jueves, 21 de diciembre de 2017

El solsticio de invierno

A las 17.28 (ahora mismito) ha empezado el invierno. Es este el preciso momento en que escribimos estas líneas. Sabemos con fundamento que ustedes están un poco nerviosos hoy. Pero no deberían inquietarse mucho: el procesismo (perpetuum mobile) durará eternamente para que todo siga en su sitio, con sus clases poderosas "remenant les cireres" y sus pringaos ejerciendo de palmeros (hasta que a estos últimos les empiecen a fallar las cuentas). Por lo demás, dos noticias. Una buena y una mala: 1) No pasará nasa; 2) El procesismo y la pelmada adjunta han venido para quedarse.

Ayer nos lo corroboraban las palabras de Chaves Nogales, que ahora ampliamos:

«Si a esto se une el egoísmo de las clientelas políticas y el anhelo de conservar el poder en las mismas manos, el pueblo catalán no logrará el alto exponente al que tiene derecho. Ochenta y tantos hombres que quieren seguir cobrando unas dietas no tienen derecho a restar calidad a un pueblo.

Voy preguntando a los hombres representativos de Cataluña qué es lo que piensan del momento presente, qué es lo que quieren, adónde van. Mi encuesta es, hasta ahora, bastante satisfactoria. En Cataluña no pasará nada. Es decir, no pasará nada de lo que el español no catalán recela... En Cataluña hay, por encima de todo, un hondo sentido conservador que se impondrá fatalmente. Yo no sé si los hombres de la Esquerra, profesionales casi de la revolución, se resignarán a aceptarlo. Si no lo hacen, peor para ellos».


Manuel Chaves Nogales, marzo de 1936

Por tanto, habrá que empezar a hacerse a la idea y a convivir con este grotesco esperpento para los restos... La verdad es que bastantes de los paisanos de Gran Uribe —los más ceballuts— han devenido con esto del procés en unos pelmas de mucho cuidado y no es previsible que cambien esa condición en breve plazo.

No les oculto que a veces, en una situación que invita al exilio o a no salir de casa, a uno le entran ganas de marcharse de aquí; sí, a algún lugar pero... ¿adónde? Lluís Bosch nos daba una idea, por estas fechas del año pasado, en su maravilloso "Cuento de Navidad con poco", pero lo cierto es que a uno le pilla ya mayor para ese tipo de aventuras.

G.U. propone que, mientras leen las líneas que hoy publica Lluís Bosch (un tipo que esta madrugada ha "intuido algo muy fatigoso, muy espeso, muy oscuro en el aire, justo antes del alba"), serenen su espíritu oyendo una "Sonata para viola de gamba" de Carl Philipp Emanuel Bach, quizá el hijo más inspirado de los 20 que tuvo J.S. (vio morir a 11).


«Esta noche es la noche más larga del año: solsticio de invierno, la noche ideal para la magia negra, los nigromantes y los espectros, a los cuales los astros les dan más cancha. En Cataluña la vamos a celebrar con un desfile de espectros por las pantallas y las emisoras. Recé para que este solsticio fuese un solsticio de veras, fin de ciclo, renovación. Pero algo me dice que voy muy equivocado, igual como al príncipe algo le olía a podrido en el reino. Hay algo que me deprime en esta noche tan larga. Esta madrugada he intuido algo muy fatigoso, muy espeso, muy oscuro en el aire, justo antes del alba.

Cuando un conflicto no tiene solución buena, solo nos queda rezar por el éxito de la menos mala. Y eso es muy triste. O quizás irte, marcharte a otra parte casi con lo puesto. Marcharte, sí, pero ¿adónde? [...]

Negándose al diálogo y al acuerdo (y acusando del fracaso al otro, siempre al otro), los catalanes estamos sufriendo la peor clase política que recuerdo, la más miserable. (Y eso nos acontece después de haber sufrido a Pujol y su tropa, que ya era un castigo bíblico de los severos de veras).

Durante los últimos años, y en especial en los dos últimos, hemos asistido a la mayor violación colectiva de los conceptos morales, éticos y políticos que yo recuerdo: democracia, urna, preso político, diálogo, exilio, ley, convivencia, franquismo, mayoría y minoría, fascismo, izquierda, nazi, conceptos que, entre muchos otros, nunca jamás volverán a significar lo que significaron y vamos a ver quién será el reparador que los repare, porque deberá ser un muy buen reparador de entuertos. Y en este lapso de tiempo se nos irá la vida. 

Ya sé que la humanidad ha vivido cosas como esa y mucho peores durante muchos siglos y en muchas ocasiones pero qué quieren que les diga, uno creció con un cierto instinto del optimismo histórico y la confianza (ciega) en el progreso, y no se esperaba algo así».


4 comentarios:

  1. la clava usted, GU, y también el admirado Bosch.
    Y no ha acabado aún el recuento.
    Vh

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  2. Con la "Sonata de viola de gamba" y el texto de Lluís Bosch, el resultado es más llevadero. Gracias, G.U. y Bosch.
    ¿Fuigmelon revival? Horror. Está envalentonadísimo. MJ

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  3. Una pregunta me asalta. ¿Quién ha hecho más por la bandera de España en los balcones de Barcelona, el "por la gracia de Dios" o Puigdemont ?
    Salut

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  4. La solución de marcharse que apunta Lluís Bosch tampoco es solución. Yo me marché hace más de 15 años -por otros motivos- y no he logrado quitarme el "conflicto" (como decían los batasunos en su época) de la cabeza. No hay día que no piense en él. Y coincido con GU: esto no tiene solución y ahora menos que hace seis meses. De la incomprensión entre unos y otros se ha pasado al odio, y eso es muy mala cosa. Arrimadas ha pasado a ser la "bestia negra" y a su lado el "gran" (gran, de grande) Albiol se ha quedado en un pitufo...
    ¡Felices fiestas a GU y a todos sus colaboradores(as)!
    El Tapir

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