Empezó siendo casi una broma (Gran Uribe lo reflejó como tal
varias veces en su blog) pero, visto lo visto el 21D, está deviniendo en un clamor. Este bloguero, modesto donde los haya, está recibiendo muchos mensajes —vía WhatsApp— reclamando la instauración de
Tabarnia como una comunidad independiente, harta de pagar a
les comarques más de lo que recibe, todo para que al final sean los tractoristas de
Tractolandia (y sus alcaldes de la vara), que no esperan nada de Europa, los que marquen la composición del Parlament de Catalunya (debido a la desproporción entre el censo por provincias y el número de escaños asignados a cada una) y, por ende, del
govern de la Generalitat, ese que nos conducirá tropecientos años más (tirando corto) por la senda del cansino
procés (un modo de vida para mucha gente), en lugar de dedicarse a velar por los intereses más acuciantes de TODOS los catalanes.
Era, al principio, casi una broma, como decimos. Pero para dar un poco de nivel al asunto, leamos lo que decía Lluís Bosch, varios meses atrás, haciendo un poco de historia ficción, algo que no gustó a cierta gente de Lleida, como OLIVA.
Lo cierto es que la plataforma
bcnisnotcat no es de ahora, en absoluto, ni ha nacido a raíz de la "ola naranja" que encabeza la esforzada Inés Arrimadas, ganadora por goleada en los diez municipios más poblados de Cataluña. Y, entre tanto, la izquierda... ni está ni se la espera. ¡Qué tiempos tan raros! El caso es que, como decíamos, ese movimiento tabarnés existe desde hace tiempo y tiene un argumentario consolidado, pero Lluís Bosch le confería entonces forma literaria, como no podía ser menos, con buenas dosis de
retranca.
Hacemos un resumen de la entrada de su blog titulada
Lleida ens roba: Tabarnia para los tabarneses.
«Vamos a hacer un poco de ciencia ficción especulativa, a lo Philip K. Dick, y vamos a imaginar que Cataluña se ha independizado de España. Menos de un año después de la independencia, aparece un nuevo independentismo: el de una parte de la República catalana. Las comarcas ricas y progresistas de Cataluña (parte de la provincia de Barcelona y de la de Tarragona, y de ahí "Tabarnia") reclaman su derecho a decidir que no quieren pertenecer a la República Catalana.
El primer síntoma es una campaña de aspecto espontáneo y popular que se presenta con el eslógan "Lleida ens roba".
A continuación, un economista mediático presenta un documento que demuestra el expolio fiscal al que nos tienen sometidos los leridanos, que no dan un palo al agua y se llevan más dinero del que aportan a las arcas públicas: ¿en dónde se ha visto que los ricos subvencionen a los pobres?.
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Propuesta de partición de Cataluña elaborada por la plataforma bcnisnotcat |
Las autoridades de la República Catalana tardan en reaccionar, y cuando lo hacen es tarde y lo hacen mal, como es la costumbre nacional. Pero claro, a ver quién es el guapo que, con el argumetario de Puigdemont, de Junqueras y de Forcadell en la mano, niega lo que expone la Plataforma popular para la Autonomía de Barcelona, a saber:
- Como todo el mundo sabe, la provincia de Lleida es rural y atrasada, facha, pobre, inculta, corrupta, caciquil, escasamente democrática. Lleida aporta mucho menos a las arcas públicas de lo que recibe, motivo por el cual se puede afirmar que "Lleida ens roba" sin duda alguna. Tenemos derecho a independizarnos de las provincias de Lleida y de Girona (y de las comarcas de la parte de Tarragona que no aportan lo suficiente). Lleida es pobre y todo lo demás, y Girona es un bonito paisaje, pero sin futuro alguno.
- Tabarnia puede que suene a nombre de país ficticio pero en realidad es una nación como cualquiera porque sus habitantes comparten lengua y cultura, y porque hubo un pasado medieval que les confiere un aspecto indudablemente nacional. Y hay un argumento irrebatible para creer que Tabarnia es un nación: sus ciudadanos sienten eso, que Tabarnia es un nación. ¿Hay algo más definitivo que el sentimiento de ser una nación para demostrar que se es una nación?
- Ya sabemos que la constitución de la República catalana no contemplará el derecho a la independencia de una parte de su territorio, ya que la soberanía reside en el conjunto del territorio, y sabemos que se negará el derecho a decidir sobre la secesión de esa parte, pero ese es un derecho que está por encima de cualquier constitución y que, en el momento menos pensado, habrá un incuestionable mandato democrático que nos llevará a exigir (si, exigir) que se nos reconozca como nación y sujeto político, y estamos seguros de que las instituciones europeas y la ONU nos avalarán.
- Como Tabarnia es rica, se permitirá crear embajadas en varios países, de modo que va a internacionalizar el conflicto, y creará un canal público de TV que dedicará las 24 horas del día a adoctrinarnos a todos sobre la bondad infinita del proceso secesionista tabarnés.
- Cabe puntualizar que la independencia de Tabarnia será un proceso simpático, presidido por las sonrisas incondicionales aunque quizás evanescentes, como la sonrisa del gato de Cheshire. Si usted es leridano y ejerce de funcionario en Tabarnia, sepa que deberá acatar sus leyes so pena de expediente disciplinario. Y si usted es un tabarnés de pura cepa imputado por corrupción en un juzgado de la República catalana, debe saber que, una vez promulgada la secesión de Tabarnia, usted será sobreseído y podrá llevarse una mochilica llena de billetes al paraíso fiscal que haya elegido: libertad ante todo.
- Tabarnia es sinónimo de libertad y de democracia. La República catalana, por el contrario, es un estado perverso y corrupto, de talante dictatorial, al estilo de Turquía».
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Y concluye con esta proclama:
¡Tabarnia para los tabarneses! Y que se jodan los catalanes.