miércoles, 27 de enero de 2016

Valentí Puig, un hombre culto y sensato

Entresacamos algunos párrafos de la entrevista que le ha hecho Xavier Rius a Valentí Puig en e-notícies, con motivo de la de la publicación de "Fatiga o descuido de España" (Galaxia Gutenberg), un libro precisamente en formato de entrevista entre dos personajes: A y B. Suerte que en este país —y en el de al lado— todavía hay alguien que se dedica a pensar.

— El proceso ha generado un complejo de superioridad de los catalanes: se habla de España como un país bananero. Es cierto que ahí tienen Bárcenas, pero aquí tenemos a Pujol, entre otros.
A mi parecer, España no es un país bananero. ¿Qué es un país bananero? Es un país de disfunciones totales, casi un Estado fallido. Desde luego es un país sin la sanidad, la seguridad social, las infraestructuras y el Estado de derecho que tiene España. Sí, hay comportamientos bananeros pero eso ocurre en casi toda Europa, especialmente en el sur. Pero permítame decir que incluso entre Berlusconi y Chávez hay una diferencia. Bueno, pues Catalunya tampoco es un país bananero, aunque me cuesta entender el sentimiento de superioridad, por el cual Catalunya es más democrática, culta y europeísta que el conjunto de España. Eso es chovinismo, un catalano-centrismo muy poco del siglo XXI.

— Francesc Homs ha afirmado con frecuencia de España que es un estado con déficit democrático. 
 Lo que diga Francesc Homs suele ser tan insignificante… pero bien, tal vez triunfe en el Congreso de los Diputados y se revele como un nuevo Demóstenes, que es lo que probablemente él cree ser.

Valentí Puig— ¿Quedan intelectuales en Catalunya? 
El nacionalismo, y más desde el proceso hacia la secesión, ha creado la figura del intelectual adicto, de cuota, tertuliano que fue apologista de Artur Mas hasta hace unos días y ahora lo es de Puigdemont. Para mí eso no es un intelectual. Es un activista. Sospecho que el nacionalismo catalán nunca tuvo menos calidad intelectual que ahora. Quedan ahí los intelectuales no nacionalistas, con muchos matices. Y lo inquietante es que la argumentación secesionista ha tenido una presencia mediática tan desproporcionada, sobre todo si consideramos los resultados electorales, en los que se ve una sociedad dividida. De modo que solo con más respecto al pluralismo podría descompensarse esta desproporción.

— "Tras la ebullición independentista será casi inevitable una frustración". También lo dice usted. ¿Es un augurio?
Si excitas la emocionalidad nacionalista hasta el punto de decir que España nos roba o que se puede, contra toda evidencia, salirse de España y quedar en la Unión Europea, si haces eso de modo constante, quienes hayan confiado en que la independencia estaba a la vuelta de la esquina se sentirán muy frustrados. Entonces habrá que ver en qué sentido se concentra o se transforma esa frustración, más conflicto o indiferencia, más abstención o nuevos modos de movilizar.



3 comentarios:

  1. Artículo muy sensato, como suelen serlo los Valentí Puig. Recomiendo muy encarecidamente sacudirse la pereza y leerlo entero.
    El Tapir

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    1. Sí que vale la pena leerlo entero. Las opiniones de Valentí son de una claridad meridiana, bien argumentadas y razonadas. MJ

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  2. Gracias por citar

    Xavier Rius
    (e-notícies)

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