viernes, 20 de febrero de 2015

Boadella con mascarilla

"Cataluña sufre el virus de la paranoia"

Albert Boadella protegido con una mascarilla
Albert Boadella era muy respetado en Cataluña hasta que se le ocurrió empezar a caricaturizar en sus obras a Giorgio Pujolone y su séquito. Fue el primero, por no decir el único, que se atrevió a hacerlo mientras los demás callaban. La gente de aquí se rasgó las vestiduras como buenos fariseos, le puso en la lista negra, le insultó de mala manera y dejó de acudir a sus estrenos. El hombre hizo lo que debía: las maletas y aquí os quedáis. Ahora más de uno ha empezado a comprender que ese tipo, además de un gran artista, fue un precursor, un gamberro integral y un auténtico iconoclasta. Esperemos que en Madrid sea coherente consigo mismo y continúe cumpliendo con su obligación: tocar los huevos caiga quien caiga, Espe incluida. Si así lo hiciere que Dios se lo premie, y si no, se lo demande.

Albert Boadella con su mascarilla de protección contra el virus de la paranoia
Hoy se le ha ocurrido acudir a la presentación en Madrid del libro de Sergio Fidalgo Me gusta Cataluña, me gusta España protegido con una mascarilla. Y solo se la ha quitado durante su intervención, lo que ha aprovechado para ironizar: "Espero que por unos minutos no me suceda nada". Y ha continuado: "Yo creo que los pueblos o las comunidades humanas enferman igual que las personas; lo mismo que le sucede a una persona le sucede a una comunidad humana. Cataluña en este momento ha ido generando un virus muy sencillo que es el de la paranoia. El virus de la paranoia es el más sencillo de inducir. Llevo la mascarilla para evitar contagiarme de algo, dado que el acto se celebra en un edificio de la Generalidad".


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