Triste y avergonzado

TRISTE Y AVERGONZADO

Así se va a la cama Gran Uribe, aunque la vergüenza... es vergüenza ajena. A él, que lo registren.

Tanto que les preocupa a los paisanos de G.U. la imagen que dan (el món ens mira!). Tanto presumir de que son collonuts, los más listos, los más cultos, los más educados y cívicos, los más trabajadores, los más ricos, los más europeos, los más acogedores, los más solidarios, etc., etc., etc. ... También los menos islamófobos —dicen—, aunque sí los más hispanófobos. En fin, para qué seguir. Todo para para acabar haciendo el ridículo de esta manera tan casposa, tan poco edificante y tan miserable.

Hablemos claro: hay gente de buena fe pero, en el fondo, muchos de los que han montado todo este circo solo quieren tapar mangancias debajo de la alfombra y ser insolidarios con todos aquellos de los que se sienten superiores y a los que desprecian. Una hábil, mentirosa y machacona propaganda propiciada desde el poder hace el resto, a la que solo faltaba el último invento: "nos queremos marchar de España por la corrupción del PP", olvidando el basurero que tenemos por aquí y que nadie parece interesado en limpiar, aunque sí en camuflar. Poco más que añadir.

Da bastante pena. La democracia es la ley. Si te la saltas porque no te gusta: ¿cómo esperas que cumplamos las que tú impongas? En fin, esperemos que los que han pergeñado este engendro tengan su merecido: ¡Justicia divina! (y, a ser posible, humana también). En cuanto a los que les secundan... ¡qué decir!: las tropelías de Maduro y la "Ley habilitante" de Hitler (en 1933)  se quedaron cortas. Pero, eso sí, somos los más demócratas de todos, como nos cantan por tierra, mar y aire. Quina barra!

Que pasen una buena noche (si pueden). Este modesto bloguero seguirá haciendo lo que pueda.