Se habla tanto de Goebbels y de sus principios de la propaganda del III Reich, que veo la conveniencia de recordarlos aquí debidamente compilados, algo que hemos hecho en este blog alguna que otra vez. Está claro que ese sujeto se las sabía todas en esto de comer el tarro a las masas, como quedó patente en su momento, tan es así que sus métodos han creado "jurisprudencia" por doquier. Revisando uno por uno, no es difícil encontrar ejemplos de todos y cada uno de ellos por nuestros enlodados lares.
«Paul Joseph Goebbels (Rheydt, 29 de octubre de 1897-Berlín, 1 de mayo de 1945) fue un político alemán que ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler, Goebbels era conocido por su talento como orador, su profundo antisemitismo y su respaldo a una discriminación racial cada vez más severa.[...]
El 23 de julio de 1944, Hitler lo nombró «plenipotenciario para la guerra total», por lo que Goebbels emprendió medidas, mayoritariamente infructuosas, para aumentar el número de personas disponibles para la Wehrmacht y la producción de armamentos. Pronunció un elocuente discurso sobre la guerra total en el Palacio de los Deportes de Berlín, justo cuando los éxitos iniciales del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial dieron paso a las sucesivas derrotas que condujeron a la caída del régimen [...]
Tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, se suicidó junto a su esposa, Magda».
(Extraído de Wikipedia)
- Principio de simplificación y del enemigo único.
Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
- Principio del método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
- Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos que uno tenga, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
- Principio de la exageración y desfiguración.
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- Principio de la vulgarización.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
- Principio de orquestación.
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".
- Principio de renovación.
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- Principio de la verosimilitud.
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.
- Principio de la silenciación.
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- Principio de la transfusión.
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
- Principio de la unanimidad.
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.
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No sè de que me suena todo eso... Un beso
ResponderEliminarPues sí, suena un montón. Durante el procés era el pan nuestro de cada día y ahora que creíamos habernos liberado de eso: ¿no querías caldo? Toma dos tazas. Besos.
EliminarCojo,feo,da igual, las masas son fáciles de manejar,con esos mandamientos que indicas,hoy día aún se tienen en cuenta.Lo que pasa que si no hay resultados prácticos,no sirve para nada.Detras,había grandes grupos económicos e industriales, algunos con ramificaciones en USA, que querían mano dura y estabilidad social.Resultados espectaculares en poco tiempo,autopistas,vacaciones para el pueblo,comida,cerveza... En los sesenta(quince años de acabar la guerra),recuerdo cola larga ante Sindicatos en Córdoba, para trabajar en Alemania,con contrato,en fábricas donde los planos,ingenieros,habían sido nazis.Eso da que pensar,sobretodo con mi mentalidad de ingeniero.
ResponderEliminarSaludos.
Nada hay más fácil que manipular a las masas, si cuentas con medios para hacerlo.
EliminarDesgraciadamente estos principios continúan aplicándose y se aplicaban también antes de que Goebbels naciera. Es la eterna desgracia que nos acompaña y que convierte la historia en un lodazal y la actualidad en un teatro de mentiras.
ResponderEliminarSalud.
Sí, no creo que esas estrategias las inventara ese sujeto, pero él las puso en práctica con resultados espectaculares. Convencer y fanatizar a los alemanes, gente seria, en ese desvarío tuvo su mérito, desde luego. Lo bueno de saber que existen esos recursos perversos es que nos vuelven más críticos ante los salvapatrias y vendemotos.
EliminarUn abrazo.
"Ya no necesitamos herir los sentimientos de nuestros enemigos, les damos miedo"...esa era una de sus premisas...
ResponderEliminarY como dice un señor que está encantado de conocerse mientras dibuja círculos en el aire: "Hay más..., hay más...hay más..."
No me extraña que ese sujeto diera miedo, con esa carita amenazadora.
EliminarPor lo demás, "Hay gente que tratamos de hacer de la verdad nuestra forma de hacer política". Esto es lo último que he oído y me tranquiliza.
Un abrazo.
Recuerdo cuando los publicaste en pleno "prusés". Quedaba bien, tan agrupados. Yo los había leído sueltos, por ejemplo esas frases: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad" o "individualizar al adversario en un único enemigo". Les iban que ni pintadas y ahora veo que siguen utilizándose.
ResponderEliminarMuchas gracias.
F.G.
Sí, sí, durante el "procés 1" me vi muy involucrado y tuve muchísimas entradas dedicadas a glosar el asunto, y en alguna de ellas incidía en lo de la propaganda nazi. Luego me desenganché del asunto. Espero no tener que subirme al tren del "procés 2". Lo he vuelto a sacar ahora porque algunas de las cosas que observo me lo recuerdan bastante.
EliminarMuchas gracias a ti.
Totalmente vigentes para desgracia de todos, de hecho tb yo hice una entrada -que creo tú leíste- en la que adjuntaba ejemplos de plena actualidad, renegamos del pasado nazi pero usamos sus parámetros manipuladores, así que supongo que por eso la historia no deja de repetirse y ese es nuestro drama. Un abrazo muy fuerte .. subo; )
ResponderEliminarAntídoto contra la manipulación : Cultura, libertad de expresión y criterio proplio.
ResponderEliminarSaludos cordiales