Con frecuencia reciclaban imágenes que eran muy familiares en la pintura europea, haciendo referencia irónica a estilos muy distintos, en combinación con elementos de la cultura popular. La rendición de Torrejón (1971) es la primera obra que nos encontramos nada más entrar. Aquí encontramos a Velázquez y la rendición ante la bandera americana y sus soldados (refiriéndose a la base aérea). De esa faceta del Equipo Crónica (que no es la única, tocaban muchos otros temas) trata la exposición de hoy, la de recreación de obras de arte conocidas. Aquí, en las otras dos obras de la entrada, entre soldados y cargas de la policía, tenemos diferentes guiños al espectador. Que si Warhol, que si Dalí y sus relojes blandos, que si Magritte, que si De Chirico, que si Lichtenstein... Y también referencia a las guerras de los americanos, ya saben, los tebeos de hazañas bélicas, etc. Treinta obras participan de este discurso, al que no faltan ciertas dosis de humor, en torno a los cuadros de la Historia del Arte, las vanguardias, el cubismo, los retratos oficiales, la difusión mediática, el mundo del cine (Acorazado Potemkin, 1971) y también ciertas alusiones al franquismo.
El conocido retrato de Felipe II que hizo Sofonisba Anguissola en 1565 es el
protagonista en la versión de Equipo Crónica. Lo titulan
Tres nubes sobre el imperio (1973).
Seguimos con diversas referencias históricas, El Greco, Goya, y no sabemos si
Rembrandt y Zurbarán, acompañan a los ordenadores que empezaban a asomar su
cabecita ya a finales la década de los sesenta, a tamaño gigante. Este se titula
Las estructuras cambian, las esencias permanecen (1968).
Carteles republicanos de la Guerra Incivil y un homenaje al Museo del Prado; ya saben, la
evacuación de sus obras para preservarlas, en la obra titulada El Museo (1973), de la serie
"El cartel".
En este contexto, no podían faltar referencias al Guernica, aquí con
El guerrero del antifaz, un clásico...
La exposición es bastante exigua, tan solo contiene treinta obras. Pero está
bien montada y con iluminación suficiente (algo bastante poco habitual, ya que
la tendencia general es ahorrar lúmenes).
No es necesario, por ello, tomar un descanso con ese elemento que G.U. echa
tanto a faltar en salas de exposiciones y museos. Un alto en el camino para
observar. Aquí no hace falta, pero hay uno.
Hay dos "esculturas"; la de este pupitre, donde encontramos elementos harto
conocidos, como son las escuadras, los lápices Alpino, con mesa y sillas
de inspiración cubista. También está un señor de gafas oscuras, Espectador de espectadores, que
parece mirar con cierta displicencia el cuadro dedicado a Felipe II. Y varias
obras de la llamada "serie negra"; entre ellas Alpino, una
serigrafía de 1975.
Una vista general de una de las salas. Aquí tienen algunas de las obras que
hemos visto hasta ahora; el pupitre y, al fondo, el señor con gafas mirando a
Felipe II que mencionábamos antes.
Hasta encontramos un irónico Certificado expedido al Excmo Sr. Don Francisco
Franco Bahamonde, con motivo de haber votado (suponemos que SÍ) en el
Referéndum sobre la Ley Orgánica del Estado, que presentó el mencionado sujeto
en 1966. Equipo Crónica era muy crítico con el franquismo, pero la exposición no
está centrada en ese aspecto de su producción.
La biblioteca de libros de arte de la Fundación Suñol es estupenda. Pueden
sentarse a hojear los libros.
Salimos por el mismo sitio que entramos, con los cuadros que les presentamos
al principio. Muy bien.
Y aquí nos encontramos con el pabellón de la Casa de Maternidad del que
hablamos. Un trabajo de ladrillo visto excelente. En fin, qué puede decirles
G.U. Si les interesa lo les hemos mostrado, tienen tiempo hasta mediados de
julio para visitar la exposición.
[Las obras expuestas proceden de la Colección Mariano Vera (Madrid), la
Colección Rafael Tous (Barcelona), el Musée des Beaux Arts de Dole, el IVAM
(Valencia), la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundació La Caixa, el
Museo Patio Herreriano (Valladolid), la Diputación de Valencia, el Museo
Reina Sofía y diversas coleccines particulares de Francia y España]
[En este breve vídeo se pueden ver bastantes obras de Equipo Crónica, con
música de Bach].
En fin, si quieren saber múcho más del Equipo Crónica, el blog AREL-ARTE lo explica muy bien.
Pues me apunto porque la desconocía por completo.
ResponderEliminarBuen reportaje y excelente recomendación.
Un abrazo
Vale la pena acercarse.
EliminarOtro abrazo.
Muy bueno, Uribe. Veo que no hay nada sobre "Las Meninas" de Velázquez, uno de sus temas favoritos. Recuerdo una exposición estupenda que realizó en Madrid la Fundación Juan March sobre este tema concreto. Creo que fue en 2007 o así. Allí es donde descubrí al Equipo Crónica, del que no tenía ni idea hasta entonces.
ResponderEliminarMuchas gracias.
F.G.
No, sobre "Las Meninas" no hay nada. Las referencias a Velázquez se limitan a "La rendición de Breda". Una pena, porque el Equipo Crónica trabajó mucho ese tema.
Eliminar[img]https://www.march.es/sites/default/files/styles/style_416x/public/images/salita.jpg?itok=h5EH_6Se[/img]
Muchas gracias a ti.
Nunca he sido de cómics, ni de novela gráfica, ni de ilustradores en general y mira que me gusta el dibujo…Sé que me he perdido muchísimo y a la vista está, porque es absolutamente increíble la capacidad de esta gente para entrelazar obras clásicas con lo que imagino haría, además de aventura, crítica social. En los tiempos de la dictadura o desdibujabas la crítica o te tapaban la boca, recuerdo que a mi padre le encantaba la Codorniz, que no tiene mucho que ver con esto, que gráficamente es mucho más depurado, pero sí por una forma de expresarse en tiempos en los que no estaba permitido, me ha gustado mucho, muchas gracias y un abrazo fuerte … No sabes la envidia que me da imaginarte en Ibiza, hoy estoy alicaída imaginando a todo el mundo empezando sus vacaciones y yo aquí currando jajaja en fin, todo llegará, que estés disfrutando mucho!!
ResponderEliminarEl Equipo Crónica era muy bueno, en una época en que el auge del pop art chocaba un poco con el severo y lúgubre ambiente franquista de aquellos años.
EliminarNo me imagines tanto en Ibiza, porque no estoy allí. No sé si estoy siempre de vacaciones o nunca de vacaciones, el caso es que para mí ir a Ibiza no es una fuente de relax vacacional sino de obligaciones familiares, básicamente. Voy lo menos posible, especialmente en esta época. Además, su clima no nos acaba de sentar bien, ni a mí ni a doña Perpetua. Pero cuando voy, me gusta hacer fotos, es casi lo único que me divierte de allí (no suelo ir al "Pachá" ni a "Amnesia"). Recuerdo que el primer día en que supe que ya no era joven fue cuando, al llegar al aeropuerto, esa gente que a la salida reparte invitaciones o propaganda de las discotecas empezó a dejarme pasar discretamente de largo y a dársela a otros más jóvenes. Casi como cuando por primera vez un educado zagal me cedió su asiento en el autobús, oferta que rechacé de forma un poco airada (ya no lo hago y acepto).
El caso es que si quiero playa, me conformo con la de Castelldefels que, como tiene ocho kilómetros de largo, alberga sitio para todo el mundo, sobre todo si no es fin de semana. Me gustaban mucho las de Almería, pero hubo un año en que ya vi que se habían puesto imposibles, teniendo que dejar el coche a un par de kilómetros...
Un abrazo fuerte, María (me ha interesado mucho la respuesta que me das en tu blog acerca de la Justicia).
Sólo tengo que levantar la cabeza y treinta centímetros más arriba del larguero de la pantalla del ordenador aparece el cartel de la retrospectiva que se hizo sobre el Equipo Crónica en el Bellas Artes de Bilbao en 1988. Me animé a comprar el cartel y, más tarde, a enmarcarlo y colocarlo en sitio principal. Es un compendio de unas 50 obras en las que aparecen todos los elementos que se han citado en la entrada. Me gusta el Equipo, pero también hay que decir que el arte Pop es más vistoso que otro tipo de vanguardias, pues es figurativo y los colores planos, cuando son bien combinados, gustan al más profano... que casi era mi caso en aquel ya lejano año 88. Luego tuvimos la suerte de que, en una calle principal de Bilbao, Manolo Valdés colocó tres esculturas de las Meninas, que veo todas las semanas, aunque la mayoría de la gente desconoce al autor, por lo que he comprobado (lo que probablemente sería mi caso si no hubiera ido al Bellas Artes aquel año).
ResponderEliminarMateo.