domingo, 1 de febrero de 2015

La OTAN, el libro y la rosa

Santiago Vidal: "No habrá ejército, desde Cataluña aportaremos a la OTAN lo que hemos aportado siempre: un libro y una rosa"

El juez Santiago Vidal, futuro conseller de Justicia, presentó ayer en el Ateneu su propuesta de Constitución catalana que le ha encargado la Generalitat; lo ha hecho con estas bellas palabras, muy acordes con "la patrulla dels castors" que citaba Vidal-Folch ayer y que obtendrán gran consenso electoral en un tema sensible: el llibre i la rosa. 
Este juez Vidal es un "activo" del prusés, sobre todo si le persigue Madrit. Se pasará a la política en breve, sin duda.

«No pensamos atacar a nadie y no queremos que nadie nos ataque. Entonces, ¿para qué queremos un ejército? Ninguno de nosotros quiere ver a ningún catalán perder su vida en ningún conflicto armado, sea donde sea. Y la forma de conseguir eso es no tener fuerzas armadas. Ni a nivel interior ni a nivel exterior. Evidentemente, tendremos que hablar en su día con la OTAN o con quien sea para establecer qué mecanismo de colaboración podemos aportar. Pues desde Cataluña aportaremos lo que hemos aportado siempre: un libro y una rosa".

»Cataluña podría aportar tecnología, por ejemplo, radares o periscopios de submarinos. Es decir, cualquier cosa que pueda servir para poner paz en algún lugar del mundo donde haya guerra, pero que no sea nunca ningún arma concreta que permita quitar la vida a otro ser humano esté donde esté.[...]

»Me defenderé hasta el último momento. No le llego ni a la suela de los zapatos a Martin Luther King, evidentemente, pero yo también tengo un sueño: yo veré el nacimiento del Estado de la República de Catauña ejerciendo como juez.[...]

Hacemos una cláusula de salvaguarda con el castellano, de respeto, por razones de convivencia, emocionales, afectivas, teniendo en cuenta la realidad sociolingüística de la Cataluña actual, y con un carácter temporal, porque la próxima generación habrá pasado esta tortura -como dicen en Madrid- de la inmersión lingüística y ya no necesitará la cooficialidad del castellano. Nuestros hijos y nuestros nietos sabrán hablar y escribir perfectamente el catalán, que será su lengua propia y oficial, y por descontado el castellano, porque será el del país vecino, en el sur, además del francés, el inglés, el alemán y, tal vez, el chino».

Decía Josep Tarradellas: "En política se puede hacer todo menos el ridículo"

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Completamente de acuerdo. Da vergüenza ajena leer una cursilería tan empalagosa...
      El Tapir

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  2. No se pueden decir más tonterías en menos espacio. Gazmoñería pura, desde luego.

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  3. Desde luego, al personaje le espera un brillante futuro...Adelante con los faroles, olé, olé y olé, cretinot!
    nvts

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