de clase. Pero el ministro de Educación del gobierno de Felipe González, un sujeto llamado Jose Mª Maravall, decía que los profesores se quejaban de vicio, que bastante podían dar gracias por tener trabajo y que, por tanto, la huelga era innecesaria y precipitada. No hacía sino expresar una opinión bastante generalizada: "los profesores son unos gandules y tienen muchas vacaciones".

El caso es que el asunto ya duraba desde hacía casi un par de meses sin dar clase (descontaron todo el sueldo a lo largo del año siguiente, en "cómodas" mensualidades, y se pasó muy mal), hasta que a Felipe González se le ocurrió la idea de que las negociaciones con los sindicatos (que entonces aún pintaban algo) las llevara el Secretario de Estado de Educación, un tipo oscuro al que no conocía nadie por entonces, apellidado Pérez Rubalcaba. El hombre se sentó a la mesa, no despreció al colectivo, sino al contrario, negoció con unos y con otros y consiguió al fin una mejora sustancial en las condiciones del profesorado, con lo que la huelga se acabó inmediatamente. A partir de entonces, G.U. siempre lo miró con buenos ojos, porque se dio cuenta de que con diálogo se llega más lejos que en plan chulito y "aquí estoy yo".

[Luego, a los pocos meses, vino la famosa y masiva huelga general del 14-D (1988), el día que falleció en Madrid un pariente muy querido de G.U. "El Patrón", y que a uno le pilló en esa ciudad a la que consiguió acudir no recuerda cómo. Allí acompañó en su dolor a sus primos de Madrid y paseó por la ciudad con El Tapir, hablando de lo divino y lo humano].


Mitin de Rubalcaba
La siguiente noticia de Rubalcaba la tuvimos el 2 de diciembre de 1993, con ocasión de la inauguración de la Illa Diagonal, en Barcelona, al lado de casa. Allí estábamos tomando una copita de cava, cuando apareció el ya ministro Rubalcaba. Tenía más o menos los mismos años que G.U. —y una volumetría capilar muy similar, es decir, exigua— pero el tipo ligaba como un cab***, con todo un séquito de agraciadas jovencitas bebiéndole los vientos y riendo sus gracias. Allí G.U. comprendió definitivamente que el poder tiene magia y que, por tanto, a él ya nunca le seguirían las chavalas como al señor Rubalcaba (cuando tenía veinte, sí lo hacían algunas).

Luego llegó el PP al poder —Ánsar y todo eso— y Rubalcaba pasó a la sombra. Pero renació con Zapatero, y a partir de ahí el abertzalismo vasco empezó a no poder verlo ni en pintura. Nunca supimos bien-bien lo que hizo o deshizo, pero el tipo asumió que para afrontar con éxito un terrorismo como el etarra, con arraigo social, no era suficiente con el frente judicial y policial —que también—, sino que había que ganar la batalla de opinión en Euskadi, atraer al nacionalismo al campo democrático y aislar a los terroristas. Es bastante conocida su frase, dirigida a Batasuna en 2006: «O convencéis a ETA de que termine o rompéis con ella. O votos o bombas». Unos lo criticaron por españolista (fascista, claro) y los otros por emprender diálogo con aquella gente. G.U. no entiende de eso, pero sí que sabe que desde entonces ha vuelto al País Vasco encantado de la vida, cuando antes lo hacía acoj***** perdido, y piensa seguir haciéndolo siempre que pueda (de allí era su padre, ojo al dato).



Y en Barcelona, pese al procés, también vive la mar de tranquilo, porque hubo una época en que los tenía "por corbata" (en el barrio de Les Corts, ETA asesinó a Lluch y a varios policías, uno al lado de casa). Es cierto que a veces, como ahora, le gustaría estar en Sevilla, pero "lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible". De momento, Ibiza.

Bueno, no sigamos. Gran Uribe está triste; por lo que hizo ese tipo, porque que le caía la mar de bien y porque ahora no vislumbra a ningún político en activo con esa inteligencia y con esa capacidad de diálogo (palabra que está muy mal vista, porque para muchos denota "bajada de pantalones"). Con el mérito añadido de, al acabar su vida política, volver a dar clases de química, en lugar de recurrir a las "puertas giratorias", como han hecho otros. Esperemos que el PSOE no lo utilice como arma electoral, aunque eso será difícil. Entre unos y otros, todo lo enmierdan siempre.

DEP, Pérez Rubalcaba.

Pero dejemos a Juan Cruz que lo diga, sin duda mejor que G.U.: El hombre que no presumía de nada
Pero no dejen de leer a Rajoy, su rival político: Rubalcaba, un rival admirable

miércoles, 8 de mayo de 2019

«Fútbol es fútbol», idiotas


Silenciosa y circunspecta estaba ayer la peña blaugrana vecina. Un comentarista del blog (F.G.) le había felicitado a G.U. hacia las diez de la noche, porque éste al fin tendría ocasión de viajar a Madrid, esa ciudad que tanto le gusta y tan buenos recuerdos le trae. Sería con ocasión de la final de la Champions, para ver al Barça ganando el preciado trofeo y particpar en la celebración posterior ¡en Cibeles!, aunque intuía que G.U. no era un gran fan de ese club.

Contestamos rápidamente en estos términos:

«No andas desencaminado en eso último, F.G., pero no lo digo muy alto, porque esto del Barça es casi una religión, como la "Moreneta", el "procés" o la leyenda de Wilfredo el Piloso. Pocas bromas». Bueno, aclaremos que en el colegio lo llamábamos "el Velloso" y ya nos hablaban allí —primeros sesenta— de los cuatro deditos ensangrentados pintando las barras.

¡Y tan pocas bromas! La noche fue deviniendo a peor y, tras un prolongado silencio, se empezaron a escuchar lamentos desconsolados provenientes de la susodicha peña, y luego gritos desgarradores y hasta algún grueso insulto al entrenador Valverde, que hasta el día antes era un genio porque estaba a punto de conseguir el ansiado"triplete".




Abrimos paréntesis. [En ese preciso momento, recibimos una llamadita de Ibiza en la que una guiri nos anunciaba que los amigos de lo ajeno le habían robado todo, con gran destrozo, en la casita que nos tenía alquilada (un "negociete" tirando a nefasto que nos traemos con doña Perpetua en la "isla mágica"). El resto de la velada transcurrió intentando hablar por teléfono con la Guardia Civil de San Antonio, por lo que G.U. no pudo ver el resumen del partido, pero sí los debates posteriores, en los que se abominó de Messi y se solicitó repetidamente la cabeza del susodicho Valverde, aquel entrenador que le "robaron" al Athletic hace un par de años y que ha pasado de héroe a villano en hora y media].


Sigamos. Esta mañana, los diarios (deportivos o no) catalanes echaban serpientes por la boca y Barcelona ha amanecido absolutamente traumatizada; no es para menos, hay quien ya tenía reservado hotel en Madrit, los paisanos de G.U. suelen ser gente previsora. Nadie podía creer lo que ha pasado. Y es que mucha gente todavía no ha hecho suya la frase que encabeza esta entrada; «FÚTBOL ES FÚTBOL», una máxima que nadie ha sido todavía capaz de rebatir.

Quiosco de prensa [granuribe50 (8/5/2019)]

sábado, 4 de mayo de 2019

Casado, Suárez y el lanzador de huesos de aceituna

G.U. en Roma
Hoy, G.U. les va a ser sincero, pese a que le produce cierta congoja confesar ante ustedes lo siguiente: que antes le interesaba mucho la política, pero nunca llegó a mojarse el c*** por ninguna causa, la verdad; aunque estaba más próximo a las ideas de izquierdas, jamás corrió ante los grises ni estuvo en París en mayo del 68 (debió de ser el único de su quinta). Y debe reconocerles también, con el corazón en la mano, que esos asuntos le empiezan a aburrir soberanamente, y en parte puede que sea por la sobredosis televisiva. Un comentarista anónimo le instaba hace unos días a cambiar de canal si no le interesaban los debates, alegando que la oferta es muy amplia, aunque quizá se refería a la televisión de pago. Pero es que en la gratuita, para seguir otras cosas es preciso que nos motive suficientemente el azaroso descenso de un helicóptero de Isabel Pantoja en "la isla de los mosquitos" (Monegal dixit), o los gritos desaforados de la pandilla de Sálvame, o esos sofocantes concursos de chefs de cocina, de reformas de viviendas, de sastrería o de atildados cantantillos de voz de flautín intentando interpretar clásicos del soul.

Pero no es solo eso. Está lo de la corrupción, las ansias de pisar moqueta y el escasísimo nivel de todos ellos, por un lado. Y, por el otro, el hecho de que se oculten en campaña las "brillantes" soluciones que proponen a los temas que nos preocupan (hay muchos), y los travestismos que practican los líderes de los partidos, según sople el viento o les soplen al oído sus asesores. Nada de eso ayuda mucho a mantener el interés de este pobre bloguero.

En este último aspecto, el del travestismo, quizá el más sonado ahora sea el de Pablo Casado, ese sujeto que no para de reír, no se sabe muy bien de qué. En efecto, ahora ha emprendido el viaje al centro, dejando a las claras su falta de credibilidad, renunciando a su propia ideología, si es que la tiene (aunque, puestos a eso, tampoco sabemos si doctor Sánchez, ni ningún otro, disponen de ella). Veremos qué piensa su gran valedor, Aznar, pero el ojo clínico de G.U., que aún conserva pese a algunos achaques, le dice que ese sujeto es ya un cadáver político; pobre, tan joven...



Otro que tiene achaques, pero mantiene la pluma afilada del primer día (y el mal café), es Gregorio Morán, un "gato viejo" en estas lides. De su última "Sabatina intempestiva", titulada Paisaje después de la batalla, a uno le han hecho gracia, especialmente, los párrafos que dedica al sonriente Casado y a sus brillantes asesores: el bien peinado hijo de Suárez y el campeón de lanzamiento de huesos de aceituna con la boca, un sujeto apellidado García Egea (es ingeniero pero nadie lo diría), que ostenta el récord mundial en esa disciplina, establecido en 21,32 metros.

«Se llamaba "troyano" a un virus que te podían introducir en el ordenador y crearte un desbarajuste en el sistema. El presidente Sánchez consiguió durante la campaña electoral meter un "troyano" a los demás partidos y destrozarles sus sistemas de defensa. Recuerdo que todos los "troyanos" eran designados por un nombre. En este caso se llamó "Vox". [...] La entrada de Vox en el juego político y la invención de su fuerza arrolladora que venía a trastocar el engranaje institucional, ya muy pachucho, fue seguida por tierra, mar y aire, o lo que es lo mismo en términos mediáticos por las televisiones.[...]

El miedo a Vox ha sido el principal elemento de la victoria "pírrica" del PSOE. Ellos lo jalearon y ellos recogen los tributos. Ganaron, pero no por convicción, sino por generar terror en los votantes. Ni el PP, por viejo, corrupto e incompetente, ni Ciudadanos, que juega a la táctica del desgaste, estaban en condiciones de expulsar al "troyano". 
García Egea lanza un hueso de oliva cuando se proclamó campeón mundial / El trío de ases del PP, vestidos de pompas fúnebres, tras el fracaso
Pero el resultado volvió a sacar las vergüenzas del PP. Confieso que cuando vi en lugar de honor junto a Casado al hijo tonto de Adolfo Suárez no necesité ninguna bola de cristal para vaticinar que se iban a dar un batacazo. Porque Suárez Illana es tan simple y fatuo que no ha asumido que su único papel en la vida es el de jarrón chino.  Decoran, nada más. Lo peligroso es que le dé por hablar. Cuantas genialidades salen de su boca confirman que este chaval, que sigue con su mentalidad de adolescente, confunde las memeces con las ideas.

La revolución lampedusiana que Casado ha pretendido en el PP serviría para un casting televisivo de poca audiencia y ninguna enjundia. Bajó tanto el listón que alcanzó a nombrar como número dos a García Egea, un tipo que tiene a gala ser el campeón en el perifrástico deporte de lanzar pepitas de aceituna desde la boca a la eternidad. Es de Murcia, feudo pepero de siempre, que acaba de dejar de serlo gracias a la titánica labor del escupidor de huesos de aceituna. Para qué seguir».


viernes, 3 de mayo de 2019

Los fusilamientos del 3 de mayo

Francisco de Goya, Fusilamientos del 3 de mayo / Museo del Prado
Fotografía: EFE / Fernando Alvarado

[...] «Hícelo rápidamente, y recorrí como un insensato el primer patio y el segundo. En este, que era el de la Pelota, no había más que franceses; pero en aquel yacían por el suelo las víctimas aún palpitantes, y no lejos de ellas las que esperaban la muerte.


Vi que las ataban codo con codo, obligándolas a ponerse de rodillas, unos de espalda, otros de frente. Los más extendían los brazos agitándolos al mismo tiempo que lanzaban imprecaciones y retos a los verdugos; algunos escondían con horror la cara en el pecho del vecino; otros lloraban; otros pedían la muerte, y vi uno que rompiendo con fuertes sacudidas las ligaduras, se abalanzó hacia los granaderos. Ninguna fórmula de juicio, ni tampoco preparación espiritual, precedían a esta abominación: los granaderos hacían fuego una o dos veces, y los sacrificados se revolvían en charcos de sangre con espantosa agonía. Algunos acababan en el acto; pero los más padecían largo martirio antes de expirar, y hubo muchos que heridos por las balas en las extremidades y desangrados, sobrevivieron después de pasar por muertos hasta la mañana del día 3, en que los mismos franceses, reconociendo su mala puntería, les mandaron al hospital». [...] 


Benito Pérez Galdós, Episodios Nacionales; El 19 de marzo y el 2 de mayo (Cap. XXIX)





Ahora, unas imágenes nocturnas de Madrid, más tranquilas que las de aquella siniestra noche, con música de Boccherini.

Luigi Boccherini, La música nocturna de Madrid  (Versión de José Luis Encinas)



A G.U. le encanta esa desprejuiciada versión de José Luis Encinas, un guitarrista injustamente olvidado. Pero les ofrece otras dos más canónicas —que también son muy buenas—  de aquella música deLuigi  Boccherini, tan evocadora...

"La música nocturna de Madrid" (Luigi Boccherini) / Orquesta de pulso y púa de la U. Complutense / Director: Santiago López / (6'03")

"La musica notturna delle strade di Madrid" / Boccherini (op.30; nº6) / Passacalle / Berliner Philarmoniker / Herbert Von Karajan



G.U. envidia a la execrada Arrimadas: ¡A Madriz!, como celebra nuestra galardonada Gispert. Ojalá que le vaya bonito...

jueves, 2 de mayo de 2019

¿Dos merecidas "Creus de Sant Jordi"?

Como quizá sepan algunos de ustedes, la Creu de Sant Jordi es una medallita que otorga la Generalitat de Cataluña a aquellas personas y entidades sociales que «por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Cataluña en la defensa de su identidad, especialmente en el plano cívico y cultural».

Veamos las de 2019. No se lo pierdan. Una ha ido a parar a Messi, quizá por eso que dicen de que el fútbol es cultura (?); hay que reconocer que ese sujeto donde pone el ojo pone la bala y que es como Billy el Rápido, aunque el hombre no sea ni mucho menos tan veloz ni eficiente a la hora de pagar sus impuestos al fisco; pero eso da igual, al parecer.

Núria de Gispert (luciendo la Creu de Sant Jordi) y su tuit anunciando los éxitos exportadores de la Asociación Catalana PORCAT
La otra, hay quien piensa (no G.U.) que es todavía más merecida: ha ido a adornar la pechera de la que fuera presidenta del Parlamento de Cataluña, la honorable (?) Núria de Gispert, que es la gran bestia negra de la pobre Inés Arrimadas (se dice que a Gispert «le gusta»💖que Toni Albà o Toni Soler tilden a Inés de «mala puta»). También lo es de Girauta, de Millo y de Dolors Montserrat; a todos ellos parece ser que los equipara a cerditos exportados al resto del Estado español o a la UE, a raíz de las pasadas elecciones. Todo sea para que «vuelva la dignidad a nuestras instituciones» (sic).

Cabecera de la página web de PORCAT, con un informe sobre el aumento en la exportación de cerdos de Cataluña