Pues bien, han reaccionado con prontitud y en la edición de hoy vuelve a salir la programación de la tele de todo el día, en lugar de a partir de las diez de la noche hasta las doce como hasta ayer. Lo demás, ya se verá.
La carta de Gran Uribe a la Defensora de los Lectores, Lola Galán, decía así:
«Apreciada señora Lola Galán: Llevo leyendo EL PAÍS desde su fundación en 1976 y, en efecto, su formato ha sufrido diferentes transformaciones no siempre acertadas, en mi opinión, pero ninguna tan desafortunada como esta última, hasta el punto de que creo que estoy a punto de abandonar mi fidelidad de casi 50 años.
Me centraré hoy en tres aspectos:
- Las Cartas al Director hacen de termómetro de lo que piensan los lectores del diario —gente en muchos casos muy preparada—, algo que a muchos nos interesa como mínimo igual que lo que opinen los redactores, columnistas, editorialistas y quienes les pagan. Grave error reducirlas a la mínima expresión. Si son variadas y están bien escogidas constituyen una sección importantísima de un diario. Hay un agravio comparativo en esa misma página con la enigmática viñeta del dibujante Ros, que incomprensiblemente ocupa bastante más superficie que las proscritas cartas.
- La información meteorológica ha quedado banalizada al máximo con la supresión de la foto del satélite y el mapa de isobaras. Ahora todo se fía a esos simplones iconos de solecitos, nubecillas y "huevos fritos" que no explican de por sí los motivos de lo que se prevé que sucederá.
- Respecto a la programación de TV, no hace falta estar jubilado, ni enfermo ni en el paro para tener interés en ella. Lo que sí que no nos interesa nada, repito: NADA, es ese gran cuadro con los programas más vistos del día anterior; lo que queremos es saber lo que podremos ver hoy en todo tipo de cadenas. Además, llama mucho la atención que aquel primitivo gran interés que mostraba el diario por los canales de pago y por las películas que se emitían en ellos, haya pasado a no tener la más mínima relevancia para ustedes desde que los han vendido a la Telefónica. No parece serio ni honesto, desde luego.
En fin, hay bastantes aspectos más en los que se ha empobrecido la versión impresa, al parecer perjudicada —no se sabe por qué— por la apuesta digital que proponen y la adaptación a la lectura en los teléfonos móviles.
Muchas gracias por su atención».
El Gran Uribe
DNI: xxxxxxxx
Completamente de acuerdo con su crítica al nuevo formato de ciertas secciones de El País, y que afortunadamente -no sé si por influencia de su carta- han corregido parcialmente. Mi estupor es máximo al enterarme de que el cambio se debe al deseo del diario de priorizar a los lectores de la edición digital o del teléfono móvil, los cuales son más volubles y nunca tan fieles, sistemáticos y concienzudos como el señor que lleva 40 años comprando el periódico en el quiosco. Realmente, si es así, dan ganas de mandarles a paseo para siempre. Le felicito, una carta seria y razonada la suya, que es posible que haya hecho meditar a los responsables de la edición escrita del diario.
ResponderEliminarEl Tapir