Seguimos con "la pata quebrada y en casa", aunque nos hemos zampado unos buenos
canelons, para que no se diga que no seguimos nuestras tradiciones
. No los hemos hecho en casa sino que han sido elaborados por Casa Mas, una empresa especialista en estos asuntos. El Tapir, por correo interno, nos advierte de que los hagamos analizar, ya saben lo que está pasando con ese súbito aumento en la tasa de mortalidad de jueces, y así lo hemos hecho. El laboratorio Oliver Rodés nos ha asegurado que no contienen ni un miligramo de cicuta (colesterol por un tubo), por lo que los hemos ingerido bastante tranquilos. Mientras se gratinaban en el horno, Gran Uribe ha tomado esta imagen del frontis de la nevera con su modesto telefonillo:
 |
| Frontal del congelador de la nevera de Gran Uribe (26/12/2017) |
Me dijo un arreglador de neveras que cuantos más imanes más perjuicio para el motor del aparato.
ResponderEliminarNo lo se, pero los saqué todos.
Salut
¡Ostras! Si fuera así, mi nevera durará "dos telediarios". Ya tiene 16 años plenamente operativa (espero que dure otros 16, crucemos los dedos), con imanes, aunque quizá no tantos como ahora: cada vez que viene alguien de Nueva York o de Londres, tenemos el "Edificio Chrysler" o las cabinas de teléfono, más los que nos regalan de otros lugares y los que compramos en las tiendas de los museos. Gaudí ni está ni se le espera: me empalaga la parafernalia (trencadís, chimeneítas, etc.) que invade esas tiendas en Barcelona.
EliminarYo no haría demasiado caso a esa gente: no siempre está preparada (algunos a duras penas saben hacer la "O" con un canuto, y cuando no saben algo, tiran de argumentario; lo sé con fundamento: he dado clases en FP durante muchos años).
G.U. y A. Les hacía a ustedes en Ibiza. Sus imanes me encantan. Les deseo una pronta mejoría. MJ
ResponderEliminarMe gustan algunos de los imanes que tiene usted, Uribe. Los he visto espantosos en algunas casas. No haga caso a Tot: no los quite. Dan color y aportan recuerdos.
ResponderEliminarMuchas gracias
F.G.
A mí también me encantan sus imanes. No los quite. Sobre todo el cromo de Uribe. Precioso. Una alegría esa nevera.
ResponderEliminar