miércoles, 27 de mayo de 2015

Suicidio de una adolescente acosada

SUICIDIO DE UNA ADOLESCENTE QUE SUFRÍA BULLYING

Una chica de 16 años se ha suicidado este viernes pasado en Madrid. Se despidió de sus amigas por WhatsApp y se tiró al vacío desde la sexta planta de su bloque de pisos. Estudiaba en un instituto del sur de Madrid capital, en el que había padecido acoso escolar, según denunció su familia hace apenas un mes.

“Estoy cansada de vivir”, escribió la chica en un mensaje de teléfono a sus amigas antes de arrojarse por el hueco de las escaleras. Lo hizo en la vivienda familiar que compartía con su hermano menor y sus padres en el barrio de Usera, al sur de Madrid capital.

Uno de los WhatsApps enviados a Aránzazu por un compañeroEl relato de lo que padeció la adolescente, que supuestamente sufría acoso escolar, antes de saltar al vacío consta en una denuncia policial del 29 de abril. “Guarra, ¿qué dices de mí? Voy a ir a pegarte con mis primas. Me cago en tus muertos. Me vas a dar 50 euros o voy a ir con mis primas y más gente a pegarte”, le escribió su acosador en un siniestro WhatsApp. En esa denuncia, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, relata los abusos un grupo de “unos cuatro o cinco alumnos más”. En las redes circulan ahora los nombres de esos presuntos agresores.

En la carta de los padres dirigida a la consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, registrada dos días antes de la tragedia, el AMPA alude a “continuas amenazas e insultos a los profesores así como comportamientos indisciplinados reiterativos, que van cuajando hasta desembocar en incidentes gravísimos”.

Y cuentan un episodio, que sitúan el pasado 11 de marzo, en el que tres alumnos “se pegan en medio de una clase, con lanzamiento de objetos, patadas, puñetazos, gritos, insultos muebles despedidos, persecuciones por los pasillos”. “Raro es el día que no hay amenazas (recientemente con llevar ballestas) a profesores y/ o alumnos, faltas de disciplina, altercados en las aulas, patio o entrada/ salida; o que no tenga que venir la policía o el Samur por incidentes graves”, le explican los padres a a la consejera de Educación.




Dice la Web de BULLYING: ACOSO ESCOLAR

Instituto "Ciudad de Jaén" en el barrio de Usera (Madrid)
«El día 22 de mayo de 2015, una chica de 16 años, perdió la vida tras arrojarse al vacío desde un sexto piso. Sus padres habían denunciado ante la policía, hace alrededor de un mes, que sufría bullying (acoso) en el instituto en el que estudiaba, concretamente el Instituto Ciudad de Jaén, de Madrid. 
Un compañero de clase le pedía dinero y le enviaba mensajes amenazantes, seguramente desde hacía meses. Antes de lanzarse por el hueco del ascensor envió un mensaje de Whatsapp a sus amigas diciéndoles que estaba “cansada de vivir”. 

Los expertos en bullying y ciberbullying sabemos que sin una intervención drástica de las autoridades educativas (equipos directivos) y de los profesores (además de las intervenciones psicopedagógicas con los implicados), el acoso escolar no solo no desaparece, sino que se incrementa de forma intolerable. 
La discapacidad motora e intelectual de entre el 30% y el 40% que sufría Arancha, hace aun más “sangrante” el caso. 
No sabemos si los profesores, a ese alumno acosador, intentaron siquiera “pararle los pies” con una intervención adecuada. Estos profesores, así como los miembros del Equipo Directivo del instituto, son también responsables de la muerte de Arancha , sino desde un punto de vista legal, sí desde una perspectiva moral. Ojalá que todos los docentes del instituto hayan “aprendido la lección”. De momento, esta misma tarde, también a través de las noticias de televisión, nos hemos enterado que el Jefe de Estudios y el Director del Instituto Ciudad de Jaén han presentado su dimisión. Arancha… descansa en paz».

En esa web parece como si estuvieran echando la culpa a los profesores (también lo hace la consejería de Educación) pero el problema es que, por desgracia, éstos casi nunca llegan a "saber de la misa la mitad" de lo que sucede entre los alumnos, especialmente cuando pasa fuera del centro escolar, pero tampoco dentro.
Es un tema muy delicado, la cosa se mueve entre mensajitos y amenazas diversas siempre a espaldas de los profesores, porque luego —en clase— todos fingen y nadie sabe nada de nada.
Y, aunque se llegue a tener conocimiento del asunto, no hay medios para solucionarlo y la respuesta no suele ser muy contundente: que si el acosador también tiene muchos problemas en casa, que si los compañeros demonizarán al acosado/a por chivarse, que si el expediente es muy complicado de cumplimentar, todo eso...
En fin, hermanos, a día de hoy este es el mundo de la enseñanza pública, que es el que conoce Gran Uribe. Dejado de la mano de Dios por parte de la administración.


6 comentarios:

  1. En relación al comentario de Gran Uribe sobre la enseñanza pública. Hace años, en uno de los cursos de los que fui tutora, un alumno de 3º de ESO acosaba sexualmente a una alumna de la clase. Ni yo, ni el resto del profesorado sabíamos nada al respecto, esas cosas no se hacen delante de los profes. Por supuesto que hubiéramos tomado medidas. La niña estaba en una residencia y un día me llamó su tutora, a la que conocía por entrevistas previas, para contarme lo que ocurría. Entre otras cosas, me dijo que a la niña la iba a acompañar siempre al instituto una persona de la residencia, por si había represalias por la calle, y además: "Espero que toméis las medidas pertinentes. Si nos parecen insuficientes, nosotros nos reservamos el derecho de acudir a los organismos competentes para que se solucione el problema." Tal cual se lo trasmití al director del centro que hizo lo propio en inspección. En UNA SEMANA estuvo resuelto el problema. El niño fue trasladado de centro. Siempre pensé qué habría ocurrido si no hubieran estado esos profesionales de la residencia que sabían cuáles eran las acciones a emprender y cuál era el tono que tenían que utilizar. MJ

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  2. Un caso muy revelador, MJ. Yo creo que si las autoridades educativas, equipos directivos y, sobre todo, Inspección, actuaran con más energía y contundencia ante el menor indicio de acoso escolar, y no digamos ante una denuncia, el problema no presentaría la virulencia con que sacude las aulas a día de hoy.
    La estrategia de "mirar hacia otro lado", que ha sido lo que se ha hecho hasta hoy, ya no puede seguir imperando.Hay que exigir ua línea de actuación para esos casos. Y ya.

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    1. La Dirección y el Ampa del IES Ciudad de Jaen llevan mucho tiempo pidiendo más recursos que les han sido denegados.

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  3. Añado que el alumno trasladado tuvo un comportamiento correcto sin problemas en el otro centro al que fue. MJ

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  4. Nadie movió ni un dedo por la alumna acosada. Ahora, consumada la tragedia, la gran medida es cambiar de instituto al acosador (a buscar víctimas y a tocar los huevos a otra parte).

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    1. Esto es mentira. Los profesores fueron los primeros que detectaron el acoso. El alumno acosador estaba apartado y ya se habían puesto en contacto con las familias.

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