El prófugo y el preso andan a la greña

La verdad es que un sujeto que dice ser filósofo, llamado Barraycoa, le sorprendió a Gran Uribe hace tres semanas prediciendo que el prófugo Fuigdemont le "robaría la cartera" al preso Junqueras el 21-D, cuando todas las encuestas revelaban lo contrario, e incluso el más elemental sentido común (el menos común de los sentidos, a lo que se ve).  Aportaba ese filósofo para su tesis argumentos que en aquel momento a uno le sonaron a chino.

Como G.U. no suele estar casi nunca de acuerdo con lo que dice ese tipo, no le hizo mucho caso. Pero parece ser que no andaba tan equivocado. Por  lo demás, no esperen grandes análisis de escaños y esas cosas por parte de este bloguero. Ni le gusta ni es lo suyo. Busquen ustedes en otros caladeros.

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Gran Uribe, eso sí, lleva mucho tiempo prediciendo el perpetuum mobile del procesismo al que estamos abocados en los próximos años. Esa palabra —procesismo— la utilizó por primera vez Lluís Bassets y nos hicimos eco de ella, naturalmente, en la entrada Pedalear para que no se caiga la bicicleta, de tal modo que no hemos dejado de utilizarla desde entonces. Es religión y modo de vida.

El caso es que, entre las aportaciones de unos y otros, a la que hay que añadir la de Chaves Nogales, uno se va haciendo más a la idea de cómo son los paisanos de Gran Uribe, a los que creía conocer a fondo, pero parece ser que no era así en todas las facetas del poliedro.

¡Ah, por cierto: ¡enhorabuena a Inés Arrimadas! (nueva 'bestia negra' por estos pagos y vecina de G.U.)

[Inés Arrimadas vota ufana en el barrio de les Corts, ante la "cara de fàstic i de pomes agres" de las componentes de la mesa electoral] 
(21D de 2017)

Sin que uno desee mucho entrar ahora en el tema de Madrit —ciudad sin la cual no somos nada, ¿a quién echar las culpas cuando las cosas no marchen?—, dice Javier Marías, en su artículo el desdibujado Madrid-Barça de hoy: «Al igual que en otras esferas, a los de Madrid se nos odia mucho más de lo que odiamos nosotros, que de hecho, y para frustración de Puigdemont, Rufián y Rovira, odiamos poquísimo (patrioteros aparte; son los menos)».

Ya hablaremos en breve de esas cosas (G.U. también odia poco) y del PP, en el que el ínclito Ánsar vuelve a meter cuchara, pero ahora y aquí intentamos resumir el asunto que nos ocupa, el que se dirime entre el prófugo y el preso:

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Vamos a ello: para la psicología colectiva de muchos catalanes, víctimas de una frustración continua, debe de ser mejor proyectarse en un fugado que en un encarcelado. El procesismo se basa en la fuga de la realidad; basta para ello seguir pedaleando en círculo. Y una vez fugados los dineritos fuera (5.000 millones en un par de semanas por parte de quien los tiene, algunos de ellos votantes de Fuigdemont) y con La Caixa también fuera, con lo que los ahorros quedan a salvo gracias al Banco Central Europeo, podemos continuar tranquilos con el pedaleo, con las ensoñaciones, con los lacitos amarillos y con todo tipo de performances (el próximo año ¡Dios nos coja confesados! saldremos a una por mes, o más).

Junqueras se ha convertido en un personaje demasiado real como preso preventivo, en una cárcel en la que, además, está tratado como un obispo, algo que no agrada nada al imaginario colectivo y tribal. Junqueras se ha equivocado de medio a medio. Y, por si fuera poco, Junqueras se permitió delegar, en plan un poco sobrado, en la lloriqueante e inútil Rovira, que no ha hecho sino meter la pata. Junqueras, para colmo, decidió presentarse con sus siglas propias, cuando todo nacionalista com cal estaba deseando una lista transversal que representase a "la nostra nació".

Viéndose venir el fiasco, Junqueras eliminó a su discípula Rovira (la descubridora de...¡Rufián!) de los debates y Junqueras empezó a llorar, retomando sus lágrimas de 2014, y a escribir lastimeras cartas abiertas a su señora y a sus hijos. Muy tarde: la suerte empezaba a estar echada para Junqueras.

En fin, disculpen el uso de la epanáforas (o anáforas): se trata Junqueras de un sujeto muy repetitivo, de piñón fijo, que difícilmente se saldrá de su guión. Pero quizá por eso no den por muerto tan rápido a Junqueras: sus sueños de paz y amor acabarán inundando el mundo cual mensaje de Jesús de Nazaret.

Fuigdemont aparece entre las brumas del bosque / [granuribe50]

Por su parte, Fuigdemont, que de tonto quizá solo tiene la cara (guarda cierto parecido con un antiguo actor de "Estudio 1 llamado Osinaga), con su "Junts per Catalunya" ha acertado el pleno al quince. Los secesionistas no dejan de buscar un líder supremo en el que proyectarse. Y como el nacionalismo ya ha traspasado todas las líneas rojas de la racionalidad, Fuigdemont es el nuevo Tarradellas, o Companys, del que hablaba Chaves Nogales en nuestra entrada de ayer.

Él representa la proyección del presidente en ¡el exilio!, con su mandato aún vigente para él y sus seguidores, con la esperanza de que el proceso siga en un Perpetuum mobile hasta llegar a la tierra prometida (o sea, nunca).


El comechocolates de la ciudad de las coles, "L´home de l´abric fosc" [sic Albert Soler], no tiene quien le haga sombra en lo de las ocurrencias y astracanadas diversas. Pero sus apariciones entre las brumas del bosque han acabado de completar una imagen mítica de él. Y su gran as en la manga, Jordi Sánchez (el muñeco de la imagen), desde la cárcel ha ayudado mucho gracias a este invento de "Junts per Catalunya", con lo que la ANC le ha hecho la campaña gratis.