Vista la viñeta de El Roto, uno se hace definitivamente consciente de lo difícil que resulta colocar mensajes tranquilos por Internet sin que se le tire encima algún colectivo herido o cualquier grupo de gaznápiros, organizados o por libre.
Ello pasa si uno lo hace vía teclado, pero no vean ustedes si lo que pretende es expresar su manera de ver las cosas en público y de viva voz, si es diferente de «la establecida», del pensamiento único; recibirá todo tipo de improperios, vejaciones e insultos, cuando no agresión física. Lo justificaba nuestra flamante consejera de Cultura (?) y ahora aspirante a entrar en nómina del Congreso de los Diputados en Madrit, Laura Borràs, con una frase de tipo mafioso que a uno le dejó realmente inquieto: «Eso solo le pasa a quien se busca problemas» (sic). Algo así han dicho otros...
Por eso, como G.U. no quiere buscarse problemas, hoy va a tratar algo difícilmente criticable. Pero no se nos inquieten, por ahora no hablaremos del incendio de Nôtre Dame de París, porque hay muchos presuntos «expertos» que pasarán por la tele para decir lo que habría que hacer o dejar de hacer para apagarlo, lo tardones que han sido los bomberos, si se caerá la fachada lateral o no, las medidas de prevención que se adoptarán en el futuro, cuánta pérdida supone para la cultura occidental (lo es, en efecto, y mucho) y por qué ese desastre resulta ser «una metáfora de la desintegración de Occidente». Todo lo dicho, más los mensajes lloriqueantes en las redes sociales, las flores, las frasecitas del tipo «todos somos Nôtre Dame», etc., es lo que tendremos en breve hasta el hartazgo.
Y por eso, y como lo prometido es deuda, hoy hablamos, al fin, del injustamente postergado Museo de Bellas Artes de Bilbao, un museo excelente, que instamos a que visiten ustedes. Si van por Bilbao (un viaje muy recomendable, aunque allí también haya gaznápiros en cantidad, no tenemos la exclusiva), no se queden solo en el Guggenheim, que no le llega ni a la solapa en cuanto a contenido.
En cuanto a su arquitectura... ya fue comentada un poco aquí cuando hablamos del Centro Botín, en Santander, pero esta vez hemos podido comprobar in situ que, con mal tiempo y lluvia, las cubiertas de titanio del museo junto a la ría adquieren una expresividad sorprendente.
Aurelio Arteta, Idilio en los campos de Sport (1910) Museo de Bellas Artes de Bilbao |
Bueno, ni que decir tiene, lo saben los seguidores de «El blog del gran Uribe», que esa ciudad —hablamos de Bilbao— la lleva G.U. en el corazón, no en vano su padre nació y pasó media vida allí, en la calle Ercilla 7 para más datos (en un bloque hoy sustituído por otro más nuevo), ya que era hijo de un arquitecto segoviano (el abuelo de G.U.) que trabajaba allí. Luego se trasladó a Barcelona, por motivos sentimentales y laborales que no viene al caso comentar ahora.
Y es en la «Ciudad Condal, archivo de cortesía» (eso decían antes), donde vino al mundo este bloguero, a quien ya desde el chupete o poco menos su padre le hizo hincha del Atlético de Bilbao (así lo llamaban antes). Y de ahí que en los inicios del blog tomara como alter ego a un jugador de ese club al que tenía mucho aprecio (también a su cromo). De hecho, entre hermanos, el uno al otro se siguen llamando cariñosamente «Uribe», en lugar del nombre de pila.
Ha estado en "El bocho" en diversas ocasiones y las experiencias siempre han sido buenas para él; primero, de viaje con su hermano en un SEAT 600; más tarde, a ver a su amiga Blanca; después, al Guggenheim de Frank Gehry y, esta última vez, en visita relámpago desde San Sebastián para visitar el Museo de Bellas Artes, en un día tremendamente lluvioso.
Lo dicho, uno lleva a ese lugar en el corazón. El caso es que, a poco de entrar en el museo, uno topa con este entrañable cuadro de Aurelio Arteta, un pintor muy bueno, el Idilio en los campos de Sport (1910) de un jugador del Athletic.
Entrada al Museo de Bellas Artes de Bilbao / [granuribe50 (3/4/2019)] |
La colección permanente es muy buena, pero las instalaciones no permiten mostrar más que una pequeña parte de ella, a pesar de la ampliación de 1970 y de reformas más recientes. Últimamente, han agrupado las obras, de estilos muy diversos, de una manera original; lo han hecho a través de una serie de temas según las letras del abecedario. Hay obras góticas, renacentistas, del barroco, del XVIII y XIX, contemporáneas, grabados japoneses, todo ello bien expuesto.
Tienen especial relevancia los artistas vascos; entre ellos, figuran los hermanos Valentín y Ramón de Zubiaurre, sordomudos ambos, a los que conoció el abuelo de G.U., hasta el punto de que el propio Ramón le dedicó un hermoso bodegón en tonos azules, una gama de color que dominaba a la perfección, como queda patente en las imágenes inferiores. Por ellos, pues, empezamos en esta primera entrega, pero hay mucho más.
Ramón de Zubiaurre, 1) En el jardín ; 3) Los intelectuales de mi aldea; 4) Retrato de mi hermana Pilar / Valentín de Zubiaurre, 2) Bersolaris [Museo de Bellas Artes de Bilbao] |
[Continuará]
Fui al de la Ria para concretamente ver una exposición del estructuralismo ruso. Una pasada.
ResponderEliminarMe perdí este museo. He de volver, y alli estaré.
Soy un admirador irredento de Zuloaga, que por motivos obvios ya ni está ni se le nombra, porque aquí anteponemos ideas personales a expresión artística. Pasa lo mismo con Pere Pruna en nuestro territorio.
Le pido un favor, siga poniendo cuadros de este museo, y explique algo de ellos, una síntesis siquiera, así me hago una composición.
Un abrazo...y salut ¡
¡No pides nada, Tot! ¡Una síntesis de cada cuadro!¡Veo que me quieres poner a trabajar, malandrín!
EliminarEs que lo de haber estado del lado franquista (y más ¡haber pintado algún retrato de don Paco!) está muy mal visto, y los artistas que se definieron en esa dirección (o en ninguna) han sido ninguneados (valga la redundancia) sistemáticamente por los prebostes de turno; es el caso de Zuloaga, de Pruna y de muchos otros artistas, escritores, pensadores, etc.
Cierto.
EliminarUn abrazo
Ratifico que el Museo de Bellas artes de Bilbao es de primera. Que la obra espectacular -ojo, y que a mí me gusta- del museo Guggenheim haya restado protagonismo al de siempre y guste más a las masas no deja atrás para nada al de Bellas Artes. Rescataron muy bien el entorno además y las obras de escultura en su exterior o proximidad anticipan contenidos.
ResponderEliminarhttp://eltaklamakan.blogspot.com/2018/10/chillida-en-su-lugar-de-encuentro-o.html
http://eltaklamakan.blogspot.com/2019/01/las-ganas-de-mirar-de-jose-ramon-anda.html
Salud y a seguir marcando tantos, Gran Uribe.
Gracias, Fackel por tu comentario, y por los enlaces que me envías. He procedido a incorporar en la segunda parte una foto que hice desde dentro del museo de la escultura colgada de Chillida que hay en el exterior. No es gran cosa (la foto) pero sirve de complemento.
EliminarAunque no comparto esa manera de hacer arquitectura, a mí me gusta la estética del Guggenheim, sobre todo en días lluviosos, y también el perrito que hay fuera. El de Bellas Artes es un edificio respetuoso y discreto y no me desagrada la ampliación del 70. Y en cuanto a contenido, el Guggenheim no le llega ni a la solapa.
Y ahora Uribe se dispone a seguir marcando tantos...
Siempre sigo sus consejos en relación a libros y museos. Esta vez también. Iré al Museo de Bellas Artes, que no conozco, cuando vaya a Bilbao. MJ
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