¿Les falta fe a ustedes?

Junqueras desde Estremera:

"Que os queráis los unos a los otros"

Aquí, en el blog del gran Uribe, rara vez inventamos nada, aunque haya quien piense que sí. Manipulamos ciertas imágenes, es cierto, pero, cuando eso sucede, siempre indicamos que se trata de un montaje señalando su autor (si lo sabemos) y no falseamos nunca lo que leemos en los medios. Si esos medios responden a la verdad, no es en absoluto responsabilidad de G.U., ellos sabrán.

Sirva esta pequeña entradilla para indicar que lo que ha leído hoy no es ciencia ficción, aunque pudiera parecerlo:

«Oriol Junqueras ha cerrado su entrevista-mitin de esta mañana en RAC1 pidiendo a los catalanes "que os améis los unos a los otros", emulando las palabras de Cristo y subrayando sus creencias religiosas.

En un mensaje telefónico grabado previamente, el presidente de ERC había dicho que en su partido "queremos a todo el mundo, queremos construir el futuro con los máximos consensos". Preguntado, sin embargo, por si formaría un Gobierno de unidad entre los independentistas, ha dicho que sería "del máximo consenso posible".

Dice estar convencido de que tomará posesión físicamente de su acta de diputado y de que asistirá a la sesión de investidura. "Hay más de 150 catedráticos de toda España que están de acuerdo en que no hay razones para que yo permanezca en prisión preventiva"».


También ha dicho que espera votar y también ganar. "Tenemos un equipo admirable y formidable", ha afirmado como respondiendo a las críticas que han recibido tanto Marta Rovira como Carles Mundó. Junqueras ha explicado que pasa los días leyendo y haciendo deporte, actividades para las que ahora tiene tiempo. "También para reflexionar sobre todo lo que he hecho durante toda mi vida: sembrar la semilla de la justicia y amor". 

[«Pero, pido perdón por lo que voy a decir ahora, carísimos hermanos: ¡Fuigmelón es un cobarde y un traidor!»]

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Comentaba doña Perpetua, entre tos y tos, pero no sin cierto fundamento, que cosas así solo pueden pasar en España, en Italia u otros países mediterráneos. Quizá sí, pero, entretanto, ¿qué hacemos aquellos a los que "nos falta fe"?

Si están ustedes en ese caso, falta de fe en el procés, lean a Salvador Oliva, un eminente traductor 'leído y escribido', aunque —como tal— no suele comulgar con ruedas de molino, y de esas ruedas hemos tragado ya un montón.

Dice en su columna (en catalán en el original), titulada Corrupció del llenguatge:

«En política, la corrupción del lenguaje es siempre resultado de una corrupción moral. Por razones de espacio pondré sólo unos pocos ejemplos: 

De un referéndum de pega y sin control, hemos de decir mandato del pueblo. De un presidente cobarde y prófugo, hemos de decir presidente en el exilio. De los encarcelados por delitos cometidos, debemos decir presos políticos. Del fracaso de la DUI, hemos de decir calcular mal el tiempo (y ante los jueces, que era sólo simbólico). De aplicar el artículo 155 de la Constitución con el fin de restaurar la legalidad, hemos de decir golpe de Estado. De las sentencias jurídicas, debemos decir retorno al franquismo. De los partidos constitucionalistas, debemos decir partidos represores. De vulnerar el Estatuto y la Constitución sin mayoría autorizada, hemos de decir cumplimiento del programa electoral. Y el inefable duetto Junqueras-Rovira añade que debemos luchar para que el bien (la independencia) triunfe sobre el mal (las leyes). 

 Todo ello demuestra que esta corrupción moral funciona exactamente igual que una fe religiosa. En primer lugar, la sembró el pujolismo. En segundo lugar, la favorecieron los errores del gobierno español. En tercer lugar, la inocularon las necesidades partidistas (falta de votos) y personales (inhabilitación, imputación y multas) del Mas. En cuarto lugar, la incrementó Puigdemont, un terco idóneo para hacer de marioneta de su dueño. Y en quinto lugar, la ha llevado a cabo un trabajo enormemente astuto de unos malhechores que han trabajado con una gran efectividad desde la sombra, organizando un sistema de mentiras muy bien estructurado basado en procedimientos muy similares a los de Goebbels. 

La fe creada por estos agentes, la abrazaron inmediatamente los políticos con intereses partidistas. Después la adoptaron algunos cortitos, pero cultivados, profesores y escritores. Y unos y otros la inculcaron sin escrúpulos a la buena gente del país. Como fe religiosa que es, la buena gente que creyó no admitirá nunca que fueron engañados y, por tanto, continuarán votando a los partidos independentistas porque el primer mandato de esta religión es afirmar que todas las culpas vienen siempre de Madrid (algunas proceden del PP y éstas, efectivamente, son las más bienvenidas por los independentistas). 

Temo que el día 21 el país vuelva caer en los desastres económicos y sociales que los responsables mencionados causaron. 

Resumiendo: Cataluña se puso enferma por culpa de los interminables años de gobierno de Jordi Pujol; luego quiso suicidarse votando a Artur Mas. Luego, con la elección de Puigdemont recibió un fuerte golpe de gracia. Pero tal vez el definitivo nos vendrá dado por Ada Colau y sus acompañantes facilitando que Junqueras (o aún peor: la llorona Rovira) sea el futuro presidente. En todo caso, el resultado de las próximas elecciones nos dirá si Cataluña ha muerto o sólo agoniza. La verdad es que no sé qué es peor».