domingo, 23 de junio de 2024

Un breve paseo por los esgrafiados del barrio de G.U.

Ayer por la mañana salimos de casa con ánimo de dar una vuelta por el barrio de Les Corts, nuestro lugar de residencia. Un barrio en el que aún quedan vestigios de principios del siglo pasado, aunque no muchos. Y hemos salido con la idea entre ceja y ceja de no mirar al suelo, sino hacia arriba, buscando casas antiguas, pequeños detalles, esgrafiados sencillos, etc. Nunca fue un barrio rico, o sea que lo que encontraremos es modesto. Lo poco que se conserva no es nada grandilocuente. 
Lo de más "lujo" lo tenemos a cincuenta metros de casa. Esta la casa que fue de la familia Deu, en la que vivió hasta 1981. Fue construida a finales del S.XIX. Hoy en día Can Deu es el centro cultural del barrio. Aquí, en la fachada posterior del edificio, tenemos los primeros esgrafiados de nuestra pequeña excursión en busca de ellos. Esta familia se enriqueció con la destilación de anises y aguardientes, que se vendían en todo España y se exportaban a Hispanoamérica. La industria textil, los aguardientes y el tráfico de esclavos dieron mucho dinero a Cataluña. El hecho de tener puerto ayudaba, ciertamente. 
Aquí tienen publicidad de Anís Carabanchel, el que más éxito tenía. Un nombre más bien madrileño, pero había que vender "sí o sí". Una frase bastante conocida en Cataluña es "se armó la de cal Deu", cuando se quiere relatar algún sonado pifostio. Hay discrepancias sobre el asunto, pero parece ser que se fundamenta en el enorme revuelo que había por las calles del barrio de Les Corts cuando venían los carros a cargar las botas de licor con destino al puerto de Barcelona, para ser transportadas en barco.
En este solar estaba la fábrica de los aguardientes Deu y Cía. Lo ocupa en parte un edificio de reminiscencias romanas, con un patio de acceso poco habitual por aquí y esgrafiados perdurables.
A G.U le gusta bastante este edificio, por el patio de acceso y por la textura y color de sus paredes.
Es (o era) un barrio modesto y nos encontramos en él casas sencillas, con esgrafiados muy simples.
También hay extraños detalles que guardan un cierto hermetismo para nosotros. Éste es uno de ellos.
Los comercios que quedan son sencillos y algunos de los locales que bajaron la persiana son utilizados como almacén de bares y restaurantes, que es lo único que tiene porvenir aquí. La "España Tabernaria" ha llegado a también a este barrio, cada vez más concurrido para "tomar copas", por desgracia.

El caso es que nos encontramos esgrafiados por doquier. Aquí arriba, sobre una persiana que, al estar pintada, han respetado los grafiteros (nos referimos a esos tipos que pintarrajean todo con sus sprays).
Estamos en la calle Galileo, donde encontramos algunas casas de principios de siglo XX, cuando ya empezaron a edificar en altura en el barrio. Aquí tenemos dos edificios de planta baja más tres plantas, que proyectó el mismo maestro de obras (Joan Verdaguer Barau), en 1902.
De las dos, la de la imagen goza de un esgrafiado más rejuvenecido, ya que fue restaurado en 2001. Una señora nos lanza una mirada de reojo y continúa leyendo su libro, sin lanzarnos imprecaciones.
Como se puede apreciar, el esgrafiado es simple pero muy hermoso. Los vecinos deben de ser conscientes de eso y mantienen muy cuidadas las plantas que adornan la fachada.
Esta es la fachada de la casa al lado, que fue diseñada también por el susodicho Verdaguer Barau.
Aquí tienen la separación entre ambas fincas, con un bajante y diferentes cables pasando por donde no debieran. El esgrafiado es una técnica duradera, pero el tiempo no pasa en balde y restaurarlo, por sencillo que sea (como son los que presentamos hoy), es bastante costoso. Si no hay una jugosa subvención del Ay Untamiento, es difícil que los vecinos se pongan de acuerdo para rejuvenecerlos.
Llegamos a otro edificio interesante en la calle Galileo, donde encontramos un mural que nos ha gustado mucho, sin restaurar todavía. Está situado en la parte central de la fachada, sobre el portal.
Es un gran plafón dedicado a la diosa Minerva, con complementos florales y el escudo de Cataluña.
Como se puede apreciar en la imagen, el plafón ocupa tres plantas de altura del edificio. Es espléndido.
Otra vista lateral del rostro de la diosa Minerva, que observa impertérrita lo que sucede en la calle. Por cierto, en este tramo de Galileo no se han cargado (todavía) los árboles. G.U. lo agradece, aunque dificulte la contemplación de algunos de estos esgrafiados. En este caso, hay que verlo de lado.
En una calle perpendicular hay otras muestras, siempre modestas, pero muy evocadoras. Sin duda, el que encargó estos esgrafiados y la estatua que corona el edificio era una persona muy religiosa.
Vean estas imágenes, con los angelitos empuñando sus respectivas liras, ascendiendo a los cielos. Como ven, a los técnicos de Telefónica no parece amilanarles la presencia del angelito de la izquierda.
Aquí tienen la coronación, con esa imagen presidiendo el conjunto. Por cierto, algo que en lo que quizá no hayan reparado ustedes, es en la presencia de esos agujeros (en este caso ovalados), que se ven en otros edificios antiguos, como los de la calle Galileo. Para los que no sepan de qué va eso, se trata de los huecos de ventilación de las azoteas catalanas, tan presentes en las casas antiguas del barrio. Un sistema simple y eficaz. Son lugares muy apreciados por los gorriones, pero las cubiertas se hacen ahora sin cámara de aire y esas simpáticas avecillas cada vez encuentran menos lugares donde anidar.
No todos los edificios de esta zona son de principios del XX. Los hay un poco posteriores, incluso algunos con ciertas reminiscencias Art Déco. 

Pero no les suele faltar el inevitable esgrafiado y algún elemento más ostentoso, como en este caso.
Acabamos la visita donde empezamos. En la finca particular del señor Deu, el fabricante del prestigioso Anís Carabanchel. Allí, en el patio, hay una terraza muy agradable, en invierno y en verano.

G.U. les desea a ustedes que pasen una feliz verbena de San Juan. Él no es ni ha sido nunca muy partidario de este tipo de festejos (no ha ido jamás a ninguno; detesta los petardos, entre otras cosas).

[Las fotos son de granuribe50 (/21/6/2024), salvo la primera y la última (23/02/2024)]
(Tampoco es el autor del cartel de Anís Carabanchel, ojo al dato)


18 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Gracias! Me he esforzado por conciliar imágenes y texto. Da bastante faena, no te pienses. En ese paseo hice unas ochenta fotos. Seleccionar una veintena, reducir su tamaño y adobarla con el texto adecuado me llevó bien bien un par de horas...

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  2. El esgrafiado de la calle Galileo es extraordinario. La técnica no se hacía por bonita, que lo era, sino para abaratar costes. Generalmente, los inmuebles esgrafiados eran de un solo propietario, pintar el edificio era caro, y lo rentable era esgrafiarlo, pues la obra quedaba para toda la vida o a lo sumo un repaso con el paso de los años.
    Uno de los esgrafiados más comunes en Barcelona es el de las abejas, por aquello de lo laboriosas, pero hay muchos de la diosa Minerva, otro simbolismo similar, y una gran cantidad de angelitos.
    Me ha gustado mucho esta entrada con las fotos del barrio.
    PD: No conocía la marca de anís.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Miquel. Intuía que podía agradarte. Me gusta mucho el esgrafiado de Minerva. Respecto a los de las casas que hay en la misma manzana, aquí tienes dos imágenes "antiguas" que he encontrado en Internet. La primera es de 2007, del final de la burbuja y casi en los inicios de la crisis económica. La segunda es de 2014, en los inicios de otra crisis, la de "el procés". Se ve que esos dos pisos los compraron en su día futuros procesistas. A día de hoy han desaparecido las banderas, pero cualquier día vueven a aflorar. No sé, no sé.
      [img]https://www.arquitecturamodernista.cat/fotos/normal/033866.jpeg[/img]
      [img]https://www.poblesdecatalunya.cat/fotos/normal/042444.jpeg[/img]
      Un abrazo.

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  3. Un reportaje excelente, te felicito, se nota que has disfrutado haciéndolo.
    El esgrafiado es una técnica que resiste muy bien la intemperie y tiene un buen envejecimiento.
    Veo en las fotos unos ejemplos magníficos. Muy bien el edificio de Can Deu, no me extraña que te guste, lo he visitado varias veces con motivo de alguna actividad de las que realiza ese Centro Cívico.
    Muy interesantes las fachadas de la calle Galileo, las obras de Joan Verdaguer Barau, Muy buena la restauración de 2001 y el cuidado de los vecinos, lástima que los instaladores patanes, irrespetuosos y comodones pasen los cables por donde les da la gana sin tener en cuenta ni esgrafiados ni molduras ni nada, ellos van a su bola.
    Naturalmente que me he fijado en los huecos de ventilación de las cubiertas, es una solución magnifica para el aislamiento térmico, y también me he fijado en los motivos clásicos con algunas figura mitológicas todo más o menos hacia el art decó.
    Salud.

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    1. Muchas gracias. En efecto, he disfrutado haciéndolo. Es algo que no sirve para nada pero me entretiene y doy salida a las fotos que hago durante mis (escasos) paseos. Le explico a Orlando la faena que da.

      "Can Deu" me gusta mucho, sobre todo la parte de atrás a modo de ábside poligonal, con sus columnas metálicas, las cristaleras y los esgrafiados. Iba bastante al bar, que tiene terraza en el patio. Ahora es difícil encontrar sitio a ciertas horas. La cuarta parte del espacio la dedican a un "huerto urbano" absurdo (en mi opinión). A los "cursets" que se imparten ahí no he ido nunca. No soy muy adicto a esas actividades (asistí a muchas cuando era profesor, pero es porque daban puntos para conseguir sexenios).

      Me saben muy mal esas faltas de consideración de los "instaladores patanes", sobre todo en casos así. Me supo mal ver eso y le hice una foto, bastante desagradable, por cierto. Con los angelitos de la otra fachada, más de lo mismo. Pero a ellos ¿qué les vas a explicar?

      He hablado de los huecos, porque pienso que mucha gente hoy en día no tiene ni puñetera idea de lo que son o no ha reparado en ellos. Viví veinte años en una casa en la que teníamos una azotea catalana así encima de nuestras cabezas. El caso es que el día de la gran nevada (25 de diciembre de 1962, creo) se acumuló un metro de nieve o más en la azotea. Mi padre era ingeniero y sabía que se suelen sustentar en los "tabiquillos conejeros". Empezó a hacer cálculos y se acojonó de repente. Rápidamente nos envió a comprar palas el día 27 y ya nos ves a toda la familia echando nieve a la calle como locos. A veces he pensado que mi lumbalgia quizá proceda de ese lejano día.

      Un abrazo.

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  4. Muy interesante, la verdad es que paseo bastante por ese espacio, como siempre en bici, porque me gusta el silencio de sus calles peatonales, pero claro no puedo mirar hacía arriba y que de vez en cuando, se cruzan calles con mucho transito, peligrosas.
    Saludos.

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    1. Bueno, de vez en cuando se puede aparcar la bici y "echar una ullada", como dicen por aquí.
      Saludos.

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    1. Muchas gracias, Susana. Hay algunos que me gustan mucho. Pero he añadido otras imágenes menos "preciosas" porque hacían referencia al texto que quería poner. Besos.

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  6. Es una hermosa crónica de un paseo por tu barrio, observando y retratando detalles. Te reconozco que yo no sabía lo que era un esgrafiado. Pensaba que era lo mismo que una pared pintada. Hoy precisamnete he estado en Segovia y se me ha hecho la luz, gracias a que lo explicaste hace poco.
    ¡Lástima que no pasees más y nos lo cuentes!. Me gustan mucho esos reportajes, pero comprendo que deben de dar bastante trabajo.
    Muchas gracias.
    F.G.

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    1. ¡Caramba, qué bien, Segovia! Hermosa ciudad y buen día para comer cochinillo, ahora que todavía no ha llegado el verano por allí...
      Es cierto, en Segovia hay cientos de casas con esgrafiados, casi siempre abstractos o geométricos. A ver cuándo me puedo pasar y hacer una crónica. No será en breve, me temo.
      [img]https://eararquitectura.es/wp-content/uploads/2018/09/ARQUITECTO-ESGRAFIADO-SEGOVIA.jpg[/img]
      Muchas gracias a ti.

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  7. Si todas las cosas buenas que tenemos en nuestras ciudades se defendieran como merecen, la vida en ellas sería mucho mejor. Pero no sólo los instaladores son unos patanes, sino la mayoría de quienes tienen mando en plaza. Sólo hay que mirar a las más altas instancias... Pues los de más abajo, todavía peor (por difícil que parezca).
    Por poner un ejemplo, me sorprende que en las Ramblas no estén todas las casas rehabilitadas, aunque sea la fachada, siendo la calle más famosa de toda Barcelona y de Cataluña entera. Mientras, se siguen gastando el parné en otras tonterías y aquí dejo que cada cual añada el ejemplo que prefiera.
    Mateo.

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    1. Bastaría con conservar bien todo lo que merece la pena ser conservado y que lo nuevo tenga dignidad y algo coherencia con lo antiguo, para que la ciudad tenga un poco de unidad y no sea un ente abigarrado y desagradable.

      En cuanto a otros temas a los que te refieres, estoy un poco deprimido porque no me gusta nada lo que veo. De hecho, los telediarios ya ni los miro, no vaya a coger la úlcera que no tengo. Procuro ya tocar poco estos temas en el blog, aunque de cuando en cuando no puedo evitar desahogarme con una homilía, que es el único ámbito donde expreso lo que pienso de esos temas.

      Saludos, Mateo.

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  8. Mmmm .. ya extrañaba yo estos paseos de tu mano, ha sido delicioso! no me parece un barrio tan modesto, todos los detalles que nos señalas demuestran que las edificaciones son cuidadas, no es la típica barriada con casas uniformadas, totalmente amorfas…Mira, casualmente en Madrid también existe la calle Galileo, está en Arguelles, la conozco porque ahí vivió una temporada mi hijo mientras estudiaba allí, pero esta tuya es mucho más interesante. El caso es que si no es por ti y por MIGUEL, nunca hubiera sabido de estos esgrafiados, no sé si es que no me he fijado nunca o que de verdad no los hay ni aquí en Galicia, ni en León, vamos, que salvo ahí en Cataluña, desde luego de existir no abundan, lo dicho mil gracias! un abrazo fuerte ya de vuelta después de una temporadita asfixiada de trabajo : )

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    1. No sé en Tuy. Las veces que he viajado por allí no me parece haber visto este recurso. Más bien lo que recuerdo son casas de piedra que no necesitan de ese "maquillaje".
      Conozco la calle Galileo, en Madrid, cerca de Alberto Aguilera y de un Corte Inglés. La frecuenté cuando era mucho más joven, porque allí se alojaba una persona con la que tenía cierta relación y que estaba pasando una temporada en Madrid; yo también.
      Vaya, vaya con el trabajo, y que no falte. Se ve que antes del verano mucha gente quiere divorciarse y pasar el verano en libertad... No es mi caso.
      Un abrazo fuerte.

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  9. Conozco bastantes de los lugares que muestras, pero después de leer lo que has escrito descubro los muchos detalles que me habían pasado por alto.
    Saludos cordiales

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    1. Yo, gracias a algunos blogueros, me fijo más en las cosas. De hecho, por ejemplo, ahora sigo viendo esgrafiados por todas partes, algo que antes me había pasado desapercibido. Y quien dice eso, dice otras cosas.
      Saludos cordiales y gracias por la visita.

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