El «Tete» Maragall, un partidillo en campaña |
Lo más probable será que, al pisar tierra y tener que soportar de nuevo las extravagantes ocurrencias de ese sujeto (cuando uno abandonó la enseñanza, ese chalado todavía estaba de conseller d´Educació y fue un alivio perderlo de vista), G.U. tome alguna decisión drástica para quitarse de en medio. Verbigracia: tirarse por el balcón, quemarse a lo bonzo o meter la cabeza dentro del horno a 250 grados, es un decir.
Lo peor del asunto es que, si el intento saliera mal, al cabo de unos días grogui en el hospital podría ocurrir lo del breve cuento de Augusto Monterroso: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». O sea, «el Tete»; un vetusto personaje que tiene más vidas que un gato, como ha demostrado resistiendo esos partiditos de fútbol o de ping-pong durante la campaña (¡quién lo diría!), aparte de sus ya acreditadas condiciones de trepador y paracaidista "de raza".
Como todo lo que pasa aquí desde hace algún tiempo, esto también podría ser para tomárselo a chirigota. Conozco a Ernest, de cuando era hermano i conseller d'Educació porque en el instituto hicimos proyectos con Canadá y Hong Kong y él intervenía en las videoconferencias como conseller y además una vez estuvo en el instituto. Sus intervenciones, siempre decepcionantes, no aportaban nada de nada, o quizás sí una determinada confusión. Volviendo a las votaciones, supongo que la consigna para los independentistas (no creía que hubiera tantos en Barcelona) era votar a Maragall, porque si no hubieran salido concejales de la CUP u otras opciones, pero no. Así es que hay 10 + 5 = 15 concejales independentistas de un total de 41. Y ahora es cuando vamos a ver bailar a la señora Colau y de rebote a otros, claro. De momento ha dicho que no va a facilitar una coalición con ERC y "Junts per no sé qué", que no quiere a estos últimos, pero que, sin embargo, sí al PSC. De Manuel Valls la alcaldesa en funciones no quiere ni oír hablar, peor para ella. A lo mejor se lo vuelve a pensar. El artículo de Lluís Rabell "A orillas del Rubicón" sobre esto me gustó. Creo que vale la pena leerlo, aunque ahora sí que los independentistas lo van a poner de hoja perejil.
ResponderEliminarEn Molins de Rei, contra todo pronóstico, ha ganado el candidato del PSC, Xavi Paz. Pero no creo que los de "En comú podem lo apoyen" para la alcaldía, por lo que dirían de ellos en el pueblo. Otro ejemplo a pequeña escala, o no se atreven o algo pasa pero no se posicionan.
Contentísima de leerle otra vez en el blog. Le he echado muchísimo de menos. MJ
Y yo contento de volver. Estas cosas hay que hacerlas cuando hay ganas. Tomado como una obligación, es un coñazo.
EliminarEn Molins de Rei "En comú podem" solo ha sacado 1 concejal, por tanto no puede decidir nada. A cada cual lo suyo. MJ
EliminarEn fin.
ResponderEliminarGran Uribe, tengo de usted una foto con mi nieto, la ÚNICA, en que me encontré, en un San Jordi, firmando un libro, ya ve. Pero fue con él, y d fue el relator.
No vendí más de siete ejemplares, y ud fue uno de los culpables.
Aquelo es motivo de orgullo y cierta querencia hacia ud. Desde aquí darle mil veces mil, las gracias por aquella consecuencia, por la amabilidad, por la empatía, por la nobleza, por el buen hacer, y porque tengo una deuda con ud.
Un beso de jíbaro impetuoso.
Miquel
El libro es muy bueno, lleno de interés y sensibilidad, aunque solo vendiera siete ejemplares aquel día. Pero lo va leyendo más gente, y algunos de los lectores son habituales de este blog.
EliminarPor lo demás, muchas gracias por su comentario y por el último párrafo, incluyendo lo del jíbaro, ejem...
Venga, Miquel, que yo recomendaría tu libro para ser leído en colegios e institutos, cuyos alumnos sobrados no saben lo que vale un peine, ni tienen idea de lo que fueron tiempos peores de verdad, donde a las carencias de recursos se sumaba las carencias de libertad. Que se lo lean también los de la independencia que se sienten tan perseguidos y victimistas.
ResponderEliminarConsúltese:
https://laantorchadekraus.blogspot.com/search?q=libro+de+miquel+cartisano
Y respecto a ese Ernest (para mí solo hay un Maragall de verdad, Pasqual) lo que me digáis me lo creo. No he visto una imagen de tv en que aparezca el personaje con rostro agradable, lenguaje dúctil, tono de voz soportable y transmitiendo apacibilidad. Ese señor ¿está reñido con el mundo? Solo el sadomasoquismo no placentero puede hacernos entender que sea votado al sonido del que haya tocado el pito. Gracias.
Gracias, Fackel, por traernos el enlace a aquella espléndida reseña que hiciste en su día del libro de Miquel. La he releído y me reafirmo en lo que te comenté entonces.
EliminarPues sí, yo también recuerdo a Ernest Maragall, como MJ, de una visita al instituto. Me pareció un hombre de muy pocas luces, y le vi hacer el ridículo de forma estrepitosa. No creo, además, que ni tan siquiera se diera cuenta, aunque las caras de los alumnos eran elocuentes. Le faltaban reflejos. No sabía mirar Y me temo que loa años tampoco le han enseñado mucho. O al menos, dista mucho de aparentarlo.
ResponderEliminarFeliz de volver a leerle, gran Uribe. Yo también le he echado de menos. Un montón.
Muchas gracias, aquí estamos otra vez al pie del cañón...
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