jueves, 31 de octubre de 2019

Estamos haciendo Historia

Viñeta de El Roto (31/10/2019)


«Mi pancarta favorita de las últimas manifestaciones independentistas es una que ponía "Dame con la porra hasta que me corra". La enarbolaba una adolescente rubia y muy mona con la tripita al aire y el móvil en la cinturilla de los tejanos (estuve mirando su foto un buen rato, hasta que dejé de hacerlo al pensar que podría estar incurriendo en una ilegalidad). Como mantra procesista, la frase no es gran cosa, pero me congratulo de que esa muchacha, a su corta edad, ya haya descubierto las alegrías del bondage y el sadomasoquismo, aunque no creo que haya sido en nuestra estupenda escuela inmersiva, que es de natural monotemática.

También me encantó otra pancarta, más ajustada en su delirio a la épica de los acontecimientos —igual la rubia era una infiltrada con ganas de incordiar a sus compañeros de clase recordándoles las cosas importantes de la vida—, que rezaba, "Mamá, no estoy en clase pero estoy haciendo Historia". Si la primera pancarta te provocaba una sonrisa, ésta hacía que se te cayera el alma a los pies. Pensar que se está haciendo Historia participando en una marcha de chichinabo en la que no se corre ningún peligro es una estupidez; o una muestra de inocencia, si atendemos a la edad de la manifestante. 

Algo ha cambiado en la relación entre padres e hijos en Cataluña. Cuando los de mi quinta hacíamos el ganso, nos matábamos a porros o escuchábamos el rock más ruidoso del momento, solo pensábamos en jorobar a nuestros padres. Lo de hacer Historia ni se nos pasaba por la cabeza. Pero, claro está, ahora ya no hace falta incordiar a tus padres porque piensan igual que tú. Si yo tenía un problema con algún cura del colegio, mis progenitores se ponían siempre de su parte, conscientes de que los adultos debían cuadrar juntos a los mequetrefes con pretensiones. Pero si un chaval de ahora tiene un problema con un profesor, lo más habitual es que su padre o su madre se presenten en el colegio a zurrar al tirano que le amarga la vida a su retoño: ni se les pasa por la cabeza que su querido niño pueda ser un zoquete del quince o adoptar permanentemente una conducta intolerable. El nene es sagrado».[...]


Enlace: Ramón de España, Estoy haciendo historia, mamá

miércoles, 30 de octubre de 2019

Carme Riera y el congreso sobre J.A. Goytisolo

Bueno, ya ven que las universidades catalanas están hechas unos zorros, como todo lo demás. Buen camino llevamos.



¡Ay Carme Riera, Carme Riera!, compañera de fatigas (náuticas) en la piscina del centro deportivo de Can Caralleu, lugar donde se te puede encontrar de cuando en cuando. Y ese "cuando" sucede cuando no estás dando alguna clase, ni escribiendo, ni en Mallorca, ni de viaje con tus conferencias, ni en Madrit, donde eres académica de la Lengua, y bien merecido que te lo tienes.

Y buen mérito que tienes también ser catedrática en la Universidad Autónoma de Barcelona —una institución que ha "progresado negativamente", hasta convertirse en un lugar mediocre, sesgado y hostil— y el alma mater de los congresos de poesía dedicados a José Agustín Goytisolo. Pero ya has visto en qué queda todo eso cuando los principales destinatarios, los estudiantes, prefieren ir a colapsar el aeropuerto y a quemar contenedores en el centro de Barcelona (y pobre del que no se apunte y quiera asistir a las diferentes actividades del congreso).

Nos explicas que a varios de los ponentes, los que pudieron llegar a tiempo, les sorprendió mucho quedarse solos dando su charla y también la facilidad con la que los violentos levantaban barricadas en las calles, les prendían fuego y huían cuando la policía aparecía. Y todo en aras de nada, bajo la sombra del amo de la finca (esto lo dice G.U., no tú, Carme).  En fin, vivir para ver.

Lo explica la mar de bien la propia Carme Riera, en su artículo titulado Única patria, aparecido en La Vanguardia:

«La semana pasada, inolvidable, por tantos motivos tristes, en especial para los catalanes, celebramos en la Universitat Autònoma de Barcelona, los días 14, 15 y 16, esto es, lunes, martes y miércoles, el VII Congreso Internacional José Agustín Goytisolo y Su Generación: Música y Poesía. Las fechas, coincidentes con la sentencia del procés , propiciaron que la sala en la que tuvieron lugar las sesiones, que ni quisimos ni pudimos suspender o aplazar –ya que los billetes de los ponentes no admitían cambios ni devoluciones–, estuviera vacía de estudiantes. Los estudiantes abandonaron las clases a partir de las diez.[...] El congreso Goytisolo continuó al día siguiente también sin estudiantes.[...]

Los organizadores continuábamos pidiendo excusas a los invitados por la falta de público y nos preguntábamos qué habrían dicho José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral o su antólogo, Josep Maria Castellet, de la situación que estábamos viviendo. Abominarían, sin duda, de la violencia. No en vano habían sido niños durante la Guerra Civil. ¿Qué pensarían del procés? ¿Y de la sentencia? ¿De qué lado estarían? ¿Qué opinarían de Puigdemont? ¿De Torra, de su famoso y nefasto apreteu ?

Cerramos el congreso la mañana del día 17 sin público, pese a la actuación del gran Paco Ibáñez. Diversos ponentes se habían paseado la noche anterior por una Barcelona en llamas.[...]

El VII Congreso Internacional José Agustín Goytisolo fue el más triste y ensimismado de cuantos hemos dedicado al poeta desde que en el 2002 la Universitat Autònoma de Barcelona se hizo cargo de su legado. Este 2019 se cumplen veinte años de la muerte del autor de Palabras para Julia. No obstante, sus versos nos siguen haciendo compañía e incluso nos sirven de consuelo»: 



domingo, 27 de octubre de 2019

G.U. y los complejos

Gran Uribe en Roma
G.U. no es partidario de banderas, de ninguna; lo reconoce abiertamente y pocas habrán visto en estas páginas. Pero les confiesa que hoy ha acudido al paseo de Gracia (como hace dos años por estas fechas, pero esta vez con camisa blanca y no con clergyman) para sentirse acompañado, básicamente. Y eso lo necesitaba mucho, porque... no ha podido irse de aquí en estos días, sale poco y se siente aislado.

En efecto, aquí, en casa, ante el ordenador o viendo la tele, llega un momento en que piensa y siente que él es el único ser normal y equilibrado al que deprime todo esto. Y lo vive así, ya que a los normales como él no los ve ni los oye por ninguna parte. Ninguno de ellos dice nada, quizá para no ser tachados de lo uno o de lo otro. Nadie expresa una disidencia tranquila, o es tan cauto y críptico que no se le entiende nada, o está jugando adrede a dos barajas. Visto lo visto, se comprende todo eso; haberlos, haylos, pero...

El caso es que nos están destrozando poco a poco el Estado de derecho, la democracia, nuestra Constitución, nuestra libertad personal, nuestra convivencia y nuestra ciudad, y eso G.U. no lo soporta. Y, nos guste o no, una manera de percibir físicamente que hay gente igual a él es mediante las banderas, "en vivo y en directo". Y hoy, al fin, ha visto y oído a gente normal, de todas las edades, con ganas de que se vea y oiga que existe. Y en esas estamos.



Dice Íñigo Domínguez en EL PAÍS, en un artículo titulado con acierto Aquí se te quitan los complejos:

Dos "putos perros de mierda" (sic), constitucionalistas. Detrás hay otro.
[granuribe50 / (27/10/2019)]
«Gente que ha interiorizado el vivir de incógnito, sin significarse. La frase más repetida con diferencia fue: "Barcelona no se quema". Al margen de ideologías, los participantes piensan que esta parte del asunto, la violencia, no es un detalle residual ante las manifestaciones pacíficas. El deseo de normalidad, y no la movilización permanente, se correspondía con la gente que había, no habituada a las manifestaciones. La mayoría estaban vestidos como de domingo o como para ir al fútbol, con la bandera en la cintura o en la espalda.

Se palpaba cabreo contenido que salía a la luz, un ambiente de recreo escolar. Pero también un tono conciliador. [...] Hablando con la gente se oyen relatos de familias y amistades que ya no son lo mismo. Espías lo que dicen tus conocidos en Facebook y ya sitúas a todo el mundo, pero luego no hablas del tema.

El deseo de normalidad se traduce en la utopía de hacer como que no ha pasado nada, como si aún fuera posible, o un mal sueño del que se puede despertar. Aunque toda esta gente luego regresará a su estado durmiente cotidiano, se fueron con un chute de autoestima. Como decía un señor: "¡Aquí se te quitan todos los complejos!".


Todo muy light. Esta pancarta contra PresidenTorra podría haber sido mucho mas dura...
[granuribe50 / (27/10/2019)]



Pues es un poco lo que dice el cronista Domínguez. Un ejemplo: la dirección del club "Can Caralleu", al que acude habitualmente G.U. a hacer un poco de ejercicio, es de cariz independentista, como tantas otras instituciones en Cataluña, aunque aquí hayan tenido el buen gusto de no hacérnoslo saber a los socios mediante "signos externos". G.U. lleva años acudiendo en domingo, y en ese día de la semana suele haber un guirigay tremendo de familias bañándose, un follón, con un público muy "transversal", como se dice ahora. Hoy, por primera vez en 32 años, se han bañado G.U. y doña Perpetua absolutamente solos, como si fuera la piscina (que no tiene) de su casa. ¿Dónde estaban los bañistas?

O sea, interpreta uno: una cosa es lo que dictan las instituciones y otra lo que piensa el ciudadano. Y parece ser que hay gente que piensa como G.U., pero es indetectable. Ojo al dato: transversal, sí, pero los socios de Can Caralleu suelen tener "la nevera llena" (Tot Barcelona dixit). De ahí que no sea extrapolable el asunto, por desgracia.




P.D. (30/10/2019) Escribe el colega Óscar Tusquets en La Vanguardia, en un artículo titulado ¿Cuántos éramos?

[...] «No nos engañemos: los independentistas lo hacen mucho mejor. Son mucho más obedientes, mucho más organizados. Escogen lugares diáfanos, como la Meridiana. Tienen asignados los lugares que deben ocupar, a los que acuden disciplinadamente y de allí no se mueven. Juegan a balonvolea, cantan sus consignas patrióticas, fan castells y esperan pacientemente a escuchar los discursos. Después, unos pocos, es verdad, se dedican a incendiar la ciudad.
Dudo que podamos aprender de ellos. En esta competición nos ganarán por goleada. No me parece mal el tipo de manifestación que estamos inventando. Ir a pasarlo bien una mañana de domingo, constatar que hay muchísimos que piensan como tú, abrazar a amigos que no veías hace años, no atender a los discursos, parar en una terraza a tomar unas cañas. En las Ramblas, en el Zurich, en la Rambla Catalunya, en la travesías horizontales cercanas al centro, en la Diagonal…

Como cualquier obra en estado embrionario, ésta precisa algo de diseño. Si no hay manera de que obedezcamos fielmente consignas organizativas, difícilmente lograremos imágenes dignas de ser filmadas por Leni Riefenstahl. Lo nuestro es más aleatorio, de geometría menos euclidiana, más fractal. Es difícil definirle un centro, proyectar una dirección y un sentido de marcha, situar un estrado, que los portavoces se dejen ver y se hagan oír, que los políticos ocupen un lugar preferente… No sé, deberíamos echarle imaginación, nuestra referencia, más que la consabida manifestación de protesta, debería ser la Feria de Abril. Allí sí se consigue saber, más o menos, cuanta gente acude.»

jueves, 24 de octubre de 2019

Carme Forcadell y la empatía


COMENTARIO DE TEXTO

¡Caramba, Forcadell! Se lo digo con toda cordialidad, por si sigue El blog del gran Uribe (va a ser que no). Usted, que es filósofa, que ha estudiado filología y ha sido profesora de Lengua, a ver si se entera de lo que significa esa palabra (Empatía: "sentimiento de identificación con algo o alguien"). Nunca es tarde para aprender algo nuevo, Carme.

O tal vez conozca el significado, pero esté utilizando adrede un eufemismo un poco tramposo, porque no es que no se tuviera empatía con la gente que no es independentista, no. Es que se les ha despreciado y se les ha dicho (y todavía se les desprecia y se les sigue diciendo) de todo menos bonitos: "bestias carroñeras", "putos fascistas", "tienen una quiebra en la cadena de ADN", "que se vayan de aquí", "iros a Madrit", "los hemos de expulsar de Cataluña", "gandules que viven a costa nuestra", "son nuestros enemigos", "putos perros de mierda", etc. Muy edificante todo ello, ya ven.

Aquí no inventamos nada: todo esto lo ha oído y leído G.U. en más de una ocasión, a cargo de correligionarios suyos.


miércoles, 23 de octubre de 2019

TV3 desentierra el "Síndrome de Sherwood"

¡Ay, Señor, Señor! Bastantes de los paisanos de G.U. no cesan de inventar maneras de armar bronca. Resulta cansino, muy cansino, la verdad. Ahora se están agarrando a lo de Hong Kong respecto a China —¡menuda comparación!—, hasta el punto de que han adoptado los sistemas que utilizaron allí para montar sus barricadas ante la policía (algunas de las fotografías que aparecieron en este blog fueron tomadas de esas protestas). Mañana hay convocada una manifestación delante del consulado de China, un país con el que se contaba para que instalara en el puerto de Barcelona una disuasoria flotilla de submarinos nucleares, en el caso de una independencia no aceptada. ¿Otra ensoñación más? También se aspira a que el capital chino invierta en el procés. No sabemos en qué situación se encuentra todo eso, pero yo no me buscaría muchos problemas con ese país.



En fin, ya que hablamos de aquellas tremendas algaradas del mes de septiembre pasado en Hong Kong, vamos a ver un poco cómo trata la televisión del règim (TV3, naturalmente) las que se están produciendo estos días en Barcelona:

[Portada del trabajo “El Síndrome de Sherwood”;  Autor: David Piqué i Batallé;  Tutora: Lola Vallés ;Barcelona 12/11/2009 Proyecto “Fin de Máster” del Comisario General de los Mossos d’escuadra Máster en Políticas Públicas de Seguridad Universitat Ouberta de Catalunya (UOC)]

Miyamoto Musashi y Xavier Grasset
G.U. no quiere expresar mucho lo que piensa de estas cosas, por si las moscas. Pero vamos a hechos objetivos: el caso es que TV3 se está empleando a fondo estos días, "como no podía ser de otra manera", intentando sugerir a sus feligreses que el vandalismo de estos días pasados ha sido provocado exprofeso por la policía. Los de la capuchita, en realidad, se estaban defendiendo de los desmanes policiales. Y, con ese didáctico objetivo, han echado mano de un sujeto que está rindiendo unos servicios impagables a la causa, un tipo de flequillito, barba rala y cara de fàstic, del que G.U. huye por sistema, pero que se le cruza sin buscarlo cuando va cambiando de canal y topa con la cadena del règim. Se trata de Xavier Grasset, que desentierra para la ocasión, mediante un vídeo alusivo, un trabajo que hizo un jefe de los mossos d´esquadra, ya fallecido, titulado El síndrome de Sherwood.


[Dice el susodicho Grasset, presentando ese vídeo:

«Queremos hablar ahora del Síndrome de Sherwood, un trabajo del que fuera número dos del cuerpo de Mossos David Piqué para un Master de Seguridad. En un nivel teórico, habló de las manifestaciones y las protestas poniendo de ejemplo las protestas de okupas de los primeros años 2000 en Barcelona. Habla del modelo Miyamoto Musashi; un trabajo teórico de hace más de diez años se convierte en perfectamente aplicable a situaciones mucho más próximas» (sic)].


Pasamos a traducir lo que se dice en el vídeo, en atención a los numerosos seguidores de G.U.de allende nuestras fronteras (nos referimos a las catalanas, naturalmente).

«Si la concentración o manifestación no se prevé bastante violenta se puede llegar a provocar un poco con detenciones poco justificadas para calentar el ambiente. También se pueden hacer redadas preventivas. La batida estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos. Cuando algún grupo descontrolado empieza las acciones violentas, las unidades de policía ni se mueven. Y cuando la violencia empieza a ser generalizada, la actuación policial se retrasa deliberadamente, hasta que los daños causados son inaceptables. La consecuencia previsible es que acabará con una batalla campal. Es entonces cuando hay las cargas policiales, que en ningún momento quieren ser disuasorias. No se disimula. Se va directamente contra los manifestantes y se les ataca con suficiente velocidad para que no tengan tiempo de huir y se provoque un enfrentamiento físico. En este estadio, los manifestantes atacan a la policía. Realmente se están defendiendo, pero no lo parece, han sido acorralados. La violencia entre los agentes y los manifestantes se desata, se personaliza y se descontrola. Es lo que se quiere. Empiezan a aparecer víctimas inocentes. Los que han rehuido el enfrentamiento se encuentran con el resto de unidades policiales. La dispersión no es voluntaria, es a golpe de defensa y cualquier indicio de resistencia es contestado con una contundencia exagerada y detenciones masivas. Esta táctica no es exclusiva de regímenes totalitarios, también se da con demasiada frecuencia en democracias occidentales».


Enlace a e-noticies (aquí pueden ver a Xavier Grasset y el vídeo en cuestión): TV3 pierde los papeles



En fin, "pacíficos" y "cívicos", es la nueva cantilena que el procesismo está repitiendo hasta la saciedad desde sus medios de comunicación (TV3 y Catalunya Radio), sin duda sabedores de que han metido la pata y de que su bondadosa y tierna imagen de Hermanitas de la Caridad está por los suelos. No tardarán en volver a sacar en procesión a Gandhi o Mandela.

Sería éste el caso que nos ocupa, en que el susodicho Grasset viene a acusar solapadamente a la policía de provocar los disturbios adrede, con la única intención de dañar la causa separatista. "Som gent de pau, on anem a parar, que aquestes coses sols les fan els espanyols!". O la señora Forcadell, lamentando con lágrimas de cocodrilo no haber tenido "empatía" con los constitucionalistas. Otra palabra que se utilizará mucho, por cierto. Y todo ese relato trapisondista está siendo esparcido por las redes sociales para blanquear la terrible verdad, para enterrarla con mil engaños.

domingo, 20 de octubre de 2019

Torra llama por teléfono a Pedro Sánchez

«ESCOLTI, SÀNCHES: MIRI EL QUE FAN ELS MEUS CDR. DIALOGUEM O QUÈ?»
[«Escuche, Sánchez: mire lo que hacen mis CDR. ¿Dialogamos o qué?»]

Esto es más o menos lo que Torra quiere decirle a Sánchez. Aquí tenemos un clásico ejemplo de diálogo imposible, porque... ¡Madrit no quiere dialogar!

Un satisfecho Torra, fotografiado en el momento de llamar por teléfono a Sánchez para que libere a los presos y permita la independencia
GERMÁN LAMA (EUROPA PRESS) / granuribe50
«Quins collons!: En dies així i en Sànches ni es pose al telèfon.
És increïble».

[«¡Qué c******!: en días así y Sánchez ni se pone al teléfono.
Es increíble».]

No inventamos nada. Véanlo en: https://twitter.com/i/status/1186174700684300289



P.D. (22 de octubre de 2019)

Quim Torra emulando a Gila
[granuribe50]
«Cuando crees que en TV3 ya no pueden caer más bajo, siempre te sorprenden con alguna ocurrencia que demuestra lo contrario. Como prueba, ese vídeo en el que Quim Torra es informado en su despacho por un esbirro [...] de que el presidente del gobierno español no quiere hablar con él. "Quins collons", clama, a medio camino entre la indignación y el estupor, nuestro presidente por accidente. La cosa ha venido precedida por un montaje incluido en todos los Tele Notícies en el que se ve al conducator pidiendo diálogo a Pedro Sánchez en diversas ocasiones, para que los espectadores entiendan que el pobre hace lo que puede, pero no hay manera de dialogar ante la cerrazón y la prepotencia del Estado español.[...]

Yo creo que, realmente, Torra no entiende que Sánchez se resista a hablar con él (teniendo en cuenta que no entiende casi nada, no es de extrañar). Desde su visión desenfocada de la realidad, ambos son presidentes de sus respectivos países. ¿Cómo le vas a explicar a ese tarugo que Sánchez preside una nación real y él tan solo una entelequia demencial construida contra la voluntad de la mitad de la población? Sería una pérdida de tiempo y por eso Sánchez no se le pone al teléfono. [...]

Bastante ha hecho el presidente en funciones con enviarle una carta en la que, con suma elegancia, lo invita a irse a tomar por saco. ¡Suerte tiene Torra de que no le envíe a los mossos para detenerlo como el peligro público que es!».


Hay un momento para cada cosa en Barcelona

Tot Barcelona ha dedicado una entrada de su blog a las cosas que se pueden hacer estos días en Barcelona, ilustrado con imágenes muy bien escogidas. Se trata de un pequeño reportaje, triste y sentido, que les recomiendo vivamente a ustedes. Lo titula Eclesiastés barcelonés: Hay un momento para cada cosa. En él hay (son los pies de foto):

«Momento para trabajar; y otro para amar; uno para mitigar la sed; y otros para pasear por medio de la autopista; un momento para el footing; y  momentos para el shopping. Hay momentos para acunar; y otros, para hacer espacio y aparcar la moto; e incluso, hay momentos para encender un cigarrillo mientras se pasea».

A lo que Francesc Cornadó apostilla en un comentario no menos triste:

«Pero no hay un momento para sentar la cabeza, no hay un momento para estudiar, no hay un momento para la belleza, no hay un momento para el diálogo, no hay un momento para la concordia, no hay un momento para la cordura, no hay un momento para la tolerancia, no hay un momento para...

Faltan tantos momentos...».

Tranquila cena de turistas en una terraza de Ronda de San Pedro (Barcelona) la noche del 18/10/2019
Fotografía: FERRAN NADEU
Bien, aunque el colega Francesc habla de diálogo, a uno le parece que no se está refiriendo precisamente al que se produce entre los guiris (o no) de la fotografía de Ferran Nadeu. Uno y otro, Tot Barcelona y Francesc Cornadó, olvidan que hay también momentos para una cena sosegada y tranquila en la terraza de un ático de la Ronda de San Pedro, regada con buen vino tinto y en agradable compañía, sin prestar mucha atención a la batalla desigual entre unos niñatos —muchos de ellos con bambas carísimas, iphones de última generación, pelos tratados con queratina (200€ mínimo) y sudaderas de marca con capuchita— contra policías a los que, por lo que sea, no les dejan hacer bien su trabajo.

Increíble pero cierto. En efecto, se trata de una imagen pasmosa y que parece irreal, aunque ya pronto nos parecerá de lo más normal; pero no, no es un montaje de G.U. ¿Quién ha lanzado el infundio de que se va a resentir mucho el turismo de la ciudad condal, "archivo de cortesía"? ¿tal vez Madrit?

En fin, G.U. hubiera preferido que estas tristes jornadas barcelonesas le pillaran lejos de aquí, pero, por razones que no vienen al caso, no ha podido ser en esta ocasión, y bien que lo lamenta.

jueves, 17 de octubre de 2019

Cuando el ciudadano muta en fanático lleno de odio

Como Ramón de España escribe bastante mejor que G.U. y con más gracia, pasamos a publicar unos fragmentos de su último artículo acerca de Pujol ("el Padre de la Patria") y sus secuaces. Dice así, entre otras cosas:

«Intuyo que Jordi Pujol debe sentirse muy orgulloso ante el episodio de insania colectiva y suicidio social que estamos viviendo estos días en Cataluña a raíz de la sentencia del Supremo para los aprendices de golpista del 1 de octubre de 2017. A fin de cuentas, no deja de ser la culminación del duro trabajo por él emprendido desde que llegó a la presidencia de la Generalitat en 1980 y de ese Programa 2000 que hemos conocido recientemente: imponer los designios de media Cataluña (la suya; o sea, la buena) a la otra mitad [...], sin prisa pero sin pausa y contando con la colaboración de los Gobiernos centrales a la hora de mirar hacia otro lado cada vez que necesitaban los votos del jefe de la catalana tribu.

[Enlace a El Periódico (28/10/1990): Programa 2000 de CiU]

Puede que el prusés le pillara mayor y desprestigiado, pero su influencia se aprecia claramente en personajes tan lamentables como Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra, que sin él no serían nada: un trepa de ciudad y dos iluminados de pueblo, siempre peor el nuevo que su predecesor, lo cual lleva a pensar que al sustituto de Torra habrá que ficharlo en el reino animal. Pero, aunque la tabarra máxima les haya tocado protagonizarla a estas tres lumbreras, el inspirador de sus delirios es claramente ese carcamal que, a este paso, la va a diñar sin haber pagado por sus daños morales a esa comunidad a la que tanto dice amar.

Trilero Mas, Presidentorra y Fuigdemont: "Un arribista y dos palurdos", según R. de E.
Las miradas de odio que se aprecian estos días en muchos de los manifestantes son fruto de un sistema escolar y de unos medios públicos de comunicación que se inventó el señor Pujol. Bastaba con fomentar desde la escuela el odio a España, de manera discreta y silenciosa y de convertir Catalunya Radio y TV3 en un aparato de agitación y propaganda que ríanse ustedes de Goebbels, ese aprendiz. La juventud, que no se tragaba ni una patraña del Caudillo, se ha tragado todas las de nuestro primer y más relevante conducator. Mira que era fácil, visto desde ahora: sustituir profesores desafectos por buenos nacionalistas, colocar de rectores en las universidades a separatistas o pusilánimes [...], sobornar a los medios de comunicación privados [...] y presionar a la sociedad hasta que viera que no hay vida fuera del nacionalismo. Tuvo más de 30 años para hacerlo, pues nadie lo vigilaba, y si no se llega a significar como independentista al final de su carrera político-criminal, seguiríamos sin saber nada de sus lucrativas trapisondas.

Pujol se confiesa de sus trapisondas "por Cataluña" / [granuribe50]
Su espíritu planea ahora sobre las histéricas manifestaciones organizadas por la ANC, Omnium Cultural, los CDR o el misterioso Tsunami Democràtic, surgido tal vez de la mente privilegiada de Puchi I de Waterloo. Es posible que el carcamal de Pujol esté ya con un pie en la tumba, pero puede reventar tranquilo: la Cataluña que soñó es ya la Cataluña en que vivimos; y Barcelona, esa birria de ciudad en la que ya no reconocemos a aquélla que, en los años 70, soñaba con ser, para algunos ilusos como el que esto firma, la Nueva York del Mediterráneo es también, en gran parte, obra suya. El hecho de que los encargados de cumplir sus designios sean un arribista y dos palurdos no creo que le inquiete demasiado, pues así puede brillar más él, el genuino Padre de la Patria, ese del que ya hay quien dice que, si ponemos en un plato de la balanza todo lo bueno que ha hecho por Cataluña y en el otro todo lo malo, el primero gana por goleada: cuando el ciudadano muta en fanático lleno de odio, puede pasar cualquier cosa».


miércoles, 16 de octubre de 2019

¿Cómo montar un quilombo como el de ayer?

Maneras de apuntarse al tsunami democràtic
Gran Uribe ha aprendido, sin salir de casa (a través de la TV) a hacer una barricada, aunque es algo que había visto ya a primeros de septiembre (lo de Hong Kong). El modus operandi es el siguiente:

Recibes el oportuno mensaje de "Tsunami Democràtic", vía Telegram (más seguro que WhatsApp) o mediante otra App que has de tener descargada en el móvil; te presentas en paseo de Gracia con la correspondiente sudadera con capuchita; coges unas cajas de cartón de las que sobran de las tiendas; las colocas a lo ancho del cruce y acercas algún container de basura que pilles por allí; le echas un poquito de gasolina que te suministra un CDR y con la velita que traes de casa le prendes fuego al montoncito que has preparado amorosamente. Y así, chaflán por chaflán, vas cerrando varias calles sin que nadie te moleste un ápice, con los guiris mirando asombrados. Importante: no se te olvide grabarlo con el móvil y mandarlo a la central de "Tsunami Democràtic", vía Telegram o la App, desde donde se enviará a todo el mundo. Eso da puntos. Después, recibes un mensaje de retirada, objetivo cumplido. Acto seguido, pasan los bomberos a apagar el fuego y ¡hasta mañana! Lo del aeropuerto, ha funcionado de modo parecido.

Y lo que está por venir, ni les cuento, pero visto que no pasa nada, la cosa irá a peor y empezarán a quemar de todo, no solo cartones. Y si no, al tiempo. Objetivo: que gane las elecciones el PP, que se implante el 155 y, si puede ser, algún muerto (a manos de la policía, claro).

¿Ven qué fácil resulta organizar un quilombo como el de ayer? Una organización de origen misterioso, aunque se ha dicho que fue puesta en marcha en Ginebra, en una reunión en la que participaron Fuigdemont, Presidentorra, Anna Gabriel (CUP) y Marta Rovira (ERC) el 2 de septiembre, a semejanza de lo de Hong Kong. Es el tsunami democràtic, un objeto peligroso de difícil control y que se puede ir de las manos con facilidad. Repito: "y si no, al tiempo". Mal asunto.

Barcelona, paseo de Gracia (15/9/2019)
Esté detrás quien esté, es el odio, fomentado por la Generalitat de Catalunya y su aparato de propaganda. Ha llegado. Nos lo ha traído el nacionalismo. Y, ¿de dónde ha salido? Del victimismo (Espanya ens roba, ens volen aixafar, ens volen residuals, etc.), del supremacismo (som collonuts, som els millors, els espanyols son uns ganduls, "los españoles tienen un bache en la cadena de ADN y huelen a cloaca" (Torra dixit), etc.), del resentimiento, la envidia o la mentira (tot és culpa de Madrittots els calés es queden a Madrit, volen que desaparegui el català, etc.); en fin, todas esas consignas con que han envenenado el ambiente durante años, muy especialmente desde 2012, cuando Pujolone dio el pistoletazo de salida vía el trilero Mas, quien, por cierto, qué suerte tuvo de que la CUP le hiciera dar un pas al costat...



En la familia de G.U. lo ven así (no ha tratado de esto con nadie más): Dice El Tapir en un WhatsApp:

«El odio ha penetrado por todos los poros de la sociedad catalana y difícilmente saldrá de ahí. Odio y desprecio hacia todo lo español, a partes iguales. Y ya sabemos que en Cataluña este tipo de heridas no cicatriza; al contrario, se va agrandando y agravando con el tiempo (y alguna ayudita de políticos incapaces e irresponsables). La épica contribuye a deformar, fortalecer y amplificar los hechos en la memoria colectiva. ¡Si todavía pervive en el recuerdo la "gesta" de 1714».


Y, en otro WhatsApp acota nvts:

Hong Kong (1/9/2019)
«Añado una observación: lo de ayer, como lo del aeropuerto, pretende ser una "performance" alentada y/o organizada por los cerebros grises del separatismo. Eso de que parezca Hong Kong, pero a las 23 h a casa. Imitación de los Chalecos Amarillos: "barricadas" fabricadas con cajas de embalaje cada 50 m. sin que los mossos impidieran nada; se apartó las motos/bicis de las llamas; no se atacó ni devastó un solo escaparate de las tiendas de superlujo del paseo... En cualquier celebración del Barça se rompen cristales con el consiguiente pillaje. Los mossos/bomberos iban apagando las llamas por detrás de los nenes de las capuchetas... En fin, todo muy raro y como impostado. Para salir en los telenoticias de todo el mundo han querido montar una sarta de performances estilo "diada" desde una más que sospechosa cuenta de internet. Pero, cuidado. Están, nunca mejor dicho, jugando con fuego. Esto que creen que controlan se les puede salir de madre y que nos quememos todos.


domingo, 13 de octubre de 2019

¿Revolución de "sentiments" o de "centimets"?

En la entrada anterior de El blog del gran Uribe, Miquel Cartisano (ya saben, Tot Barcelona de "nombre artístico", el autor de la estupenda Las sombras se equivocaron de dueño, esa que está firmándole a este bloguero en la fotografía adjunta), decía cosas que comparte G.U. Estaríamos, según él, en una especie de "revolución de las neveras llenas", parafraseando al propio Miquel, que ha utilizado esa expresión en alguna ocasión.

Miquel Cartisano
[Fotografía: granuribe50]
«Y más, GRAN URIBE; ¿dónde ha visto Ud. que triunfe una revolución burguesa ?

Esta revolución nació por dinero (ocultar el caso del tío Florenci, y que no se abriera el de banca Catalana porque no quedó bien cerrado, dado que los dineros del Florenci empezaron a dar beneficios cuando desaparecieron los de B.C., que por decir, todo viene de lo mismo).

¿Cuándo se ha visto que una revolución sea capitaneada por gente que vive en Sarriá/Sant Gervasi, Bonanova o Sant Cugat?, y que tuvieran segunda residencia en Queralt, o Palafrugell pudiera triunfar?... Las revoluciones son trasversales, todas, y se inician por la escasez de comida, primero; la carestía de la vida, segundo y la falta de garantías ciudadanas, tercero.

Nada de eso ocurre en Cataluña, pero absolutamente nada de eso, y cualquiera que lea esta entrada puede dar fe. Por lo tanto, lo que aquí se dilucida es a qué fin y quién mueve los hilos para que no se pare el ruido.

El fin es apropiarse de la aldea grande (Cataluña), y actuar como se ha estado haciendo 23 años, de señor feudal. Lo mueven las 400 familias que dijo Millet (som cuatrocentes families i sempre som els mateixos). Actúan los jubilados nostálgicos y los mocos-prontos, o sea, niñatos hijos de la burguesía de 14 a 25 años con Apples de 800 € y el fin de semana a esquiar a los Alpes».

Un saludo, Miquel



Parecido enfoque al de Albert Soler desde su columna de Diari de Girona, en un artículo de hace unos meses que tenía por título L'opressió, per a qui se la treballa, aunque éste le añade sus habituales notas de humor corrosivo.


«Ser un oprimido no está al alcance de cualquiera. Basta con abrir un poco los ojos cuando se visitan estas pequeñas poblaciones, junto a las ciudades, que han pasado a convertirse en zonas residenciales, para comprobar que cuanto más grande y bonita es la casa, más grande es también el lazo amarillo que adorna el balcón. Y no faltará alguna estelada al viento. Se trata de la vivienda de una familia oprimida, tal como indican las señales externas. Si ve usted una casota con piscina, una extensión de césped similar a la del Nou Camp y tres coches en el garaje, tenga por seguro que habrá también bonitos lazos amarillos, esteladas y quizás alguna pancarta anunciando al mundo que allí viven oprimidos, pidiendo auxilio, suplicando que alguien los saque de esa situación insufrible. Algo parecido ocurre en la ciudad, donde la proliferación de pancartas en los balcones, y lazos en fachadas y en pecheras de los peatones, es especialmente notable en el centro, en los barrios de la burguesía. La misma Rambla, un domingo al mediodía, está llena de oprimidos tomando el aperitivo. [...]

Tres revolucionarios oprimidos:
1) Presidentorra intenta beber en botijo, con poco éxito
2) Artur Mas, el iniciador de todo (tal vez por orden de Pujol)
3) Joana Ortega (con samarreta de diseño y americana de árbitro)
Cuando voy a Barcelona, como me desplazo en metro, no veo lazos amarillos. En el metro no hay oprimidos, hay trabajadores. Los oprimidos viajan en taxi, en su propio coche o en vehículo oficial, como Presidentorra, que gracias a cobrar 140.000 euros anuales, se puede sentir el príncipe de los oprimidos. O como Joana Ortega, que acaba de ser colocada a razón de 70.000 euros, y sólo se nos ha comunicado que hará un trabajo "transversal". Antes había chicas que se ganaban la vida de manera horizontal, algunas incluso acababan poniendo una mercería, gracias a tantas horas de trabajo horizontal. Cataluña, pionera en tantas cosas, ha inventado las que trabajan de manera transversal, Joana Ortega es el prototipo, pero vendrán más. Joana Ortega, no hace falta decirlo, es también una oprimida. Transversal, pero oprimida. Con 70.000 euros al año, la opresión empieza a hacerse angustiosa.

No es extraño que la máxima aspiración de los pobres trabajadores catalanes —no digamos de los inmigrantes— sea llegar a estar oprimidos. Quizás deberíamos manifestarnos reclamando un poco de opresión, no puede ser que se la lleven siempre los mismos. Mientras no mejoremos nuestra triste situación económica, hay que conformarse con formar parte de los opresores, o de los colonos, o de cómo nos quieran nombrar los pobres oprimidos».

Naturalmente, hay muchos comentarios a ese artículo en los que se le llama a Albert Soler "de todo menos bonito". El más sensato le dice que "la revolución de las sonrisas" no se produce por cuestiones económicas sino de sentiments. Ya saben, es contra el Estado opresor y franquista.




Y ya que hablamos de sentiments, ¿recuerdan el retrato de Jordi Pujol que hizo el gran Juan Marsé en Señoras y señores (Ediciones Alfabia, 2013, pág. 23). Era antes de las confidencias del gran evasor («un señor que confunde Catalunya con su persona», según el retrato de Marsé). Ya recuerdan ustedes, la confesión que "evacuó" el 25 de julio de 2014 sobre los dinerillos heredados de l´avi Florenci, a los que se refería Tot Barcelona al principio de esta entrada. Lo comentamos en estas páginas, al día siguiente de producirse, en la entrada titulada "El Gran Jefe se confiesa".

«Es una cara redonda y vivaracha, ágil y hábil, con diversos tics de efecto retardado y muy patrióticos efectos financieros, políticos y carcamales, que confunde a los poderes de Madrid. Ojos parpadeantes, boquita astuta y dicharachera estilo Joan Capri, cejas inteligentes y umbrías, mejillas de pellizcar. Tiene el señor algo de gnomo, de duendecillo de los bosques. Está muy lejos de ser un personaje de cuento infantil o juvenil, pero, por alguna razón, probablemente por su simpatía esforzada de boy-scout en acampada libre -pero sin pasarse-, la mochila a la espalda y la cantimplora al cinto le van. 

Su estilo, llano y natural, remite a una sana tradición excursionista catalana siempre en vigor, nostálgicas canciones alrededor del fuego, juegos y chistes no muy verdes, escalada matutina al Cavall Bernat y después el Virolai a cuatro voces: un noi trempat.

[...] En fin, una cara que expresa sentiments i centimets, esa distinguida dualidad que resume la problemática gobernabilidad de Catalunya».

viernes, 4 de octubre de 2019

Laila Jiménez y la "revolución de las sonrisas"


1) Balcón de la Generalitat, con la pancarta de Llach y Baños; 2) Laila suplicando ayuda; 3) Laila y el iracundo arquitecto
[Imágenes tomadas de Twitter]

Laila Jiménez
Ya saben que casi todos los días del año es el "día de algo". Pues bien, aprovechamos que hoy se celebra el Día Mundial de la Sonrisa 2019 para relacionarlo con la deriva que ha ido tomando con los años el pacífico procés, a partir de sus enternecedores inicios como "revolución de las sonrisas".

No sabemos qué tipo de celebración hará hoy Laila Jiménez, la sonriente reportera de Telecinco, a la que los de la "revolución de las sonrisas" han llamado p***, le han gritado que se vaya y le han vertido en la cabeza el contenido de una botella de vodka (¿por qué no de Ratafia?), cuando estaba intentando informar de la manifestación del 1-O. Suponemos que seguirá el camino emprendido por Blanca Basiano, la periodista de Antena 3 que el mes pasado solicitó nuevo destino, visto el trato que se le dedicaba por estos lares, donde se la llamaba "de todo menos bonita".

Laila Jiménez ha explicado a Telecinco que se había sentido humillada y quiso agradecer las muestras de apoyo recibidas, tanto de políticos de todos los partidos como de compañeros de profesión y de personas anónimas. Sin noticias de Torra, aunque no nos sorprendería que al despacho de ese irascible arquitecto empezaran a lloverle encargos ("és un dels nostres").


martes, 1 de octubre de 2019

¿Por qué no se cuelga a sí mismo Torra?

Hoy, segundo aniversario de 1-O, le pilla a G.U. por estos lares: no ha podido huir esta vez, porque ya se escapó hace muy poco y está "tieso". Como es lo que hay, más nos vale tomarnos las cosas con un poco de humor. Más o menos, como viene haciendo R. de E. desde hace años, y bien agradecido que le está este bloguero por esa labor profiláctica que realiza, gracias a la que no estamos internados en un psiquiátrico los que no somos unos fanáticos del asunto.

Hoy lo hace en su artículo ¿Y si colgamos a Torra?, en el que, a raíz de la heroica operación de colgar una pancartita en el balcón de la Generalitat, llevada a cabo por los "luchadores" Antonio Baños y Lluis Llach, sugiere que quien se cuelgue con un arnés de ese balcón sea Torra. No parece una mala idea.

[...] (Torra) «debería haberse colgado a sí mismo en señal de protesta. Atención, no estoy sugiriéndole que se ahorque, sino que se cuelgue con un arnés que lo sujete por los sobacos y lo convierta en la prueba viviente de la opresión española. Daría gusto verlo ahí colgado, con un megáfono para lanzar soflamas procesistas y poniendo cara de estar muy contrariado, que es, por otra parte, su expresión habitual. Puede que, en otro lugar, la ausencia parlamentaria del presidente causara algún perjuicio a la institución, pero en el caso que nos ocupa, teniendo en cuenta que Torra no da golpe, es poco probable que alguien le echara de menos.

Antonio Baños, Torra y Lluis Llach posando en el balcón de la Generalitat (27/9/2019) / [Ramón Zorrakino / granuribe50]

»Se trataría, además, de que el ejemplo de nuestro conducator fuera seguido en masa por todo el procesismo. Para no ser menos, Ada Colau debería colgarse del balcón del ayuntamiento y, convenientemente provista de su propio megáfono, hablar a grito pelado con el colgado del edificio de enfrente, espectáculo que, sin duda alguna, sería muy del agrado de los turistas. 

A continuación, todos los alcaldes separatistas de Cataluña, que son un montón, procederían a colgarse de sus edificios, y serían rápidamente imitados por todos los buenos catalanes procesistas, que son legión, convirtiendo las ciudades y los pueblos de Cataluña en una monumental performance que a la fuerza habría de llamar la atención de la prensa internacional, así como de la comunidad psiquiátrica mundial».