domingo, 30 de junio de 2024

El «Equipo Crónica» y la Historia del Arte

Que a G.U. siempre le ha interesado la obra del Equipo Crónica (1965-1981) no diremos que sea un secreto a voces, porque a nadie ha sido comunicado anteriormente, pero se lo decimos aquí y ahora. Como la exposición que comentaremos, La Historia del Arte como pretexto, está muy cerca de su casa, ha aprovechado para visitarla. La verdad es que, en lo que se refere al arte, G.U. no encuentra muchas exposiciones de interés en esta ciudad y no es cosa de dejarlas pasar así como así.
La exposición —que finaliza a mediados de julio— tiene lugar en los locales de la Fundació Suñol. La visitábamos con frecuencia cuando tenía su sede en Paseo de Gracia, pero quizá los números no salían y se han instalado aquí, en calle Mejía Lequerica, junto a la Casa de Maternidad, en un local más bien modesto. Concretamente, enfrente del pabellón Xaloc (1895), el de la imagen superior, que era originalmente el que contenía las calderas y la lavandería de la Maternidad (actualmente alberga el Archivo Histórico de la Diputación de Barcelona).
El Equipo Crónica, compuesto por Rafael Solbes, Manuel Valdés y —al principio—Antonio Toledo, tuvo mucha repercusión en los años sesenta y setenta, hasta el fallecimiento de Solbes en 1981, en que se extinguió. Eran "de culto" cuando este bloguero estaba estudiando en la ETSAB y lo siguen siendo.

Con frecuencia reciclaban imágenes que eran muy familiares en la pintura europea, haciendo referencia irónica a estilos muy distintos, en combinación con elementos de la cultura popular. La rendición de Torrejón (1971) es la primera obra que nos encontramos nada más entrar. Aquí encontramos a Velázquez y la rendición ante la bandera americana y sus soldados (refiriéndose a la base aérea).
De esa faceta del Equipo Crónica (que no es la única, tocaban muchos otros temas) trata la exposición de hoy, la de recreación de obras de arte conocidas. Aquí, en las otras dos obras de la entrada, entre soldados y cargas de la policía, tenemos diferentes guiños al espectador. Que si Warhol, que si Dalí y sus relojes blandos, que si Magritte, que si De Chirico, que si Lichtenstein...
Y también referencia a las guerras de los americanos, ya saben, los tebeos de hazañas bélicas, etc.
Treinta obras participan de este discurso, al que no faltan ciertas dosis de humor, en torno a los cuadros de la Historia del Arte, las vanguardias, el cubismo, los retratos oficiales, la difusión mediática, el mundo del cine (Acorazado Potemkin, 1971) y también ciertas alusiones al franquismo.
El conocido retrato de Felipe II que hizo Sofonisba Anguissola en 1565 es el protagonista en la versión de Equipo Crónica. Lo titulan Tres nubes sobre el imperio (1973).
Seguimos con diversas referencias históricas, El Greco, Goya, y no sabemos si Rembrandt y Zurbarán, acompañan a los ordenadores que empezaban a asomar su cabecita ya a finales la década de los sesenta, a tamaño gigante. Este se titula Las estructuras cambian, las esencias permanecen (1968).
Carteles republicanos de la Guerra Incivil y un homenaje al Museo del Prado; ya saben, la evacuación de sus obras para preservarlas, en la obra titulada El Museo (1973), de la serie "El cartel".
En este contexto, no podían faltar referencias al Guernica, aquí con El guerrero del antifaz, un clásico...
La exposición es bastante exigua, tan solo contiene treinta obras. Pero está bien montada y con iluminación suficiente (algo bastante poco habitual, ya que la tendencia general es ahorrar lúmenes).
No es necesario, por ello, tomar un descanso con ese elemento que G.U. echa tanto a faltar en salas de exposiciones y museos. Un alto en el camino para observar. Aquí no hace falta, pero hay uno.
Hay dos "esculturas"; la de este pupitre, donde encontramos elementos harto conocidos, como son las escuadras, los lápices Alpino, con mesa y sillas de inspiración cubista. También está un señor de gafas oscuras, Espectador de espectadores, que parece mirar con cierta displicencia el cuadro dedicado a Felipe II. Y varias obras de la llamada "serie negra"; entre ellas Alpino, una serigrafía de 1975.
Una vista general de una de las salas. Aquí tienen algunas de las obras que hemos visto hasta ahora; el pupitre y, al fondo, el señor con gafas mirando a Felipe II que mencionábamos antes.
Hasta encontramos un irónico Certificado expedido al Excmo Sr. Don Francisco Franco Bahamonde, con motivo de haber votado (suponemos que ) en el Referéndum sobre la Ley Orgánica del Estado, que presentó el mencionado sujeto en 1966. Equipo Crónica era muy crítico con el franquismo, pero la exposición no está centrada en ese aspecto de su producción.
La biblioteca de libros de arte de la Fundación Suñol es estupenda. Pueden sentarse a hojear los libros.
Salimos por el mismo sitio que entramos, con los cuadros que les presentamos al principio. Muy bien.
Y aquí nos encontramos con el pabellón de la Casa de Maternidad del que hablamos. Un trabajo de ladrillo visto excelente. En fin, qué puede decirles G.U. Si les interesa lo les hemos mostrado, tienen tiempo hasta mediados de julio para visitar la exposición.

[Las obras expuestas proceden de la Colección Mariano Vera (Madrid), la Colección Rafael Tous (Barcelona), el Musée des Beaux Arts de Dole, el IVAM (Valencia), la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundació La Caixa, el Museo Patio Herreriano (Valladolid), la Diputación de Valencia, el Museo Reina Sofía y diversas coleccines particulares de Francia y España]




[En este breve vídeo se pueden ver bastantes obras de Equipo Crónica, con música de Bach].


En fin, si quieren saber múcho más del Equipo Crónica, el blog AREL-ARTE lo explica muy bien.

domingo, 23 de junio de 2024

Un breve paseo por los esgrafiados del barrio de G.U.

Ayer por la mañana salimos de casa con ánimo de dar una vuelta por el barrio de Les Corts, nuestro lugar de residencia. Un barrio en el que aún quedan vestigios de principios del siglo pasado, aunque no muchos. Y hemos salido con la idea entre ceja y ceja de no mirar al suelo, sino hacia arriba, buscando casas antiguas, pequeños detalles, esgrafiados sencillos, etc. Nunca fue un barrio rico, o sea que lo que encontraremos es modesto. Lo poco que se conserva no es nada grandilocuente. 
Lo de más "lujo" lo tenemos a cincuenta metros de casa. Esta la casa que fue de la familia Deu, en la que vivió hasta 1981. Fue construida a finales del S.XIX. Hoy en día Can Deu es el centro cultural del barrio. Aquí, en la fachada posterior del edificio, tenemos los primeros esgrafiados de nuestra pequeña excursión en busca de ellos. Esta familia se enriqueció con la destilación de anises y aguardientes, que se vendían en todo España y se exportaban a Hispanoamérica. La industria textil, los aguardientes y el tráfico de esclavos dieron mucho dinero a Cataluña. El hecho de tener puerto ayudaba, ciertamente. 
Aquí tienen publicidad de Anís Carabanchel, el que más éxito tenía. Un nombre más bien madrileño, pero había que vender "sí o sí". Una frase bastante conocida en Cataluña es "se armó la de cal Deu", cuando se quiere relatar algún sonado pifostio. Hay discrepancias sobre el asunto, pero parece ser que se fundamenta en el enorme revuelo que había por las calles del barrio de Les Corts cuando venían los carros a cargar las botas de licor con destino al puerto de Barcelona, para ser transportadas en barco.
En este solar estaba la fábrica de los aguardientes Deu y Cía. Lo ocupa en parte un edificio de reminiscencias romanas, con un patio de acceso poco habitual por aquí y esgrafiados perdurables.
A G.U le gusta bastante este edificio, por el patio de acceso y por la textura y color de sus paredes.
Es (o era) un barrio modesto y nos encontramos en él casas sencillas, con esgrafiados muy simples.
También hay extraños detalles que guardan un cierto hermetismo para nosotros. Éste es uno de ellos.
Los comercios que quedan son sencillos y algunos de los locales que bajaron la persiana son utilizados como almacén de bares y restaurantes, que es lo único que tiene porvenir aquí. La "España Tabernaria" ha llegado a también a este barrio, cada vez más concurrido para "tomar copas", por desgracia.

El caso es que nos encontramos esgrafiados por doquier. Aquí arriba, sobre una persiana que, al estar pintada, han respetado los grafiteros (nos referimos a esos tipos que pintarrajean todo con sus sprays).
Estamos en la calle Galileo, donde encontramos algunas casas de principios de siglo XX, cuando ya empezaron a edificar en altura en el barrio. Aquí tenemos dos edificios de planta baja más tres plantas, que proyectó el mismo maestro de obras (Joan Verdaguer Barau), en 1902.
De las dos, la de la imagen goza de un esgrafiado más rejuvenecido, ya que fue restaurado en 2001. Una señora nos lanza una mirada de reojo y continúa leyendo su libro, sin lanzarnos imprecaciones.
Como se puede apreciar, el esgrafiado es simple pero muy hermoso. Los vecinos deben de ser conscientes de eso y mantienen muy cuidadas las plantas que adornan la fachada.
Esta es la fachada de la casa al lado, que fue diseñada también por el susodicho Verdaguer Barau.
Aquí tienen la separación entre ambas fincas, con un bajante y diferentes cables pasando por donde no debieran. El esgrafiado es una técnica duradera, pero el tiempo no pasa en balde y restaurarlo, por sencillo que sea (como son los que presentamos hoy), es bastante costoso. Si no hay una jugosa subvención del Ay Untamiento, es difícil que los vecinos se pongan de acuerdo para rejuvenecerlos.
Llegamos a otro edificio interesante en la calle Galileo, donde encontramos un mural que nos ha gustado mucho, sin restaurar todavía. Está situado en la parte central de la fachada, sobre el portal.
Es un gran plafón dedicado a la diosa Minerva, con complementos florales y el escudo de Cataluña.
Como se puede apreciar en la imagen, el plafón ocupa tres plantas de altura del edificio. Es espléndido.
Otra vista lateral del rostro de la diosa Minerva, que observa impertérrita lo que sucede en la calle. Por cierto, en este tramo de Galileo no se han cargado (todavía) los árboles. G.U. lo agradece, aunque dificulte la contemplación de algunos de estos esgrafiados. En este caso, hay que verlo de lado.
En una calle perpendicular hay otras muestras, siempre modestas, pero muy evocadoras. Sin duda, el que encargó estos esgrafiados y la estatua que corona el edificio era una persona muy religiosa.
Vean estas imágenes, con los angelitos empuñando sus respectivas liras, ascendiendo a los cielos. Como ven, a los técnicos de Telefónica no parece amilanarles la presencia del angelito de la izquierda.
Aquí tienen la coronación, con esa imagen presidiendo el conjunto. Por cierto, algo que en lo que quizá no hayan reparado ustedes, es en la presencia de esos agujeros (en este caso ovalados), que se ven en otros edificios antiguos, como los de la calle Galileo. Para los que no sepan de qué va eso, se trata de los huecos de ventilación de las azoteas catalanas, tan presentes en las casas antiguas del barrio. Un sistema simple y eficaz. Son lugares muy apreciados por los gorriones, pero las cubiertas se hacen ahora sin cámara de aire y esas simpáticas avecillas cada vez encuentran menos lugares donde anidar.
No todos los edificios de esta zona son de principios del XX. Los hay un poco posteriores, incluso algunos con ciertas reminiscencias Art Déco. 

Pero no les suele faltar el inevitable esgrafiado y algún elemento más ostentoso, como en este caso.
Acabamos la visita donde empezamos. En la finca particular del señor Deu, el fabricante del prestigioso Anís Carabanchel. Allí, en el patio, hay una terraza muy agradable, en invierno y en verano.

G.U. les desea a ustedes que pasen una feliz verbena de San Juan. Él no es ni ha sido nunca muy partidario de este tipo de festejos (no ha ido jamás a ninguno; detesta los petardos, entre otras cosas).

[Las fotos son de granuribe50 (/21/6/2024), salvo la primera y la última (23/02/2024)]
(Tampoco es el autor del cartel de Anís Carabanchel, ojo al dato)


viernes, 21 de junio de 2024

Solo apto para "carrozas"

Es ya muy conocido el vídeo, pero sigue siendo "bonito de ver", a pesar de que las imágenes pasan a toda leche. Los que ya "peinamos canas" (o no peinamos nada) recordamos bien aquellos tiempos.

El edificio Capitol, de Madrit, el Sepu, el Águila, el basurero, el repartidor de hielo, el molinillo, el orinal, el Cerebrino Mandri, el Optalidón, la Mercromina, el papel Elefante, el Lagarto, el Netol, los platos de Duralex, los braseros, la máquina de coser, el cine NYC, los trenes MARKLIN, el Mecano, el TBO, los patines, las raquetas Dunlop con su protector, saltar la cuerda, la Charranca, el Cavall fort, los autos de choque, las motos con sidecar, la Iseta, el 600... Y las inolvidables "pilules orientales", las telefonistas, en fin, tantas cosas (algunas G.U. no sabe lo que son).

En cuanto a la banda sonora, Ma Vie, con Alain Barrière, está bien escogida.

jueves, 20 de junio de 2024

¡Va por ustedes! (y otro reloj de sol)

De la gente a la que seguimos y nos sigue, siempre aprendemos cosas. De todos, todas y todes. Ni que decir tiene que hay quien nos estimula a estudiar y consultar libros y webs, ya que muchas cosas de las que habla no teníamos ni idea; nos encanta su escepticismo y espíritu crítico. Hay otras personas muy polivalentes y que nos contagian su entusiasmo, su expansividad, su manera siempre positiva de ver las cosas. Otros nos llevan a analizarlo todo y nos prestan ayuda html. Algunos se expresan con cuentagotas, pero están ahí, y no falta alguien a la que le parecen bien todas las cosas que colgamos.

Y, además, están los que no tienen blog, pero se asoman y vierten sus opiniones, que siempre son de agradecer, si no nos "tocan los huevos". Si es así, los borramos sin más. Esto no pretende ser un foro de debate; otros blogs hay para eso. Y hay otros, otras y otres que entran habitualmente y se van sin decir "esta boca es mía"; pero entran. No pasa nada. G.U. entra en sitios y, si no tiene nada que decir o que no se haya dicho ya, se va. Respecto a los/as que dejaron de visitarnos, qué decir: una pena. 


Bueno, bueno, bueno. Hemos dejado para el final a alguien del que G.U. les confiesa que lo primero que hace al abrir el ordenador por la mañana es consultar a ver qué nos cuenta. Es variado siempre, "trabaja" cada día, interviene gente interesante y siempre tiene cosas que comentarnos. ¡Gracias!

Quede claro que G.U.no pretende para nada suplantar a esa persona que le ha imbuído de diversas aficiones. Que si los relojes de sol; que si los esgrafiados; que si pasear por Barcelona, no como si llevara una maleta troley a rastras mirando el móvil, sino observando con atención el entorno...

[granuribe50 (19/6/2024)]

El caso es que G.U. se ha dado esta mañana un paseo por el barrio, mirando todo. Al lado de su casa está la antigua masía de Can Rosés, hoy una Escola Bressol, o algo así. Allí hay dos relojes de sol, que ya los ha publicado algunas veces en su blog la susodicha persona a la que hacíamos referencia (o sea, Miquel, un experto). Llevábamos la cámara a mano y se ha aprovechado la circunstancia para tomar estas imágenes. El sol lucía ufano y las acacias ya tienen flores amarillas.

[granuribe50 (19/6/2024)]
El que hemos presentado está en la fachada principal de esa masía. Es difícil verlo, porque tiene árboles que entorpecen su contemplación. El de la otra fachada, que está siempre un punto más descuidada, es un poco más moderno pero está más estropeado.
[granuribe50 (23/2/2024)]
[granuribe50 (19/6/2024)]

miércoles, 19 de junio de 2024

Picasso y el reloj de sol de la calle Carabassa

Picasso, Les demoiselles d´Avignon (1907); MoMa (Nueva York)
Bueno, qué lío. ¿Dónde se dice que pintó Picasso Les demoiselles d´Avignon?. ¿Calle Carabassa 7, Avinyò 44?. Se trata de un edificio que parece ser que ocupa toda la profundidad entre ambas calles. Se cuenta que allí Picasso visitó con frecuencia a las señoritas de su famoso cuadro, de los primeros del cubismo. Un palacete del siglo XVII donde vivió la acaudalada familia Villavecchia, de origen genovés, y que acogió la sede de la Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia. Se trataba del burdel Ca la Mercé.
Calle Carabassa 7 / [Fotografía: Sílvia Colomé]

Viene a cuento este asunto porque en la fachada de la calle Carabassa 7, opuesta a la de Avinyò, hay unos magníficos esgrafiados. Tot Barcelona ha tratado este asunto en diferentes entradas de su blog.

Escenas mitológicas, motivos florales y el magnífico reloj de sol en el que un ángel-hombre, con una daga en una mano y un reloj de arena en la otra, hace alusión al paso del tiempo. La calle es muy estrecha (está en pleno casco antiguo), da poco el sol y es difícil verlo, lo cual le resta funcionalidad. No sabemos cómo se las apañó Lluís Durán, autor del libro Barcelona Esgrafiada, para retratarlo así. 
El reloj de sol en la fachada de la calle Carabassa 7 (restaurado en 2004) / [Fotografía: Lluís Durán]
En fin, un estupendo esgrafiado, como hay tantos en el casco antiguo de Barcelona, en el Ensanche y en otros barrios. Lluís Durán nos muestra una magnífica selección en su libro Barcelona Esgrafiada, editado por el Ay Untamiento de Barcelona. Como algunos de ustedes quizá no sepan de qué va esto del esgrafiado (que es tan común en Segovia, donde suele ser de tipo geométrico y repetitivo), en el libro se les explica de modo sucinto la técnica de ese procedimiento. Un recurso que reviste y dota de gran dignidad a fachadas a veces anónimas o incluso anodinas.
Esquemas que ilustran esta técnica, tomados de Barcelona Esgrafiada, de Lluís Durán
Resumiendo mucho el asunto. Se recubre el muro con dos capas de tonalidades diferentes, una encima de otra. Se transfiere el dibujo (en general, mediante una plantilla) a la capa exterior y se vacía ésta siguiendo los huecos del dibujo, mediante útiles adecuados. Queda en relieve en dos tonos. Fácil, ¿no?