[Por su parte, Casado pone fin a su viaje a la ultraderecha. Visto el resultado, inicia su "Viaje al centro de la tierra", un viaje en el que no cree, pero lo primero es la supervivencia; lo de la coherencia con uno mismo es secundario].
martes, 30 de abril de 2019
Pegando sellos en Waterloo
Y, mientras tanto, ¿qué hace Fuigdemont en el palacete de Waterloo? Jugando a los cromos... A G.U. quizá le sean útiles.
[Por su parte, Casado pone fin a su viaje a la ultraderecha. Visto el resultado, inicia su "Viaje al centro de la tierra", un viaje en el que no cree, pero lo primero es la supervivencia; lo de la coherencia con uno mismo es secundario].
[Por su parte, Casado pone fin a su viaje a la ultraderecha. Visto el resultado, inicia su "Viaje al centro de la tierra", un viaje en el que no cree, pero lo primero es la supervivencia; lo de la coherencia con uno mismo es secundario].
Petróleo de donde solo había fango
Estamos muy solos
Juan José Millás 29.04.2019 | 19:16
En política, como en todo lo demás, se acaba uno conformando con lo que hay. Nos conformamos con Casado, pues, y con Sánchez y con Rivera y con Iglesias, y hasta con Abascal nos conformamos. Nombro a estos por no descender a niveles autonómicos y municipales, donde tampoco nos mata el entusiasmo. Hay épocas de escasez de filósofos como hay épocas de escasez de músicos. Nosotros llevamos una racha en la que el talento político brilla por su ausencia. Pero como somos de buen conformar, hacemos un gesto de resignación y nos tomamos el amargo jarabe. Y no solo eso: en nuestra largueza magnificamos incluso la mediocridad reinante. Es lo que ha ocurrido con los dos debates de televisión con los que nos han castigado estos días y que resultaron un desastre. Carecieron de retórica, lo que significa que carecieron de semántica. No hay pensamiento sin artificio retórico, de ahí que los clásicos dedicaran tantas horas al aprendizaje de la oratoria: no por amor a la filigrana, sino por cariño a las ideas, y las buenas ideas anidan en el interior de las frases brillantemente construidas. Pues bien, ¿qué hemos hecho nosotros con toda la basura verbal de esos dos encuentros entre los representantes del PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos? La hemos convertido en un material precioso, semiprecioso al menos. En otras palabras, hemos dedicado cientos de horas a analizar unas intervenciones completamente huecas. Hemos permanecido horas frente a la televisión escuchando con expresión concentrada las interpretaciones de los politólogos, que han sacado petróleo de donde solo había fango. Hemos fingido que tales análisis nos interesaban y que podían ayudarnos a la hora de decidir nuestro destino.Los aficionados a la prensa, hemos leído decenas de artículos en los que se destacaban aspectos interesantes de una u otra intervención. Aspectos que en la realidad no se dieron, pero que los analistas, en su infinita piedad, han logrado encontrar a base de pico y pala. En definitiva, hemos convertido en un acontecimiento de carácter social lo que solo merecía nuestro silencio. Somos buena gente, pero estamos más solos que la una.
lunes, 29 de abril de 2019
viernes, 26 de abril de 2019
Reflexionando, mal que nos pese
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Cartel electoral de ERC, tuneado (Barcelona., L´Illa Diagonal ) / [granuribe50 (27/4/2019)] |
Allí, no se lo pierdan, en la manzana de l´Illa Diagonal, con vistas al hospital donde estuvo internada su madre tantas veces (trece), se ha encontrado el cartel electoral de un hombre reflexivo donde los haya (un poco tuneado por algún "fascista" —así llaman aquí al que no practica la fe procesista—); hablamos de un sujeto apellidado Rufián, por supuesto. Se trata del primer representante de ERC en el Congreso (tras el preso Junqueras), una vez amortizado el pobre Tardà. Lo que nos faltaba para completar esta jornada de recogimiento y reflexión. Pero es que... en estos niveles estamos. ¡Dios nos coja confesados!
La reconstrucción de Nôtre Dame, asunto de Estado
Proyecto de Viollet-le-Duc y lo que se acabó haciendo en Nôtre Dame, de París |
Nôtre Dame se construyó entre mediados del S.XII y del XIV. Así se mantuvo hasta que un sujeto llamado Viollet-le-Duc —como decía el otro día Mateo M.— se sacó de la manga, a mediados del S.XIX, un nuevo tejado y la aguja de estilo neogótico, todo lo que se ha desplomado por el fuego, destrozando un par de bóvedas en su caída. Y menos mal que no se llegó a construir el chirimbolo en forma de pirámide que figura en los dibujos del arquitecto Viollet sobre los ábsides.
No estamos, pues, ante un problema arquitectónico de gran nivel (como ya explicamos aquí) ni, por supuesto, arqueológico. Por tanto, su solución seguramente no tendrá mucho que ver ni con la arquitectura ni con la arqueología.
Momento de la caída de la aguja de Viollet-le-Duc |
Y las grandes empresas, las grandes fortunas y la "gente de a pie" empezaron a soltar dinero a punta pala. Y allí se colaron rápidamente los mangantes; de hecho ya se investiga una presunta estafa en la recaudación de fondos para reconstruir Notre Dame, usando el nombre de la 'Fundación del Patrimonio' de manera fraudulenta para que la gente mande fondos.
Y, naturalmente, se ha convocado a toda prisa un concurso internacional de arquitectura para proponer brillantes ideas que consuelen el ánimo del pueblo francés y también del "pueblo mundial". Se dice que las estrellas más brillantes de la arquitectura ya se han puesto a trabajar. Ricardito Bofill, Norman Foster, Calatrava, Jean Nouvel, incluso Frank Gehry, de ser ciertos los rumores, han puesto a sus despachos a funcionar a toda máquina.
[Propuestas extraídas del blog ¿Arquitectamos locos?, del colega José Ramón Hernández Correa].
Pero, como era inevitable, ya han surgido numerosos memes haciendo sus propias especulaciones de lo que se puede llegar a proponer... ¿Una terraza plana tipo chill-out para paseantes diversos y trasnochadores varios? ¿Un verdadero mirador de París a la altura de su grandeur? ¿Se optará por clonar lo que había? Ya se irá viendo.
jueves, 25 de abril de 2019
La Semana 29 de Millás
En La Vida a ratos, Juan José Millás es su propio personaje. Las circunstancias, semana a semana, son aventuras domésticas y ritos triviales repetidos, a rastras con su hipocondría visceral (que comparte G.U., muy a su pesar); con sus andares por el propio piso, donde puede toparse con cualquier cosa real o imaginada; con el gin-tonic de media tarde en el bar de la esquina, chafardeando discretamente lo que dicen en la mesa de al lado; con los ejercicios que propone a sus alumnos de la escuela de escritura creativa, aprovechando a veces eso que ha oído; con la visita semanal a su psicoanalista... En fin, un Millás en buena forma, siempre fiel a sí mismo, desgranando su vida semana a semana a lo largo del año entre delirios diversos.
Pero en la Semana 28, concretamente, no nos cuenta ningún delirio, sino algo la mar de normal, que le ha pasado también a Gran Uribe: el intento de deshacerse de los libros que le impiden el paso, llevándolos a una biblioteca pública. De hecho, estos días "santos" —en Barcelona y sin gran cosa que hacer— se ha visto en otra vez en esa tesitura.
Ya hablamos de eso en ¿Se acabaron las bibliotecas dedicadas a leer? Y rescataremos más semanas de ese libro...
Juan José Millás, La vida a ratos (fragmento de la Semana 29); Ed. Alfaguara, 2019 |
Pero en la Semana 28, concretamente, no nos cuenta ningún delirio, sino algo la mar de normal, que le ha pasado también a Gran Uribe: el intento de deshacerse de los libros que le impiden el paso, llevándolos a una biblioteca pública. De hecho, estos días "santos" —en Barcelona y sin gran cosa que hacer— se ha visto en otra vez en esa tesitura.
Ya hablamos de eso en ¿Se acabaron las bibliotecas dedicadas a leer? Y rescataremos más semanas de ese libro...
miércoles, 24 de abril de 2019
Así amanecía hoy Barcelona...
martes, 23 de abril de 2019
lunes, 22 de abril de 2019
Una recomendacion especial por Sant Jordi
Tal como les contamos el 28 de marzo, G.U. acudió ese día a la librería Ona, en el barrio de Gracia, a la presentación de la novela Disset pianos, de Ramon Solsona i Sancho, cuya dedicatoria le había llamado poderosamente la atención, tal como quedó reflejado en la entrada La dedicatoria de esta novela es llamativa.
Bien, vaya por delante una disculpa. El viaje a San Sebastián iniciado unos días después y otros asuntos diversos le impidieron emprender la lectura de esa obra en aquel momento. Les cuenta: trata de una barcelonesa —Mei— que va a llevar las cenizas de su pareja (que ha muerto súbitamente) a su país, Rumanía, para entregarlas a la familia, los "Llimac"´, unos informadores de la Securitate, el equivalente de la Stasi. Previamente, había conseguido vender los diecisiete pianos que su pareja le rogó que no malvendiera después de su muerte. Allí, en Rumania, entabla relación con personas de ese país, entre ellos Dina, que la ayudan en un momento en que Mei lo está pasando muy mal.
Les adjuntamos un breve fragmento de la obra, un diálogo entre Mei y Dina, con su correspondiente traducción al castellano (a cargo de G.U), ya que no se ha editado todavía en el idioma de un sujeto apellidado Cervantes.
Pues ahora que G.U. ya se la ha leído de pe a pa, su deber es recomendarla a quienes todavía tienen dudas acerca de qué comprar (para adjuntar a la rosa y la espiga) en la magna Diada de Sant Jordi, que se celebra mañana, como saben.
Se trata de un autor emergente, ya veterano, al que tenemos la obligación patriótica de apoyar en su andadura literaria, aunque ya le auguramos desde aquí la obtención del próximo Premi d´Honor de les Lletres Catalanes, ese que nunca otorgarán a nuestro admirado Lluis Bosch, sin ir más lejos. En fin, estos son los niveles en que nos movemos por estos lares, queridos/as seguidores/as de «El blog del gran Uribe».
Bien, vaya por delante una disculpa. El viaje a San Sebastián iniciado unos días después y otros asuntos diversos le impidieron emprender la lectura de esa obra en aquel momento. Les cuenta: trata de una barcelonesa —Mei— que va a llevar las cenizas de su pareja (que ha muerto súbitamente) a su país, Rumanía, para entregarlas a la familia, los "Llimac"´, unos informadores de la Securitate, el equivalente de la Stasi. Previamente, había conseguido vender los diecisiete pianos que su pareja le rogó que no malvendiera después de su muerte. Allí, en Rumania, entabla relación con personas de ese país, entre ellos Dina, que la ayudan en un momento en que Mei lo está pasando muy mal.
Les adjuntamos un breve fragmento de la obra, un diálogo entre Mei y Dina, con su correspondiente traducción al castellano (a cargo de G.U), ya que no se ha editado todavía en el idioma de un sujeto apellidado Cervantes.
Ramon Solsona, Disset pianos; Ed. Proa (2019); fragmento (pág. 344) |
«Mei encontraba escandaloso que al cabo de tantos años, Rumanía continuase ocultando las responsabilidades del régimen comunista bajo un espeso silencio oficial. ¿Cómo es que no se juzga a los culpables? ¿Cuántos Llimacs y cuántas Llimacas continúan viviendo en la impunidad? ¿Por qué no hacéis nada para desenmascarar a los aprovechados del antiguo régimen?, preguntó Mei. Dina se ofendió. ¿Tú me lo dices? ¿Tú, que vienes de un país que tiene la dictadura incrustada en su sistema político? ¿Cómo te atreves a dar lecciones si no habéis sido capaces de quitaros el franquismo de encima? ¿No es en tu país donde se persiguen las ideas políticas y se encierra en la cárcel a los líderes independentistas que ganan las elecciones? Sí, pero... ¿No se los llevaron a Madrid esposados por la espalda como se hace con los delincuentes peligrosos? Sí, justamente nos rebelamos contra eso... Pues tal vez antes de criticar la democracia de los rumanos, os preguntéis cómo habéis permitido que se degrade tanto la vuestra. Mei tuvo que tragar saliva ante la vehemencia de Dina antes de contestar. Precisamente yo vengo de Cataluña, estoy en el lado de los perseguidos y padezco lo que dices... Dejó la respuesta en el aire. Le daba pereza reproducir el discurso pedagógico que había hecho tantas veces, sobre todo en el extranjero. Los catalanes tenemos una historia, una cultura y una lengua propias que no nos quieren reconocer, etcétera, etcétera. Pero Dina le pedía más explicaciones y Mey no tenía ganas de alargarse. Entonces tuvo un pronto. Toma, te lo regalo, aquí tienes todas las respuestas. Se quitó el foulard amarillo del cuello y se lo puso en el suyo. Es el emblema de nuestra resistencia. Me hará muy feliz saber que pensarás en mí cuando te lo pongas y luchemos por lo mismo. Ahora, si no te importa, cambiemos de tema. ¿Te puedo preguntar de qué trabajas?». |
Pues ahora que G.U. ya se la ha leído de pe a pa, su deber es recomendarla a quienes todavía tienen dudas acerca de qué comprar (para adjuntar a la rosa y la espiga) en la magna Diada de Sant Jordi, que se celebra mañana, como saben.
Se trata de un autor emergente, ya veterano, al que tenemos la obligación patriótica de apoyar en su andadura literaria, aunque ya le auguramos desde aquí la obtención del próximo Premi d´Honor de les Lletres Catalanes, ese que nunca otorgarán a nuestro admirado Lluis Bosch, sin ir más lejos. En fin, estos son los niveles en que nos movemos por estos lares, queridos/as seguidores/as de «El blog del gran Uribe».
domingo, 21 de abril de 2019
Música para el día de Pascua
Crisis? What crisis? se preguntaba aquel célebre LP del grupo Supertramp, de1975. Aprovechando que en todo el edificio no queda ni Dios en estos días (se sabe porque no atronan las asmáticas lavadoras del patio, ni se oye a nadie dándole al martillo ni con la radial haciendo bricolage, ni a las niñitas del 4º ensayando afanosamente con flauta y clarinete, ni se detectan efluvios de fritanga o de paella y, además, todas las persianas están bajadas), hemos puesto el oratorio completo del Mesías de Händel a toda potencia en el tocadiscos, algo que no se puede ni debe hacer habitualmente.
Esto es «música sacra» (como la llamaba el padre de G.U.) de alto nivel y lo demás son tonterías. Pero no les ofrecemos el tan manoseado Aleluya, sino otra pieza del Mesías también muy conocida (pero no tanto), para celebrar el día de Pascua (la mona toca mañana, pero en casa tenemos vedado el azúcar). Un día éste que, en la casa de la calle Muntaner de la infancia de G.U,. se celebraba con una gran cacerolada en la terraza, a la que se incorporaba todo el barrio, casi como las que hubo en 2003 por la guerra de Irak (¿recuerdan a Ánsar riendo como un merluzo, con su lomo acariciado por el bracito de su amigo Bush?) o las más recientes por el procés, ya saben de cuáles hablamos...
Y, de propina, la versión que más agrada a Gran Uribe, la de la London Philarmonic Orquestra (de 1973) con la contralto Anna Reynolds, bajo las órdenes de Karl Richter, un director excelente, que fue masacrado en su día por aquellos musicólogos que exigían que las músicas del barroco habían de ser interpretadas "Sí o Sí" (como se dice ahora) con instrumentos de época. Pero él, a lo suyo, las versiones clásicas, como su maravillosa interpretación de los Conciertos de Brandenburgo, de J.S. Bach, una música que ha acompañado a Gran Uribe a lo largo de su ya dilatada existencia.
Esto es «música sacra» (como la llamaba el padre de G.U.) de alto nivel y lo demás son tonterías. Pero no les ofrecemos el tan manoseado Aleluya, sino otra pieza del Mesías también muy conocida (pero no tanto), para celebrar el día de Pascua (la mona toca mañana, pero en casa tenemos vedado el azúcar). Un día éste que, en la casa de la calle Muntaner de la infancia de G.U,. se celebraba con una gran cacerolada en la terraza, a la que se incorporaba todo el barrio, casi como las que hubo en 2003 por la guerra de Irak (¿recuerdan a Ánsar riendo como un merluzo, con su lomo acariciado por el bracito de su amigo Bush?) o las más recientes por el procés, ya saben de cuáles hablamos...
Handel: Messiah: O Thou That Tellest Good Tidings to Zion / The Saint Paul Chamber Orchestra
[Nadie diría que ese fornido personaje, John Holiday, sea contratenor y tenga una voz tan delicada, pero así es].
Y, de propina, la versión que más agrada a Gran Uribe, la de la London Philarmonic Orquestra (de 1973) con la contralto Anna Reynolds, bajo las órdenes de Karl Richter, un director excelente, que fue masacrado en su día por aquellos musicólogos que exigían que las músicas del barroco habían de ser interpretadas "Sí o Sí" (como se dice ahora) con instrumentos de época. Pero él, a lo suyo, las versiones clásicas, como su maravillosa interpretación de los Conciertos de Brandenburgo, de J.S. Bach, una música que ha acompañado a Gran Uribe a lo largo de su ya dilatada existencia.
Handel: Messiah: O Thou That Tellest Good Tidings to Zion (¡Oh, tú que diste la buena nueva!) 1) Aria para contralto; 2) Coro
Karl Richter, Orquesta Filarmónica de Londres,
sábado, 20 de abril de 2019
Pequeña crónica del Viernes Santo
Cristo crucificado y "Moreneta" [Iglesia de S. Gervasio y S. Protasio] |
Tras el oscuro trimestre en los jesuitas —hablamos de finales de los cincuenta— venía la Semana Santa, que pasábamos en casa, por supuesto; por la radio solo sonaba el «Diario hablado de Radio Nacional» y lo que nuestro padre llamaba «música sacra». El hombre, que tenía más oreja que oído, englobaba así todo tipo de música clásica, y no solo oratorios y cantatas de Bach o el Requiem de Mozart, que de todo eso había en cantidad. A nosotros también nos sonaba todo igual.
Quizá por ello, el ambiente en el piso familiar era especialmente lúgubre en esos días y, por las tardes, para acabar de alegrar la jornada, nuestros padres nos obligaban (a pesar de que no eran unos meapilas) a asistir a los «Santos Oficios» al completo en la iglesia de San Gervasio y San Protasio, en la Bonanova; de manera que nos zampábamos impertérritos, envueltos en nubes de incienso, los cuatro evangelios en el dilatado fragmento que dedicaban a esos días, con el siniestro fondo de las imágenes tapadas con una sábana morada, aditamento que daba un poco de yuyu o de mal rollo, por no decir pánico. De vuelta a casa, se rezaba el rosario.
El asunto tenía una ventaja clara: uno deseaba como un loco el fin las vacaciones de Semana Santa y volver al cole, lo que no sucedía con las de verano ni las navidades.
Pero Gran Uribe no quedó traumatizado por todo aquello, o eso se cree. Aprovechando que no nos lee nadie, les confiesa a ustedes que, a pesar de esos precedentes, tiene todavía bastante afición a asistir a procesiones de Semana Santa, y se ha chupado cantidad de ellas: Zamora, Valladolid, pueblos de Castilla, la Rioja o Andalucía y, por supuesto, los desfiles bíblico-pasionales de Lorca y la procesión de Viernes Santo de Murcia, con los pasos de Salzillo. Hasta el punto de que ayer por la mañana, no se lo pierdan, se apostó ante la cadena TRECE porque retransmitían por ese canal la procesión de Murcia, a la que tuvo el privilegio de asistir en el palco presidencial cuando era "más joven". Pero se ha suspendido por la lluvia y la frustración ha sido grande. Y es que Salzillo es mucho Salzillo.
Por suerte, le quedaba una bala en la recámara: dado que este año tocaba pasar estos días en Barcelona, y que ya ha acometido todas las tareas que nos encomendaba Forges, ha acudido al modesto Vía Crucis de Viernes Santo que organiza el párroco de la iglesia de la Concordia, en el barrio de Les Corts, y que tiene la pequeña ventaja de que pasa por delante de su casa. En realidad, lo puede ver desde el balcón, como cuando va a Lorca, pero mejor no comparar...
Un buen detalle del párroco es el de utilizar, además del castellano en algunas estaciones, cosa insólita por aquí, una banda sonora con una grabación nada menos que del impresionante Miserere, de Gregorio Allegri (1582-1652). Es una obra que se creó para ser interpretada ante los papas de Roma una vez al año en la Capilla Sixtina, durante los oficios de este día de Viernes Santo, aunque en aquel lugar la voz de las sopranos corría a cargo de los contratenores castrati, muy en boga en aquella época. Se trata de una composición basada en cierto modo en el canto gregoriano y también en la polifonía renacentista. En ella, las florituras musicales de los cantantes —se llaman abellimenti (embellecimientos)— no se recogían por escrito, sino que eran transmitidas oralmente de unos interpretes a otros y estaban sometidas a ciertas improvisaciones. En fin, bárbaro. |
Gregorio Allegri (1638), Miserere / The Choir of Claire College, Cambridge, Timothy Brown
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El Vía Crucis, por delante de Cristalerías Planell, al lado de casa de G.U. / [granuribe50 (19/4/2019)] |
La Virgen de la Concordia, delante de la guardería municipal Xiroi / [granuribe50 (19/4/2019)] |
El segumiento no ha sido masivo, pero ¡nadie llevaba lacito amarillo! / [granuribe50 (19/4/2019)] |
viernes, 19 de abril de 2019
jueves, 18 de abril de 2019
París, hacia 1900 (y Nôtre Dame)
Un vídeo ya antiguo de París (de septiembre de 2018, editado por Guy Jones), que se ha hecho viral ahora. Nôtre Dame, la Torre Eiffel recién acabada (todavía sin ascensor), les Champs Elysées, el Campo de Marte, etc., en 1890.
Axonometría de Nôtre Dame de París |
[Imágenes de Bill Risebero, Historia dibujada de la arquitectura occidental, Ed. Blume, 1979] |
Bueno, "menos lobos"; simplificando el asunto: la estructura de una catedral gótica se sustenta a base de las nervaduras de la bóveda de crucería (en este caso sexpartita, aunque las hay cuatripartitas), que se rellena con piedras ligeras, adecuadamente talladas, tanto las de relleno como las de las nervaduras, que trabajan solo a compresión. Estas últimas transmiten y concentran las cargas en puntos aislados, y el empuje de esas fuerzas es compensado por los pilares y los arbotantes. Las paredes, por tanto, nada aguantan y pueden ser sustituidas por vidrieras.
Bien, todo eso sigue intacto, salvo los tramos de bóveda colapsados por la caída de la aguja (del S.XIX). Suerte que no echaron todo el agua que reclamaba el burrote de Trump, que eso sí hubiera acabado con todo. El caso es que un terremoto como el de Lorca, por ejemplo, quizá hubiera sido mucho más dañino. O sea que, de los males, el menos.
El conjunto de la bóveda está protegido por una cubierta de madera, que es lo que ha ardido completamente, con lo que los hastiales triangulares del crucero han quedado sueltos y en peligro de desplome. Y ese es el asunto, sujetar los gabletes y reconstruir los dos tramos de bóveda caídos, el tejado y la aguja del XIX, que ya hay quien quiere restaurar dotándola de un diseño vanguardista. ¡Peligro! En fin, veremos...
miércoles, 17 de abril de 2019
El Museo de Bellas Artes de Biilbao (y 2)
No se descubre un museo de este nivel todos los días. España está llena de ellos, muchos surgidos en la época del ladrillo a mayor gloria del político de turno, que no contienen prácticamente nada; algunos ya han tenido que cerrarse, porque los gastos corrientes que genera una institución así y la compra de fondos los convierten en inviables.
Museo de Bellas Artes de Bilbao (plaza de entrada, desde el paso de conexión entre los dos edificios) / [granuribe50 (3/4/2019)] |
No es el caso del que nos ocupa, ya que se creó en 1908, y desde entonces no ha hecho más que aumentar su colección, hasta el punto de que ya se prevé una nueva ampliación. Ha pasado años a la sombra, pero un buen director (Miguel Zugaza, que durante quince años lo fue del Museo del Prado, con mucho acierto), consiguió sacarlo del olvido en que estaba sumido desde la inauguración del Guggenheim.
Actualmente se ha reordenado la colección en base a nuevos criterios, siguiendo una serie de ítems según las letras del alfabeto, por iniciativa del escritor Kirmen Uribe (una especie de homónimo del alter ego de un servidor). Y esto es lo que se expone hasta junio como pequeña muestra de la colección permanente. Lo que se haga después, ya se verá. Hay otras exposiciones temporales, como la del escultor fallecido en Ibiza en 2001, Juan Muñoz (de la que se puede ver a un par de tipos colgados de la escalera del hall), pero G.U. no las ha visitado.
Se expone una nueva manera de ordenar los fondos según el alfabeto / Sala con pósters alusivos diversos sobre Bilbao y San Sebastián |
Además de obras del Gótico muy buenas y también del Renacimiento, que no exponemos aquí para no resultar demasiado exhaustivos y pesaditos, hay una buena representación de pintores del Barroco y algunos retratos de Goya.
1) El Greco, San Francisco ante el crucificado (1585); 2) Francisco de Goya, Retrato de Martín Zapater (1797); 3) José de Ribera, San Sebastián curado por las santas mujeres (1620) |
Los pintores españoles del primer tercio del siglo XX están también estupendamente representados, incluso hay alguna obra de Ignacio Zuloaga, pese que era de ideología derechista y optó por Franco. Ya se sabe que, en este país al menos, un artista de derechas lo tiene crudo y tiende a ser ninguneado.
Como eran muchas las emociones, se hacía tarde y en la cafetería del museo solo dan pinchos (muy ricos, eso sí), un segurata muy amable le recomendó a G.U. un restaurante muy cercano, llamado Casilda (se supone que por su proximidad al parque), donde comimos bien en un agradable y bullanguero ambiente. Además, bé de preu, como dirían en Cataluña. Menos mal, porque caían chuzos de punta y empezar a buscar por ahí resultaba un plan poco seductor.
Situación del museo en la plaza Euzkadi / Un alto en el camino en el Restaurante Casilda |
Ya de vuelta al museo con fuerza renovada, pudimos apreciar muchos cuadros (en general muy buenos) y esculturas del S.XX, (no todas del agrado de G.U.), además de diversos grabados japoneses (en la "Sala J", dedicada a Japón), como los del gran Utagawa Hiroshige, del que ya publicamos algunas cosas en la entrada La superluna de hoy (2).
También hay autores contemporáneos, «como no podía ser de otra manera»: Eduardo Chillida y su hermano Gonzalo, Pablo Palazuelo, el Equipo Crónica, Miquel Barceló, Tàpies y muchos otros...
Museo de Bellas Artes de BIlbao, Eduardo Chillida, Encuentros IV / [granuribe50 (3/4/2019)] |
En fin, ya lo saben; no se acaba el mundo en el Guggenheim y no nos acusarán de no haberles avisado a ustedes...
martes, 16 de abril de 2019
El Museo de Bellas Artes de Bilbao (1)
Vista la viñeta de El Roto, uno se hace definitivamente consciente de lo difícil que resulta colocar mensajes tranquilos por Internet sin que se le tire encima algún colectivo herido o cualquier grupo de gaznápiros, organizados o por libre.
Ello pasa si uno lo hace vía teclado, pero no vean ustedes si lo que pretende es expresar su manera de ver las cosas en público y de viva voz, si es diferente de «la establecida», del pensamiento único; recibirá todo tipo de improperios, vejaciones e insultos, cuando no agresión física. Lo justificaba nuestra flamante consejera de Cultura (?) y ahora aspirante a entrar en nómina del Congreso de los Diputados en Madrit, Laura Borràs, con una frase de tipo mafioso que a uno le dejó realmente inquieto: «Eso solo le pasa a quien se busca problemas» (sic). Algo así han dicho otros...
Por eso, como G.U. no quiere buscarse problemas, hoy va a tratar algo difícilmente criticable. Pero no se nos inquieten, por ahora no hablaremos del incendio de Nôtre Dame de París, porque hay muchos presuntos «expertos» que pasarán por la tele para decir lo que habría que hacer o dejar de hacer para apagarlo, lo tardones que han sido los bomberos, si se caerá la fachada lateral o no, las medidas de prevención que se adoptarán en el futuro, cuánta pérdida supone para la cultura occidental (lo es, en efecto, y mucho) y por qué ese desastre resulta ser «una metáfora de la desintegración de Occidente». Todo lo dicho, más los mensajes lloriqueantes en las redes sociales, las flores, las frasecitas del tipo «todos somos Nôtre Dame», etc., es lo que tendremos en breve hasta el hartazgo.
Y por eso, y como lo prometido es deuda, hoy hablamos, al fin, del injustamente postergado Museo de Bellas Artes de Bilbao, un museo excelente, que instamos a que visiten ustedes. Si van por Bilbao (un viaje muy recomendable, aunque allí también haya gaznápiros en cantidad, no tenemos la exclusiva), no se queden solo en el Guggenheim, que no le llega ni a la solapa en cuanto a contenido.
En cuanto a su arquitectura... ya fue comentada un poco aquí cuando hablamos del Centro Botín, en Santander, pero esta vez hemos podido comprobar in situ que, con mal tiempo y lluvia, las cubiertas de titanio del museo junto a la ría adquieren una expresividad sorprendente.
Aurelio Arteta, Idilio en los campos de Sport (1910) Museo de Bellas Artes de Bilbao |
Bueno, ni que decir tiene, lo saben los seguidores de «El blog del gran Uribe», que esa ciudad —hablamos de Bilbao— la lleva G.U. en el corazón, no en vano su padre nació y pasó media vida allí, en la calle Ercilla 7 para más datos (en un bloque hoy sustituído por otro más nuevo), ya que era hijo de un arquitecto segoviano (el abuelo de G.U.) que trabajaba allí. Luego se trasladó a Barcelona, por motivos sentimentales y laborales que no viene al caso comentar ahora.
Y es en la «Ciudad Condal, archivo de cortesía» (eso decían antes), donde vino al mundo este bloguero, a quien ya desde el chupete o poco menos su padre le hizo hincha del Atlético de Bilbao (así lo llamaban antes). Y de ahí que en los inicios del blog tomara como alter ego a un jugador de ese club al que tenía mucho aprecio (también a su cromo). De hecho, entre hermanos, el uno al otro se siguen llamando cariñosamente «Uribe», en lugar del nombre de pila.
Ha estado en "El bocho" en diversas ocasiones y las experiencias siempre han sido buenas para él; primero, de viaje con su hermano en un SEAT 600; más tarde, a ver a su amiga Blanca; después, al Guggenheim de Frank Gehry y, esta última vez, en visita relámpago desde San Sebastián para visitar el Museo de Bellas Artes, en un día tremendamente lluvioso.
Lo dicho, uno lleva a ese lugar en el corazón. El caso es que, a poco de entrar en el museo, uno topa con este entrañable cuadro de Aurelio Arteta, un pintor muy bueno, el Idilio en los campos de Sport (1910) de un jugador del Athletic.
Entrada al Museo de Bellas Artes de Bilbao / [granuribe50 (3/4/2019)] |
La colección permanente es muy buena, pero las instalaciones no permiten mostrar más que una pequeña parte de ella, a pesar de la ampliación de 1970 y de reformas más recientes. Últimamente, han agrupado las obras, de estilos muy diversos, de una manera original; lo han hecho a través de una serie de temas según las letras del abecedario. Hay obras góticas, renacentistas, del barroco, del XVIII y XIX, contemporáneas, grabados japoneses, todo ello bien expuesto.
Tienen especial relevancia los artistas vascos; entre ellos, figuran los hermanos Valentín y Ramón de Zubiaurre, sordomudos ambos, a los que conoció el abuelo de G.U., hasta el punto de que el propio Ramón le dedicó un hermoso bodegón en tonos azules, una gama de color que dominaba a la perfección, como queda patente en las imágenes inferiores. Por ellos, pues, empezamos en esta primera entrega, pero hay mucho más.
Ramón de Zubiaurre, 1) En el jardín ; 3) Los intelectuales de mi aldea; 4) Retrato de mi hermana Pilar / Valentín de Zubiaurre, 2) Bersolaris [Museo de Bellas Artes de Bilbao] |
[Continuará]
lunes, 15 de abril de 2019
sábado, 13 de abril de 2019
¡Arranca la campaña electoral!
G. U. recuerda que antiguamente corría como loco para oír lo que decían nuestros políticos, sobre todo aquellos en los que tenía puestas más esperanzas, en general de izquierdas. Hoy no hay ni esperanzas ni izquierdas que valgan, y son esos tipos (y sus pelotillas) los que corren hacia él y se le cuelan por todas las rendijas. Sacan por la ventana el dedo pringado de saliva, para comprobar por dónde sopla el aire, se leen las encuestas del chef Tezanos o de quien sea, se aprenden de memoria los simplones «argumentarios» del partido, y así elaboran lo que nos tienen que decir, que recitan como loritos. Basta con tener un pequeño repertorio intercambiable de frases hechas para los mítines y un poco de caradura y buena presencia para salir por la tele.
Quizá J.J. Millás tenga razón cuando dice que esos tipos «dan la impresión de presentarse a una oposición en vez de a unas elecciones». Con los años uno va perdiendo inocencia y ya tiene claro que no está en el ánimo de esos sujetos el solucionar nuestros problemas reales. De hecho, ni los citan, pero se las apañan de miedo para inventar otros y así vivir del cuento.
En fin, sin afán de hacer demagogia, uno diría que lo que quieren es solazarse a cuerpo de rey a costa del erario público, tener un sueldo bien apañado, las tardes libres y, si pillan algún carguito que dé para eso, coche con chófer en la puerta; y todo sin necesidad de desgastar las coderas empollando durante quince horas al día un temario prolijo y absurdo.
Y con ese objetivo los tenemos aquí nuevamente, tras el inicio de una campaña que tal parece que hubiera empezado ya hace meses o años. Solo nos queda desear que Dios nos coja confesados, carísimos hermanos.
Quizá J.J. Millás tenga razón cuando dice que esos tipos «dan la impresión de presentarse a una oposición en vez de a unas elecciones». Con los años uno va perdiendo inocencia y ya tiene claro que no está en el ánimo de esos sujetos el solucionar nuestros problemas reales. De hecho, ni los citan, pero se las apañan de miedo para inventar otros y así vivir del cuento.
En fin, sin afán de hacer demagogia, uno diría que lo que quieren es solazarse a cuerpo de rey a costa del erario público, tener un sueldo bien apañado, las tardes libres y, si pillan algún carguito que dé para eso, coche con chófer en la puerta; y todo sin necesidad de desgastar las coderas empollando durante quince horas al día un temario prolijo y absurdo.
Y con ese objetivo los tenemos aquí nuevamente, tras el inicio de una campaña que tal parece que hubiera empezado ya hace meses o años. Solo nos queda desear que Dios nos coja confesados, carísimos hermanos.
jueves, 11 de abril de 2019
Algunas imágenes de San Sebastián
¡Ah, qué deliciosas imágenes de antaño, que anunciaban San Sebastián como destino turístico veraniego para clases pudientes... A G.U. le encantan, pero sospecha que al "frente violeta" no le deben de hacer mucha gracia y las lanzaría gustosamente a la hoguera (ya saben que el colegio Tàber ha vetado el cuento de Caperucita roja por sexista).
[Fotografías: granuribe50 / Música: Enrique Granados, May song (de Cuentos de la juventud); Piano: Douglas Riva]
miércoles, 10 de abril de 2019
De vuelta a Barcelona
Se acabó la escapadita, todo lo bueno se acaba. Barcelona nos recibe con este tiempo de tormentas primaverales. De este modo, nos reintegramos al blog con "renovado brío". Quedan pendientes flecos de San Sebas y del museo de Bellas Artes de Bilbao, que quedan para próximos días. La foto de Alfons Puertas refleja bien ¡lo que nos espera por Tabarnia!
Barcelona desde el Tibidabo / [Fotografía: Alfons Puertas (9/4/2019)] |
sábado, 6 de abril de 2019
Fútbol playero en el último día en Donostia
Para despedirnos de San Sebastián, un poco de fútbol playero. Así empezaron algunos de los ídolos de infancia de G.U... La próxima, desde Barcelona, aunque haremos alguna entrada más sobre San Sebastián, que bien lo merece, y también sobre el museo de Bellas Artes de Bilbao, que también lo merece y que visitó este bloguero en una escapada relámpago. Una ciudad, Bilbao, a la que espera volver con más calma lo antes posible, porque le trae buenos recuerdos, le tiene mucho aprecio y casi casi la lleva en su ADN.
[El caso es que ese museo que citábamos antes, poco conocido desde un punto de vista mediático, se lo recomendamos vivamente a ustedes si se acercan por allí. Tiene una colección permanente muy buena, además de algunos cuadros (pocos) de Ramón de Zubiaurre, un pintor que conocía al abuelo paterno de G.U. (y hermano de Valentín de Zubiaurre, quizá más conocido y que también tiene alguna obra en el museo). Sigan atentos a la pantalla, please. Estamos en ello].
San Sebastián / Fútbol playero infantil en la Concha / [granuribe50 (6/4/2019)] |
San Sebastián / Fútbol playero en la Concha / [granuribe50 (6/4/2019)] |
viernes, 5 de abril de 2019
Tintín y Milou visitan San Sebastián
No se piensen ustedes que Pipper sea el único perrito viajero que ejerce de influencer, como se dice ahora. Antes que él, Milou visitó San Sebastián acompañando a su inseparable Tintín, de la mano del ilustrador Óscar Alonso y realizó casi el mismo recorrido que G.U., aunque éste no montó en barca. Por cierto, en la imagen central aparece el hotel Niza. ¡Ojo!
[Ilustraciones de Óscar Alonso]
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