Por motivos que no vienen al caso, hemos frecuentado últimamente un lugar de la Av.Tibidabo donde hacen pruebas médicas diversas.
Allí, casi frente al edificio de la Rotonda, están los
jardines de la Tamarita, que rodean a la casa que es la sede de la Fundación Blanquerna.
Antiguamente, la finca se llamaba
El Frare Blanc, porque por allí discurría una
riera con ese nombre. Hemos aprovechado la circunstancia para recorrerlos varias veces y descansar en ellos.
Lo primero que nos encontramos al entrar es una pareja de fieros leones, pero
dormitando, abrumados quizá por el calor que hace estos días. Detrás hay un pequeño
estanque, sin agua por las restricciones.
Últimamente han puesto de moda esto de los "
refugis climàtics", que el Ay
Untamiento define como «espacios interiores o exteriores accesibles que, durante
los meses de mayor calor, proporcionan confort térmico, descanso y seguridad a
la población» (sic). Pues bien, nos adentramos en uno de ellos.
En efecto, en este pasadizo se está realmente fresco y corre cierta brisa. ¡Aleluya! Aprovechamos para relajarnos en uno de estos bancos. El ruido del tráfico urbano —es
una zona de lo más ajetreada— queda bastante en sordina; se ve que los árboles lo
absorben en parte.
Barcelona no anda sobrada de parques y jardines. Varios de los que hay son
gracias a que el Ay Untamiento se hizo con las casas donde estaban situados y
ahora se nos permite disfrutar de ellos. En este caso, se trata de un jardín
privado asimilado como espacio y patrimonio público.
Dos esculturas representativas de África y Asia, del escultor chileno
Virginio Arias (1855-1941). Era un buen y prolífico artista. Tal vez no sea ni Miguel Ángel ni Bernini, por supuesto, pero es lo que hay.
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Aquí tenemos la parte inferior de la escultura representativa de Asia y la parte
superior de la de América. Ambas son del antes mencionado Virginio Arias. Por razones que
ignoramos no está presente la escultura de Europa (tampoco la de Oceanía, pero
ésta creemos que no se llegó a realizar).
No piensen que son ejemplares únicos. Estas mismas esculturas representativas de
cuatro continentes están también en Lima, en Santander (en la Casa del Marqués
de Valdecilla), en Valencia (en la plaza de la Legión Española) y en algún lugar
más, parece que en Argentina. Aquí, las cuatro en línea...
Los jardines situados en fincas privadas suelen estar diseñados por paisajistas
conocidos del primer tercio del S.XX, como
Forestier o, en este caso, Rubió i Tudurí, discípulo y colaborador suyo.
Nicolás Rubió i Tudurí
no era solo un extraordinario jardinero y paisajista, contra lo que se suele
creer. Era también un buen arquitecto. La actual sede de la Fundació Blanquerna
fue diseñada por él.
Los jardines tienen zonas clásicas, parterres, flores, estatuas, fuentes y
estanques con nenúfares.
Nos encantan los nenúfares. Los hemos visto recientemente en Montjuïc, en el
Palacio de Pedralbes o en el
Laberint. Aquí no es que haya muchos, pero resulta
suficiente para este pequeño estanque.
Y también tiene otras zonas más umbrías, de tipo romántico, con grutas y plantas
colgantes. Precioso.
Por desgracia, como hemos comentado, el agua brilla por su ausencia, debido a "la
pertinaz sequía", como decía Franco. A ver si el Ay Untamiento se decide a
ponerla otra vez en circulación, al menos en lugares así, tan evocadores, porque
pierden mucho sin ella.
Y volvemos por donde hemos venido, por ese arbolado pasadizo donde sigue corriendo
el fresco.
Y esto es todo. Ya salimos al fragor del tráfico de esta zona, junto a la plaza
Kennedy. Si pasan por aquí cerca, no duden en acercarse a estos jardines para
apaciguar los ánimos, que andan algo convulsos...
Aprovechando que no nos lee (casi) nadie, G.U. prefiere estos jardines, por modestos que
sean, a esos que diseñan ahora los arquitectos —gente peligrosa en ese
menester—, en general tan estructuraditos y tan poco acogedores, con mucho hormigón, bancos de piedra sin respaldo, farolas "de diseño", etc.
En fin, a veces
uno entiende a Woody Allen cuando decía —en coña—: «Soy totalmente contrario a
la pena de muerte, excepto para arquitectos». [¡Ah, ojo al dato! Lean el comentario de Tot Barcelona].