Viñeta de El Roto (7/5/2015) |
A veces los programas electorales se parecen más a una incoherente subasta cuyo único fin es obtener votos que a un conjunto de medidas coherentes y viables, fruto de una reflexión sobre los problemas de un país, acordes con unos principios y valores no contradictorios entre sí.
Una de las funciones críticas que debería practicar el buen periodismo es cuantificar los gastos e ingresos que pueden suponer las medidas que proponen los programas electorales, explicar las dificultades políticas y legales de su aplicación, detectar sus posibles incongruencias. Más allá de ideologías, de posiciones de izquierda y derecha, al elector le debería interesar una cuestión previa: que los programas no le engañen, que los partidos no le mientan con el fin de obtener su voto de manera fraudulenta. En política, como en la vida, los peores siempre son los farsantes.
Esto es lo que está pasando en Grecia con Syriza. Según los sondeos, sus votantes empiezan a desencantarse por las promesas electorales incumplidas».[...]
Enlace: ¿La izquierda en un solo país?
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