domingo, 31 de marzo de 2024

Música en el día de Pascua

Aprovechando que en todo el edificio no queda ni Dios en estas fechas, hemos puesto como cada año en este día el oratorio completo del Mesías de Händel a toda potencia en el tocadiscos, algo que no se puede ni debe hacer habitualmente. Es una costumbre a la que no consiguimos renunciar.

Esto es «música sacra» (como la llamaba el padre de G.U.) de alto nivel y lo demás son tonterías. Pero no les ofrecemos el habitual Aleluya, sino otra pieza del Mesías también muy conocida (pero no tanto), para celebrar el día de Pascua (la mona toca mañana, pero en casa tenemos vedado el azúcar).
 
Un día éste que, en la casa de la calle Muntaner de la infancia de G.U., de la que hablábamos el jueves pasado, se celebraba con una gran cacerolada en la terraza, a la que se incorporaba todo el barrio. Con un día como el de hoy, con esta lluvia pertinaz, no hubiera podido hacerse.

Händel, Mesías; "O Thou that tellest good tidings to Zion; Ann McMahon Quintero, mezzosoprano;  Boston Barroque; Martin Pearlman, director. Grabado el 3 de diciembre de 2022 en Calderwood Studio de GBH.



Y, de propina, la versión que más agrada a Gran Uribe, la de la London Philarmonic Orquestra (de 1973) con la contralto Anna Reynolds, bajo las órdenes de Karl Richter, un director excelente, que fue masacrado en su día por aquellos musicólogos que exigían que las músicas del barroco habían de ser interpretadas "Sí o Sí" (como se dice ahora) con instrumentos de época. Pero él, a lo suyo, las versiones clásicas, como su maravillosa interpretación de los Conciertos de Brandenburgo, de J.S. Bach.



Handel: Messiah: O Thou That Tellest Good Tidings to Zion (¡Oh, tú que diste la buena nueva!) 1) Aria para contralto; 2) Coro
Karl Richter, Orquesta Filarmónica de Londres, 

viernes, 29 de marzo de 2024

Viernes Santo: Salzillo y Bach

«DE GUSTIBUS ET COLORIBUS NON EST DISPUTANDUM»

Parece ser que el tiempo ha acompañado por fin y la "Última cena" de Salzillo (1763), de la que hablábamos ayer, ha salido en procesión, junto con los otros ocho pasos. 'La Oración en el Huerto' (1754), 'El Prendimiento' (1763), 'Los Azotes' (1777), 'La Verónica' (1755), 'La Caída' (1752), 'Nuestro Padre Jesús Nazareno' (1600), 'San Juan' (1756) y 'La Dolorosa' (1755). Son imágenes para verse en las calles en procesión —y para ese fin fueron creadas—, mucho más que en el museo, que también.

Estamos acostumbrados a verla con todos los apóstoles alineados a un lado de la mesa, pero aquí la tenemos con cada uno en su lugar y ¡en 3D!. ¡Esto es escultura, no pintura! Las frutas (sandías, melones, uvas, peras, fresas, etc.), el cordero y las pescadillas se renuevan cada año, ojo al dato. Debió de ser una copiosa cena aquella...  Y a la derecha, Judas a punto de salir de allí.
Salzillo, la "Última cena" en las calles de Murcia



Y ahora dos regalos musicales. Juan Sebastián Bach nunca falta en estas fechas en esta casa.

J. S. Bach - Zion hört die Wächter singen from Cantata BWV 140  
Netherlands Bach Society / Director: Jos van Veldhoven / Daniel Johannsen, tenor


J. S. Bach. - Cantata 147 Jesu, bleibet meine freude from Cantata BWV 147
"Voces para la Paz" (Músicos Solidarios) / Director: José Rafael Pascual Vilaplana.
Auditorio Nacional de Música de Madrid

¡BAFFLES A TOPE, PLEASE!

jueves, 28 de marzo de 2024

Que cenen ustedes bien (y que no sea la última vez)

Les cuento. El comedor de la casa de infancia y adolescencia de G.U. era una espaciosa y fría estancia, bastante lúgubre por cierto, en la que olía a cerrado, al petróleo de la estufa y a tabaco; una nube de humo flotaba siempre en el aire, todo dios fumaba allí, menos quien esto escribe.

Tenía molduras en la parte superior de las paredes. Del techo colgaba una aparatosa lámpara de metal, con muchos flecos verdes; su sombra durante la cena simulaba un flequillito en la frente de nuestro severo padre. Los aparadores eran muy grandes y las paredes estaban forradas de un papel pintado ocre un tanto decrépito, saltado a trozos y que olía a rancio; su dibujo no conseguimos recordarlo.

Pero, a lo que íbamos, en una de las paredes pendía la "Última cena" —esa que se debía de estar celebrando en estos momentos (ojo, jueves 1 de abril del año 33 d.C.)— . Era un remedo metálico, un tanto ahumado, de la pintura de Leonardo, según supimos luego, cuando nos enteramos de quién era ese tal Leonardo. Quizá ustedes hayan convivido en su infancia con una pieza parecida, quién sabe.

Bien, para que no haya dudas sobre cuál es el modelo del que se obtenían esas reproducciones metalizadas, les ofrecemos la "Última cena", de Leonardo, tal como se la puede apreciar en el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, Milán.  Se lo hemos mostrado hace unas semanas, marcando los puntos de fuga de la perspectiva central, quizá lo recuerden algunos (pocos).
Leonardo da Vinci, La última cena; refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, Milán
Y, como la cabra tira al monte, doña Perpetua es doña Perpetua (es de Lorca, Murcia, ojo al dato) y Salzillo es Salzillo, aquí les tienen a los trece, incluido al traidor Judas. Cenan a resguardo en el museo, porque no creemos que puedan salir en procesión ni hoy ni mañana. En fin, "Dios proveerá". 
Salzillo, "Última cena" / Museo Salzillo (Murcia)
Y para acabar, solo desearles que acaben de cenar ustedes bien y que nadie les traicione; eso está feo.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Junts+Puigdemont, nueva coalición

Uno no quiere ver telediarios en estas santas jornadas, lo tiene claro, pero es que se le meten hasta en la sopa, entre procesión que no sale y procesión que se arriega y sale. Tal parece que al Supremo Hacedor no le acabaran de "molar" estas manifestaciones de religiosidad popular y tratara de gafarlas. 

Y así vemos hoy por TV algo que más que tranquilizarnos y llenarnos de sosiego, nos inquieta bastante.

La ministra María Jesús Montero se dirige a la bancada del PP / [Captura de pantalla de TV / granuribe50]
«La ministra Montero se planta ante las demandas soberanistas de Junts y ERC: "Tienen que tener claro que el PSOE no va a permitir que se traspase ningún límite"». ¡Hum! ¡Crucemos los dedos!

Leemos esto y nos ponemos a temblar. Esta amenazadora individua le pone a temblar siempre a G.U., a veces en su condición de ministra de Hacienda. Aquí se trata de otro asunto. Más valdría que no dijeran nada, por lo de las hemerotecas, pero estamos en períodos electorales y es lo que toca para que no se escape ni un solo voto (el de quien esto escribe lo perdieron hace tiempo). Si hablan de no traspasar límites ("líneas rojas") ya estamos bien surtidos de ellos hace tiempo, traspasados siempre.

Junts+Puigdemont per Catalunya / Captura de pantalla de TV [27/3/2024]

A ellos les da igual, es lo suyo. Y, además, porque si lo que nos espera ahora es este cutrerío de nuevo partido o coalición, con ese nombre tan surrealista —a mayor honra y gloria del fugitivo— la gente con dos dedos de frente (si la hay) se lo pensará, y son votos que podrían ir al zurrón socialista, piensan. Es que, perdón que se lo diga, es todo muy cutre, mucho. Esperemos que modifiquen el cartel, porque tal como lo presentan da pena verlo. Claro que... a los fanáticos —hay bastantes— eso se la refanfinfla.

domingo, 24 de marzo de 2024

sábado, 23 de marzo de 2024

Recordando de nuevo los principios de Goebbels

Se habla tanto de Goebbels y de sus principios de la propaganda del III Reich, que veo la conveniencia de recordarlos aquí debidamente compilados, algo que hemos hecho en este blog alguna que otra vez. Está claro que ese sujeto se las sabía todas en esto de comer el tarro a las masas, como quedó patente en su momento, tan es así que sus métodos han creado "jurisprudencia" por doquier. Revisando uno por uno, no es difícil encontrar ejemplos de todos y cada uno de ellos por nuestros enlodados lares.

«Paul Joseph Goebbels (Rheydt, 29 de octubre de 1897-Berlín, 1 de mayo de 1945) fue un político alemán que ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler, Goebbels era conocido por su talento como orador, su profundo antisemitismo y su respaldo a una discriminación racial cada vez más severa.[...]
El 23 de julio de 1944, Hitler lo nombró «plenipotenciario para la guerra total», por lo que Goebbels emprendió medidas, mayoritariamente infructuosas, para aumentar el número de personas disponibles para la Wehrmacht y la producción de armamentos. Pronunció un elocuente discurso sobre la guerra total en el Palacio de los Deportes de Berlín, justo cuando los éxitos iniciales del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial dieron paso a las sucesivas derrotas que condujeron a la caída del régimen [...]
Tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, se suicidó junto a su esposa, Magda».

(Extraído de Wikipedia)

  1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. 
  2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. 
  3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
  4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. 
  5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
  6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad". 
  7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
  8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias. 
  9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines. 
  10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. 
  11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

jueves, 21 de marzo de 2024

Arquitectura, enseñanza, jubilación y... Forges

Ignorando que el Pisuerga pasa por Valladolid, por Burgos el Arlanzón, que los ríos bajan bastante emponzoñados a día de hoy y que esto es un carajal de tomo y lomo, vamos a intentar hablar de otros asuntos un punto más personales, porque los otros... mejor obviarlos, no nos vaya a dar un jamacuco.


Un bloguero arquitecto, al que G.U. sigue habitualmente, nos dejó hace unos días un melancólico y desencantado —pero no victimista— texto en su blog "¿Arquitectamos locos?", titulado Nevermore.

Resumimos. El asunto es el siguiente. A punto de la jubilación, harto ya de estar harto de hacer obras que no le dejaron satisfecho (por incapacidad suya a veces—así nos lo reconoce—, por rudeza de los propietarios, por pillería de los constructores, por trabas burocráticas o de ordenanzas, etc.), de pronto le surgió la oportunidad de hacer una obra que "esa sí que sí" junto a una joven y talentosa arquitecta primeriza. Se ilusionó mucho, aunque —nos cuenta— «el tren acabó pasando por otra vía y lo vimos (con cara de imbéciles engañados) irse de largo». Y entonces recordó esta frase inmortal de Forges "No, si ya verás tú cómo..." y lamentó no haberla hecho suya un poco antes de llevarse tal desengaño.

El texto le ha llamado la atención a G.U. porque ese bloguero escribe muy bien y, sobre todo, porque se ha sentido identificado con él en algún aspecto. Verbigracia: a los treinta y pocos años, ya sin clientes pero harto de hacer chalets que casi le avergonzaría que se publicaran (nunca confesó a nadie su ubicación exacta), G.U. aprobó las oposiciónes a profesor de Dibujo (con el número uno, ojo al dato).

Por la incompatibilidad vigente entonces y porque preparar bien las clases, darlas y mantener el orden en el aula le exigía bastante dedicación y esfuerzo, abandonó lo de la Arquitectura. Y se alegra de su decisión, porque le gustaba dar clase y porque la profesión de arquitecto es una cabronada en algunos aspectos (aunque visto desde fuera no lo parezca); algo así le confesaba el prestigioso arquitecto Elías Torres a un sobrino de doña Perpetua. Son dos profesiones que no gozan de muy buena prensa. A los profesores se los suele considerar unos gandules que no preparan las clases y tienen "tres meses de vacaciones" y a los arquitectos... unos elitistas que cobran un pastón, total por hacer "unos dibujos". 

Sigamos. Aparte de lo que sale en sus libros de Arte y Arquitectura (se deshizo de las revistas), ahora G.U. solo disfruta de ella lo que se encuentra al pasear (de viaje o por Barcelona) o cuando tiene que entrar en un buen edificio público. También las imágenes que ve en Twitter de casas sencillas que le hubiera gustado diseñar a él, pero que ya se había despedido de poder hacerlas nunca. 

[Acerca de las clases, se alegra de la jubilación y casi no las añora: aquello se había vuelto inasumible]


Pero, a diferencia del mencionado bloguero, que se había ilusionado con ese fallido encargo al que nos referíamos antes, cuando G.U. (fiel seguidor de Murphy) se intuye una perspectiva favorable, piensa en seguida como Forges: «No si ya verás tú cómo». O sea, "Tú siempre negatifo, nunca positifo", tal como proclamaba  un iracundo entrenador del Barça (Van Gaal), dirigiéndose a un periodista deportivo.
'Verás cómo el fontanero arregla mal la cisterna y seguirá echando agua'; 'me temo que el coche se volverá a romper en cuanto salga del taller'; 'no creo que el médico me resuelva el problema'; 'el ordenador se esforciará cuando más falta me hace'; 'seguro que llueve en Semana Santa'; 'las vacaciones se nos jod**** el día antes'; 'perderemos la final de Copa del Rey contra el Mallorca'...

En fin, cosas así, propias de un cenizo de tomo y lomo que lo pasa mal de esta manera. Uno de estos días G.U. lo hablará con un psicólogo, por si lo suyo tuviera cura a estas alturas, que va a ser que no.

miércoles, 20 de marzo de 2024

A las 04:06 ha empezado la primavera

Dicen que "La primavera la sangre altera". Esperemos que no mucho. No estamos para sobresaltos. Una hermosa estación, en la que regresan muchos pájaros que se marcharon y los días se hacen cada vez más largos y más cálidos. Este es el preciso momento en que el día y la noche duran lo mismo. Pero, ¡cómo pasa el tiempo! Por fortuna lo hace igual para todos a la vez, aunque muchos intenten camuflarlo. En fin, sin entrar en muchas filosofías sobre ese asunto, nos conformaríamos con que llueva un poco, que si no nos cerrarán el grifo, los parterres están muy feos, los campos, resecos, los frutales que apenas sacarán fruto este año y los animales ni les cuento, pobres...

Siempre que cambia la estación uno piensa en Vivaldi. ¡Dentro vídeo!


Spring; "Allegro-Largo-Allegro" (The Four Seasons)
from The National Botanical Gardens of Wales
Julia Fischer, violin, with the "Academy of St Martin in the Fields"
Antonio Vivaldi

Viñeta de Einstein&Schrodinger

martes, 19 de marzo de 2024

¿Qué puede salir mal? Lo responde Murphy

Es lo que hay: un Gobierno sin presupuestos, o sea, sin gasolina (según el Sánchez de hace años), con la que se nos viene encima en todos los frentes. Se intuye que habrá que dedicar fondos para fabricar armas y enviarlas a los frentes, valga la redundancia. Y, claro, aparte de chuparnos un poco más la sangre, que también, tendrá que ser en perjuicio de otros asuntos manifiestamente mejorables, como educación, sanidad, infraestructuras... ¡Y la deuda! Un gobierno que se mantiene en pie merced a una ley abyecta, creada en buena parte por el abogado de un fugitivo para garantizar su impunidad. 

Y, además, un gobierno incapaz de legislar bien, porque depende de muchos parásitos que detestan el Estado común (aunque viven de él) y que deben servir a sus propios intereses locales, ante las diversas elecciones que se les avecinan. Inmersos todos en un sórdido panorama de cambalaches, ocultaciones, mentiras, tergiversaciones, insultos y búsqueda de trapos sucios. "Los últimos de la clase" por doquier. El ambiente es pésimo, pero no inquietarse: empeorará.

¿Qué puede salir mal?, se pregunta G.U. Le responde Murphy: «Si algo puede salir mal, saldrá mal».

viernes, 15 de marzo de 2024

Iglesias, la "Taberna Garibaldi" (y Amalia Avia, ojo)

Amalia Avia en sus paseos por el viejo Madrid

La gran Amalia Avia, a la que hemos dedicado más de una entrada en el blog, recorría durante alguna época las calles del viejo Madrid, retrataba la fachada de los locales que le interesaban desde un punto de vista pictórico y luego, ya en el estudio, los inmortalizaba en sus maravillosos lienzos. Al volante iba su esposo el pintor abstracto Lucio Muñoz, que iba parando el coche allí donde le indicaba Amalia. Esto (y muchas cosas más) lo explicaba ella muy bien en su libro de memorias De puertas adentro.

Enlace a la web: Lucio y Amalia
Amalia Avia, Antigüedades Pedro López, 1978
Amalia Avia, Cervezas y vinos "La Zamorana"
Amalia Avia, El Japón en Los Ángeles, 1995

La barra de una taberna es un buen lugar para dar palique y cháchara a bebedores solitarios, echar rollos y recibirlos. Y si se escapa algún insulto que otro, "miel sobre hojuelas". La "España tabernaria" no espera otra cosa. Y Pablo Iglesias, pasada su "brillante" (comillas) época de Vicepresidente del Gobierno y con una etapa manifiestamente mejorable como tertuliano radiofónico, lo ha entendido bien y ha montado una taberna, como no podía ser de otra manera. Para ello ha comprado en el populoso barrio madrileño de Lavapiés un antiguo salón de peluquería que ya pintara en su día nuestra muy apreciada Amalia Avia. Por cierto, Iglesias ha tenido el detalle de mantener una parte de la fachada.

Amalia Avia, Salón de peluquería
Pablo Iglesias posa en la puerta de la "Taberna Garibaldi"
[Tisbe y Amy / Lucía Etxebarría / granuribe50]
Pablo Iglesias posa ufano con su excartera de Vicepresidente en la puerta de la "Taberna Garibaldi"
[EFE / granuribe50]

Y, ¡ojo al dato!, esto es lo que hay en la carta. Lean. 'Salmorejo partisano', enchiladas 'Viva Zapata', carrilleras 'Brigada Garibaldi'. Pero no inquietarse, también hay platos veganos, como el 'No me llame Ternera'. Y para no quedarnos secos, cautivadores cócteles, como 'Fidel Mojito', 'Ché Daiquiri', 'Mandela Zulú', 'Gramsci Negroni', 'Durruti Dry Martini' y el 'Pasionaria Puerto de Valencia'. Si van por Madrid, reserven un hueco en su agenda para pasarse por la "Taberna Garibaldi". Está cerca del Congreso de los Diputados y de las Diputadas, un sacro lugar que se ha contagiado del más rancio estilo tabernario.



POSDATA: Los "Amigos de Durruti" no están de acuerdo con el "Cóctel Durruti". Exigen su retirada
Fachada de la Taberna Garibaldi (18/3/2024) / [Tomás del Cerro / granuribe50]

sábado, 9 de marzo de 2024

Bolaños está que se sale

Bolaños en su vibrante homilía frente al Congreso de los Diputados (9/3/2024) / [granuribe50]
Que Sánchez no es santo de la devoción de G.U. y prefiere hablar poco de él es un secreto a voces. Todo lo que se podía decir de ese sujeto ha sido dicho, aquí y en otros sitios. Pero parece ser que G.U. le ha tomado afecto al curita Bolaños, algo que no todos comparten. Aunque no nos lo admita, deja patente su gozo porque... le hace reír a mandíbula batiente. Algo que se produce cuando ese sujeto sale por TV predicando esas hilarantes y ridículas homilías, en las que pretende vendernos una futura y santa convivencia entre hermanos que no se cree ni él. Eso sí, lo hace como portavoz de los oscuros cambalaches de su jefe. Ya saben, ese tipo que nos está haciendo tragar como a patos todo aquello que a su vez le hace tragar un fulano al que teníamos casi olvidado, allá perdido en las brumas de Waterloo. [Pero, ojo, ahora reconvertido en copresidente in pectore de un gobierno ¡progresista y de izquierdas!] 

Reír (por no llorar) no puede ser malo. Hay que tener buen humor, nos recomendaba ayer el bloguero Daniel F., que también tiene a Sánchez un poco atravesado; y en esas estamos, apreciados lectores.

Carlos Boyero es un crítico de cine que tiene bastante mala sombra. Todavía escribe una columna en EL PAÍS. Una dicotomía se nos plantea: o está deseando que lo despidan (como a Savater y otros) o sabe que si ese diario (o quizá ahora tabloide) lo mantiene es para que no tengamos dudas de que es una periódico plural y sigamos comprándolo, pensando que así estaremos bien informados. JeJeJe. Hoy escribia, en su columna titulada Bolaños, encantado de haberse conocido, lo siguiente:

«Leonard Cohen hablaba en una preciosa canción de intentar ser libre como un pájaro en el alambre, como un borracho en el coro de medianoche.


Tuve sensación de lo último al escuchar en su discurso público a un individuo de apariencia entre grisácea y curil, pero progresivamente aguerrido por la certeza prepotente que debe otorgar el poder, que además de estar muy contento por la aprobación de la amnistía, también se felicitaba a sí mismo por su propio éxito. Creo que este señor es ministro de la sabia y ecuánime Justicia. Y digo, algo alarmante está ocurriendo en su cerebro cuando celebra su ego trip ante todo Dios, teniendo en cuenta que un tiempo atrás aseguraba fervorosamente lo contrario respecto a la amnistía. Pero su jefe supremo en el tinglado ya aclaró que las mentiras no existen, que sólo se trata de sensatos y realistas cambios de opinión pensando en el supremo bien de la Nación.

El desvarío de este hombre es tan escandaloso, anfetamínico y patético que hasta los guionistas de El intermedio, tan obsesivamente dedicados a la satirización de la fachosfera, necesitan reírse y burlarse de esa delirante autofelicitación. Lo que no me parece nada cómico, sino tirando a fétido, es que entre los numerosos amnistiados pueda estar una muy extensa familia que se enriqueció ilícitamente durante infinito tiempo a costa de aquel gansteril 3% que denunció hace tanto tiempo aquel político con personalidad y voz seductora llamado Pasqual Maragall. Al final resultará que la fortuna corleónica de los Pujol venía de una herencia familiar que recibieron en Andorra. Y por supuesto que eran los más patriotas. Todo es posible en nombre del sagrado progresismo».

jueves, 7 de marzo de 2024

Wagner, la cancelación y la orquestación

Y, ADEMÁS, UN TÍTERE QUE SE FELICITA A SÍ MISMO: BOLAÑOS

G.U. no está tan autosatisfecho como un sujeto llamado Bolaños, nada menos que ministro de Justicia; un personajillo deleznable, según reza alguna de las acepciones de la RAE (ojo al dato: no es el único). 


Bolaños: «Quiero concluir felicitándome»

A mí mismo. Sí. Un ministro se felicita a sí mismo. ¿A ustedes les parece normal? A G.U. no, la verdad.
Sin embargo, no inquietarse: hablamos hoy de temas un poco menos sórdidos. La música nos ayudará.




A G.U. —como a F.C.— le importa muy poco, a la hora de apreciar su arte, la ideología de un artista y si era xenófobo, pederasta, asesino, "borracho, parrandero y jugador". Le importa su arte y nada más.

Está radicalmente en contra de eso que llaman ahora "cancelación", censura que se realiza a un cierto autor por uno de los motivos antes enunciados, o por otros. Richard Wagner (1813-1883), sin ir más lejos —un músico que gusta mucho al susodicho F.C. (aunque asegura que cada vez menos)—, fue un antisemita declarado y un fanático xenófobo admirado por Hitler, claro. Un tipo soberbio, de vida algo disoluta, perseguido por acreedores enfurecidos y por maridos cornúpetas. ¿Qué más le dará a G.U? NADA.

Rossini decía de Wagner que tenía muy buenos momentos musicales, pero algunos malos cuartos de hora. Pues bien, los diez minutos que les ofreremos más abajo, en el preludio de la ópera Lohengrin, quizá están entre lo mejor de esos buenos momentos. Sus obras requerían de una gran orquestación y, tal vez por ello, se ha dicho que fue uno de los introductores del encaje y de la disposición, la más habitual hoy en día, de todos los instrumentos dentro de las orquestas sinfónicas. Hay directores que prefieren otra colocación en el escenario, pero, por lo que G.U. ha podido ver, ésta es la más utilizada:
No hemos ido nunca al Liceo ni, por tanto, asistido a ninguna ópera de Wagner ni escuchado entera ninguna en disco. Nos abruma un poco todo eso y, a mayor abundamiento, no nos gusta nada la Cabalgata de las Walquirias, esa que "amenizaba" el vuelo de los helicópteros en Apocalipsis Now.

Pero hemos visto y oído alguna vez en el Palau de la Música, y después escuchado muchas veces en disco, su preludio al primer acto de Lohengrin. Esa música infinita, el sonido alargado de los violines, el contrapunto de las distintas voces, la manera de entrar los instrumentos de viento, en fin, esas cosas que le hacen alcanzar, a nuestro modesto modo de oír, una perfección absoluta. ¿Que ese tipo era un ser presuntuoso, abyecto y un poco sinvergüenza? Quizá sí, pero ¿qué mas da? Ahí está su música.

Richard Wagner: Prelude to Lohengrin, Simon Rattle, Berliner Philharmoniker, 2012

¡Altavoces a tope!, que el sonido es muy sutil...

lunes, 4 de marzo de 2024

Ramón Masats, DEP

         Ramón Masats (VEGAP) , Mercat de Sant Antoni, 1955
Ramón Masats (VEGAP), Casa de Campo, Madrid, 1959.
Ramón Masats (VEGAP), Madrid, 1959
Ramón Masats (VEGAP), Tierra de Campos (Valladolid), 1962
         Ramón Masats (VEGAP), Jerez de la Frontera (Cádiz), 1963
Ramón Masats (VEGAP), Cursillo de cristiandad, Toledo, 1957
Ramón Masats (VEGAP), Torremolinos, 1957
Ramón Masats (VEGAP), Museo del Prado, 1958
Ramón Masats (VEGAP), Seminario, Madrid, 1960.
[Masats abjuró de esta foto suya, que se convirtió en icónica, quizá la que se hizo más famosa. Siempre se le ha solido identificar con esta imagen. Según él, parecía como si fuera la única que había tomado en toda su vida. Pero así son los iconos: se suelen escapar al control de sus autores. DEP.]
Ramon Masats, panel 1 / [granuribe50]
Ramon Masats, panel 2 / [granuribe50]


Un sentido adiós de su discípulo Chema Conesa: Ramón Masats, el maestro indiscutible
   
Enlace a El blog del gran Uribe: Dos grandes: Ramón Masats y Miguel Delibes