Gran Uribe va a intentar volar a Ibiza al caer la tarde. Pero supongo que queda claro que aunque mañana estuviera en Barcelona no iría a votar. Lo va a explicar brevemente en términos lo más políticamente correctos (por si acaso):
- En primer lugar, porque no comparte para nada esto de la independencia (disfrazada ahora de "democracia" y "antifascismo"). Sin que se le pueda calificar de "patriota", se siente muy cómodo perteneciendo a España, aunque no le agraden bastantes cosas de ella (entre muchas otras, el gobierno que padecemos, y al que uno se aferra ahora —paradójicamente— para ver cómo nos saca de ésta sin demasiados daños colaterales, lo cual va a resultar casi imposible, ya que son unos incompetentes enfrentados a unos fanáticos y, por tanto, la cosa no pinta nada bien. Esta es una de las razones por las que Gran Uribe se las pira).
- En segundo lugar, porque no es constitucional lo que se proponen hacer. Respeta G.U. al pie de la letra todos los artículos de la Constitución mientras estén vigentes y no le gustan nada los golpes al Estado de Derecho.
- En tercer lugar, ¡cómo va a legitimar con su participación en ella esa chapuza infame! —que ya hemos calificado estos días de todas las maneras posibles—. Y mientras tanto, todos nuestros datos navegando por el ciberespacio, manejados al parecer por hackers rusos pagados por el Pepet i la Maria (y con lo que recaude con su oficina de prensa ese turbio sujeto apellidado Roures, que a saber lo que recibirá a cambio de ceder esas instalaciones, además de los 10€ per cápita).
- En cuarto lugar, porque no le gusta esa especie de infame aborto de Constitución, por calificarla de alguna manera, que tienen aprobada sin debate alguno, ni tampoco los sujetos que manejarán el cotarro por estos lares ya sin traba alguna. Una extraña e interesada amalgama de evasores, meapilas, cursilones, burguesots, llepaculs, camperols, obispos y rompefarolas, organizados todos por la ANC y y agitados por la CUP, que quiere llevar el agua a su molino. Con ganas de obtener "un muerto" y con niñitos-escudo de por medio y estudiantes deseosos de vivir lo único reseñable que tendrán en su puñetera vida; pero perdonando mientras tanto, ¡cómo no!, a todos esos mangantones (presuntos y no tan presuntos) que mueven los hilos entre bastidores. Muy edificante, en efecto, a la par que peligroso. Por ello, G.U. no iría a votar "ni atado" y toma las de "Villadiego".
El 1-O para G.U. será un día triste. Teníamos una sociedad catalana pacífica, agradable, con gente cabal y con una aceptable calidad de vida y lo han tirado todo por la borda. Y los días posteriores, ni les cuento.