[Dedicado a F.C, en el «Día de San Valentín»]
Hoy, día de San Valentín, el supermercado "Condis" nos ha hecho este
entrañable regalo:
Hay quien tilda a G.U. de estar aferrado al pasado, de no comulgar mucho con los
tiempos que han ido deviniendo en esto que tenemos ahora, poco
esperanzador. Un "carroza". Hay cosas del pasado que no se olvidan, nos guste o no.
Esta cancioncita de Augusto Algueró es una de ellas. Formaba parte de la banda
sonora de una pelicula llamada El día de los enamorados, protagonizada por la gran Conchita Velasco. Ella misma la cantaba, pero se hizo más famosa en la versión
de Mona Bell. Hoy la tarareaba este bloguero en la ducha. Un bonito vídeo. «Caspa», como se dice ahora, solo apta para nostálgicos:Bien, vamos con algo más profundo, aunque relacionado en cierto modo con lo que estamos glosando.
Hoy, en esta entrañable jornada, les vamos a contar una historia de amor. A finales del S.XIX (1892), un conocido poeta francés se cruzó en el puerto de Génova, en una noche muy húmeda y fría, con una mujer catalana. Intercambiaron miradas, nada más. Según confesó algunos años después a un amigo, «su languidez y una coquetería de turbadora soltura lo habían herido y luego enamorado, cada día más, con desgarramientos, obsesiones y presagios muy extraños». Nunca supo su nombre.
El caso es que no llegaron a conocerse nunca, pero el poeta siguió «profundamente enamorado» (como P. Sánchez) de esa misteriosa mujer durante mucho tiempo. No sabemos cómo supo que esa mujer era catalana, pero es igual. Como resultado del suceso y de esa obsesión que marcaría su vida, comprendió que no podía seguir así y decidió separarse de sí mismo. A esa crisis existencial se ha dado en llamarla «La noche de Génova».
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En el puerto de Génova, una mujer catalana rompió el corazón del poeta francés |
De lo poco bueno que
ResponderEliminarhan hecho los curas,
San Valentin : Como
respuesta , a la
celebración pagana
de la Lupercalia ,
dije bueno, porque
la Lupercalia , se
celebraba atizando
a mujeres con latigos
hechos de piel de cabra,
en España se asoció a
los enamorados , como
siempre , de manera
comercial, se lo saco
de la manga , Pepin
Fernandez, fundador
de la extinta Galerias
Preciados .
Efectivamente, nadie en España asociaba a San Valentín con los enamorados hasta que en 1948 el avispado José «Pepín» Fernández, fundador de Galerías Preciados, trajo esta tradición anglosajona de regalar flores, regalos o dulces a la persona amada cada 14 de febrero.
Eliminar[img]https://s3.abcstatics.com/Media/201401/28/sanvalentin-2--644x362.jpg[/img]
Este encuentro del autor de Le cimetière marin con la joven catalana me recuerda el encuentro de Dante con Beatriz. Solo las vieron una vez pero el encuentro los transformó profundamente para el resto de su vida. Las mujeres, a veces misteriosas -aunque no siempre- nos desafían intelectual y sensitivamente. Yo no podría haber estado con una mujer que me resultara vulgar. Necesito admirar algo que me dé sentido, que me enseñe, que me emocione.
ResponderEliminarDante y Beatriz creo que se habían visto de refilón alguna vez anterior, pero el encuentro clave tuvo lugar nueve años después de la primera ocasión en que se vieron. Fue en Florencia, en el paseo junto a el Arno (justo allí unos descuideros se apropiaron de mi cámara Olympus), con el Ponte Vecchio al fondo. Por allí Beatriz iba caminando con otras dos mujeres. Ella lo saludó. Él se emocionó de tal manera que no pudo siquiera contestarle. Refleja ese momento la pintura de Henry Holiday (1884)
Eliminar[img]https://render.fineartamerica.com/images/images-profile-flow/400/images/artworkimages/mediumlarge/3/6-dante-and-beatrice-henry-holiday.jpg[/img]
Recuerda un poco al caso que hoy nos ocupa. Saludos.
Muchas gracias por la dedicatoria y por el video.
ResponderEliminarFloristerías, supermercados, pastelerías, ferreterías... en muchos comercios nos obsequian con algún regalito, esto es una maravilla, te lo cobran por otro lado, sí, lo sabemos, pero la satisfacción también tiene un coste y lo admitimos con mucho gusto.
La belleza que pasa el puente y después se va es una imagen poética de primer grado. La imagen deja una huella que perdura. A mí me ocurrió también en Génova, pero fue en forma de un helado de amaretto, el mejor helado que he probado en mi vida, pasé el puente y el helado ya me lo había comido, dejó una señal gustativa en mis papilas y después aquel placer ha permanecido en mi mente.
Aquel poeta que se enamoró de la catalana y probablemente supo que era catalana por lo que decía Apollinaire de estas señoras. El caso es que con los años uno va sustituyendo las imágenes y algunos dicen separarse de los ídolos de juventud, sucede con las figuras de Hollywood, con los futbolistas y con las bellezas que pasan el puente. Beatrice se desvaneció y quedó en la poesía. El helado de amaretto se desvaneció en el paladar y quedó en las pupilas y la catalana de Génova se fue y quedó en el intelecto del poeta-pensador.
Repito, muchas gracias por la dedicatoria.
Salud.
Estaban buenísimas las fresas. Dulces, sabrosas y en su punto, no como otras veces que las compramos allí. Se han esmerado en el "Condis" esta vez.
EliminarLa imagen es «una imagen poética de primer grado», tal como dices. A ti se te diluyó el helado en la boca más rápidamente que al poeta (que hoy nos ocupa) el recuerdo de la mujer catalana, de tal modo pertinaz ese recuerdo que tuvo que deshacerse de él recurriendo al "intelecto". No es una mala opción. No sé por qué dedujo por Apollinaire que la misteriosa mujer era catalana,, tal como sugieres. Aunque éste casó con Madeleine Pagès tras su relación con Geneviève Marguerite Marie-Louise de Pillot de Coligny (Lou), a quien mandó encendidas cartas y poemas visuales desde el desde el frente, que yo sepa no eran catalanas ninguna de las dos.
[img]https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/f65e9260-9af1-4b44-8d7e-1b8071d7b001_media-libre-aspect-ratio_default_0.jpg[/img]
Pero bueno, da igual. Todo esto se me ocurrió a raíz de tu entrada, en la que publicabas versos de un poeta del que no quisiste desverlar su nombre, nombre que solo "los primeros de la clase" (no "los últimos") supimos adivinar, pero en ningún caso desvelar.
Un abrazo.
Caramba, que bonito.
ResponderEliminarMe alegro que coincidaís , FC y tu, de verdad me hace feliz.
En su entrada pensé en el nombre de un poeta que tiene nombre de calle en Poble Sec, ya ves.
Pero me alegro que hayas sido tu el Holmes que lo haya descubierto y además le hayas dedicado la entrada.
Abrazotes mil a los dos a la vez
Ahhh, y salut, mestre ¡
Bueno, lo explico más arriba. Y añado: yo soy un lego total en casi todo, pero ciertas entradas que publicáis me motivan a profundizar un poco en esos asuntos. Así aprendo y amplío horizontes. Disfruto mucho con eso.
EliminarCreo que ya va siendo hora de desvelar que el enamoradizo poeta francés del XIX-XX que transgredió su emotividad extrema (que aqueda patente en "La noche de Génova") en aras del "intelecto", tiene como iniciales "P.V.". La foto de esa cautivadora señora en el puerto la he obtenido mediante I.A., esa que quiere potenciar Europa.
Un abrazo.
Como "P.V." hay otro, como mínimo, complemento el asunto: "Pa.Va."
EliminarQue bonito,ese amor no lo entiendo,tenía que haber luchado por él, preguntando,indagando.Ya se que una cosa es la idealización y otra la realidad,que puede ser lo contrario.Pero no pasa nada,si no es esa será otra,pero hay que buscarlo.No te puedes quedar sin amor en la vida.Para mi es la continuidad, amor por la mujer,después pasa a los hijos y al final a los nietos.Tengo la gran suerte de tenerlos de todos.No me interesa el amor desgraciado o idealizado.Siempre hay alguien que te puede dar amor.
ResponderEliminarSaludos
Casi tanto como la de Dante y Beatrice, me parece muy hermosa esa historia; no sé si obedece a la realidad o hay parte de ensoñación poética, pero me da completamente igual. Tiene algo que me conmueve.
EliminarSaludos