Contiene muchísima obra del XX y alberga numerosas exposiciones temporales, pero la organización del asunto resulta un poco caótica, con lo que no es fácil encontrar lo que uno busca, ya que la información es poco clara. Funciona según el modelo IKEA, que utilizan bastantes museos: para llegar a la sala 29, por ejemplo, te has de chupar todas las anteriores, aunque no te interesen o no tengas ganas de verlas. Aunque para salir, lo mismo pero a la inversa.
Hoy ha acudido Gran Uribe a ver la exposición de los cuadros de artistas cubistas que posee la Telefónica (hoy Movistar). Una exposición estupenda en la que destaca por encima de todo la obra de Juan Gris.
El cubismo lo 'inventaron' Picasso y Braque casi al unísono, hacia 1911, pero el primer y más aplicado seguidor de esa tendencia, que no abandonaría nunca (Picasso, sí), fue el susodicho Juan Gris, un madrileño que se afincó en París en 1906 (escapando de la mili y con ánimo de introducirse en el mundillo artístico que hervía por entonces en la capital gabacha). Es un pintor que siempre gustó mucho a este bloguero, pero nunca pudo ver su obra "en directo", que es como mejor se aprecia la pintura de los cubistas, con sus texturas, enganchadas o pintadas, la descomposición de los objetos cotidianos, los degradados sutiles, el uso del color, etc.
El caso es que la exposición reúne obras de los mejores representantes de esa tendencia: Braque, Picasso, Gleizes, Delaunay, Léger, Metzinger, María Blanchard —la gran olvidada, pese a pintar en la línea de Juan Gris, que la inició en el cubismo— o incluso Vázquez Díaz, Manuel Ángeles Ortiz y... Dalí, quien también se apuntó al carro en plan un poco irónico. Su cuadro es el que tiene más público delante, claro, junto con los de Picasso. No inquietarse: la exposición dura todo 2018; tiempo habrá.
Y para redondear el asunto, como daba bastante pereza buscar un lugar para comer (tenía G.U intención de proseguir la visita al museo por la tarde), qué mejor que hacerlo en el restaurante de la ampliación de Nouvel, llamado NuBel, lugar donde uno, con ocasión de las celebraciones de su 'cumple', ha tenido la oportunidad de rejuvenecer 10 años, como decía un amigo, o incluso 20, en ese ambiente un punto psicodélico. La comida, en la mejor línea de nuestros más vanguardistas cocineros, esos que emergen hasta en la sopa, debajo de las piedras y salen por la tele a todas horas.
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No me la pienso perder.
ResponderEliminarGracias.
Eres un magnífico cicerone. Buena exposición estupendamente retratada.
ResponderEliminarbss
nvts