miércoles, 18 de mayo de 2016

Forcadell recibe a Otegui

Arnaldo Otegi ha sido recibido hoy con todos los honores por la Cataluña oficial: por la presidenta del Parlament, la Molt Honorable (?) Carme Forcadell, de ERC, y por la presidenta de la Comisión de Exteriores, Marta Pascual, de Convergència.

Después de tan egregia acogida, ha continuado su visita al futuro nou estat con una entrevista en Catalunya Ràdio, emisora en la que ha recibido un gratificante masaje vía Monicuatrocientosmil Terribas. Completará la jornada la participación en un debate organizado por CIEMEN (ligada al monasterio de Montserrat) en la antigua fábrica Fabra i Coats, que se celebra bajo un lema ilusionante y asaz inspirado: "Tiempos de paz, vientos de libertad, la solidaridad es la ternura de los pueblos".

Aprovechando que no dan "en abierto" la final Sevilla-Liverpool (¡Aupa Sevilla!, aunque fuera el que eliminó al Athletic) y ansioso por vivir algo de la libertad y ternura que destila ese sujeto, hacia allí se encamina raudo Gran Uribe, que teme llegar tarde (aquello le pilla bastante lejos, en la otra punta, ya que está cerca del Hipercor de la Meridiana).


Gran Uribe está enfadado. Y Francesc de Carreras, parece ser que también. Aquí nos da su opinión  acerca de la recepción que se le ha dispensado por estos lares a ese entrañable "hombre de paz", quién sabe futuro premio Nobel de la Paz:

La "Molt Honorable" Forcadell recibe a Otegui
[...] «La violencia terrorista provoca crímenes, atenta contra la vida y la integridad física de las personas. Pero su finalidad no es esa, los atentados violentos son únicamente un medio para infundir miedo a los ciudadanos, para crear una situación que paralice su libre actuación. Se mata a una persona determinada para producir miedo en las demás, igual que en las dictaduras se fusila para escarmentar a la población, para que no se atreva a decir lo que piensa, para que no actúe con libertad.

Esto es lo que pretendió, y en buena parte consiguió, ETA durante muchos años. Las víctimas eran simples instrumentos para aterrorizar a los demás, impedir que ejercieran sus derechos constitucionales. Todo en nombre de una idea, una verdad que no podía ser discutida, llámese nación, revolución o clase social.

En las democracias, todos los ciudadanos pueden ejercer con libertad sus derechos fundamentales establecidos en las leyes aprobadas por sus representantes reunidos en Parlamentos y elegidos por sufragio. En los regímenes totalitarios, no existen derechos fundamentales y se impone la ley de quien sólo posee la fuerza física, en el caso del terrorismo la fuerza de las pistolas y las bombas.

A este gran héroe totalitario, se le rinde hoy homenaje en Cataluña. El problema catalán no es el de la independencia, sino el de la falta de democracia y desprecio de la ley. El nacionalismo siempre acaba en puro fanatismo. Es ahí dónde estamos».



4 comentarios:

  1. Sí, sin comentarios. Los hechos hablan solos.

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  2. Pues no creas, que el Nobel de la Paz puede no estar tan lejos. ¡Se lo dieron a Kiesinger! Visto lo visto -y una vez olvidado lo de Hipercor y oído a ese sujeto decir que aquello nunca debió suceder (¿los demás atentados sí?)- en Cataluña no le faltarían apoyos...
    El Tapir

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    1. Sí, sí, lo del Nobel de la Paz es cosa hecha, aunque tendrá que competir con otro insigne candidato, Urrusolo Sistiaga, un sujeto que tuvo aterrorizado a Barcelona durante varios años, vivía en una furgoneta en el barrio de Les Corts y, de cuando en cuando, mataba a algún guardia (también a otros que no eran guardias) de un tirito. Se olvidó su agenda en una cabina de teléfonos —no había móviles— y ahí se acabó su brillante carrera.
      Ahora dice que él no estaba de acuerdo con aquello (gracias a ese "arrepentimiento" se ha ahorrado cuatrocientos años de cárcel), y no sería sorprendente verlo de ministro del interior cualquier día, una brillante carrera reactivada. Es la historia, da vueltas y vueltas...

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