viernes, 26 de abril de 2019

La reconstrucción de Nôtre Dame, asunto de Estado

Proyecto de Viollet-le-Duc y lo que se acabó haciendo en Nôtre Dame, de París

Nôtre Dame se construyó entre mediados del S.XII y del XIV. Así se mantuvo hasta que un sujeto llamado Viollet-le-Duc —como decía el otro día Mateo M.— se sacó de la manga, a mediados del S.XIX, un nuevo tejado y la aguja de estilo neogótico, todo lo que se ha desplomado por el fuego, destrozando un par de bóvedas en su caída. Y menos mal que no se llegó a construir el chirimbolo en forma de pirámide que figura en los dibujos del arquitecto Viollet sobre los ábsides.

No estamos, pues, ante un problema arquitectónico de gran nivel (como ya explicamos aquí) ni, por supuesto, arqueológico. Por tanto, su solución seguramente no tendrá mucho que ver ni con la arquitectura ni con la arqueología.

Momento de la caída de la aguja de Viollet-le-Duc
Pero el edificio es muy importante por el turismo —la pela és la pela, dicen los catalanes—y por lo tanto es necesaria su reconstrucción inmediata para que sigan viniendo guiris. La grandeur francesa y su chauvinismo visceral están en juego —«¿cómo es que esto pasa en la France?» — y han reaccionado con enorme prontitud. El presidente de la República, Emmanuel Macron, salió a los medios muy emocionado, y convirtió la reconstrucción de Notre Dame en una cuestión de Estado, un símbolo del orgullo nacional.

Y las grandes empresas, las grandes fortunas y la "gente de a pie" empezaron a soltar dinero a punta pala. Y allí se colaron rápidamente los mangantes; de hecho ya se investiga una presunta estafa en la recaudación de fondos para reconstruir Notre Dame, usando el nombre de la 'Fundación del Patrimonio' de manera fraudulenta para que la gente mande fondos.

Y, naturalmente, se ha convocado a toda prisa un concurso internacional de arquitectura para proponer brillantes ideas que consuelen el ánimo del pueblo francés y también del "pueblo mundial". Se dice que las estrellas más brillantes de la arquitectura ya se han puesto a trabajar. Ricardito Bofill, Norman Foster, Calatrava, Jean Nouvel, incluso Frank Gehry, de ser ciertos los rumores, han puesto a sus despachos a funcionar a toda máquina.

[Propuestas extraídas del blog ¿Arquitectamos locos?, del colega José Ramón Hernández Correa].

Pero, como era inevitable, ya han surgido numerosos memes haciendo sus propias especulaciones de lo que se puede llegar a proponer... ¿Una terraza plana tipo chill-out para paseantes diversos y trasnochadores varios? ¿Un verdadero mirador de París a la altura de su grandeur? ¿Se optará por clonar lo que había? Ya se irá viendo.


3 comentarios:

  1. Como neófito no puedo opinar. Como consumidor de religión me atrevo, pero sólo un poco.
    Arreglar la techumbre, eliminar la madera de los travesaños, hacerla ignífuga, en fin, sería lo primordial. Volver a levantar el pináculo y dejarla como era antes, es, a mi entender, excesivo.
    pero la pela es la pela, como bien dices.
    Salut

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  2. Creo que la reconstrucción va a ir por la vía de lo espectacular, y además aunque no fuese muy acertada, de todos modos la gente iría. Como muestra aquí tenemos la Sagrada Familia.

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    1. Sí señor(a), lo importante es que sea espectacular, que atraiga a mucha gente.
      El Tapir

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