Guardiola, pasmado, cuando la afición del Bayern le despide con el 'Que viva España'
«Dies ist eine dirne Falle. Wenn ich weiß, ich bleibe zu Hause», exclamó.
[«Esto es una puta trampa. Si lo sé, me quedo en casa»]
Guardiola durante la fiesta. "Això es una puta trampa. Si ho sé, no vinc". |
La cara del de Santpedor, partidario de la independencia y de una república catalana, es un poema y varias veces se le ve resoplar y cruzar los brazos. Mientras, Thiago y Javi Martínez se animaron, aplaudieron y comenzaron a bailar».
Enlace: Guardiola, pasmado
Hace un par de años, cuando la fiebre de los 11S, Òmnium Cultural quiso internacionalitzar el prusés y usó a Guardiola para montar una peformance en Berlín sobre lo de siempre (somcollonuts, espanyansroba…), organizada por la pobre Muriel Casals (qepd). El asunto tuvo escasa repercusión, ya que no asistieron ni 300 personas, y los alemanes —que ya salieron escaldados de su experiencia en el siglo XX— parece ser que siguen sin picar en ese anzuelo. Habrá que seguir trabajando, pero sin Guardiola, que se marcha al Reino Unido en misión evangelizadora, tal como anunciamos en su día.
Enlace al blog del gran Uribe: http://granuribe50.blogspot.com.es/2014/06/los-catalanes-quieren-el-balon.html
Eso le pasa por no seguir el famoso axioma de Boskov "Fútbol es fútbol". No le está mal empleado.
ResponderEliminarEls alemanys no han entès el seu missatge, senyor Guardiola. Quan es barreja tot passa el que passa. (Los alemanes no han entendido su mensaje, señor Guardiola. Cuando se mezcla todo, pasa lo que pasa) MJ
Es curioso cómo les gusta a los guiris alemanes esa horterada de canción, sobre todo cuando empuñan una cervezota. Está muy bien escogida para tocarle los cataplines al profeta del balón y de la patria: Guardiola. Prepararos, ingleses, para recibirle con todos los honores, dispuesto a enfrentarse con "el puto amo" (Mourinho), que ha fichado por el equipo enemigo.
EliminarUna despedida genial. Me encanta, y me hubiera gustado estar allí, sobre todo, y si una aguantara esos eventos, para ver la cara de ese señor, y cura rancio para mis adentros, al oír la canción.
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