Sánchez anuncia elecciones generales para el 23 de julio |
«Dijera lo que dijera el chef Tezanos, es algo que se veía venir. Sin entrar en detalles, se lo han ido ganando a pulso. Sánchez no ha debido de "dormir tranquilo" esta noche, casi como cuando afirmaba que nunca pactaría con Pablo Iglesias. Y ha reaccionado con prontitud. Eso de que la venganza es un plato que se sirve frío no va con él. Quiere vengar la derrota ya mismo, porque se inmiscuyó mucho en las campañas electorales, casi como si se presentara él.
Hemos encontrado poca mención de Sánchez al descalabro (se lo llama "dudas") y, en cambio, aparecen frases como "el único método infalible para solucionar estas dudas es la
democracia". Solución: elecciones generales el 23 de julio. Ojo con esas
palabras suyas sobre la democracia, no nos confundamos. G.U. piensa que Sánchez lo
primero que pretende es salvar su sillón presidencial y si su hábil jugada falla...
siempre le quedará Europa, donde ya tiene poltrona asegurada. Y allí es donde acabará si perdiera, ya que uno
no se lo imagina cuatro años como jefe en la bancada de la oposición, después de
haber sido presidente. En cuanto a la siempre sonriente Yolanda Díaz, no sería extraño que a ella le sobrara la sombra de Podemos y toda esa gente (las Monteros y Belarras subidas a su chepa y exigiendo) y tener que cargar con ese lastre, pero al fin todo "suma" debe de pensar (o no). Y que se ande con ojo Sánchez con ella, se ríe mucho, pero es una trepa de cuidado y tiene tanta ambición como él. En cualquier caso, G.U. se barrunta que lo que salga el 23 de julio, gane quien gane, probablemente será mucho peor que lo que ya tenemos. El caso es que nunca dejemos de progresar negativamente, en eso se basan en sus temores». |
En fin, lo que leeremos, oiremos y veremos estos meses son descalificaciones, bravatas y proclamas, con promesas de derrotar al enemigo, sea éste la "ultraderecha" o el "sanchismo" y ofertas absurdas, en un ambiente cada vez más pringoso, con los nacionalismos xenófobos y excluyentes a la espera de ver qué reciben. Y pocas cosas de las que realmente nos interesan y preocupan y sobre qué se hará en estos asuntos de los que no se hablará en las campañas y en los medios de comunicación. Por tanto, G.U. leerá pocos diarios, escuchará poca radio y verá pocos telediarios.