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| Vaquero solitario, al estilo del Virginiano |
Traía Mas una carpeta oscura a juego con los cortinones de la sala, y cuando los comisionados (que no comisionistas) le leían sus preguntas sin levantar la vista de sus folios, el President bajaba la cabeza y consultaba sus papeles, de modo que el personal se hablaba pero no se miraba. En sus respuestas, no hacía otra cosa el muy honorable President que subrayar este papel de chico temerario que tan bien se le da, y así le salía el justiciero de noble inclinación al que no le importa conllevar las desgracias (bueno, dejémoslo en la sombra que proyectan) de los amigos extraviados.
“Yo empecé desde abajo del todo”, reveló en un despunte. Y en otra ocasión aludió a la llamada en derecho “prueba diabólica”. Entonces se comparó con el hombre injustamente acusado que pretende demostrar su inocencia pero que, desdichado de él, no tiene manera material de hacerlo.
El Virginiano lleva en su nombre lo que todo héroe tiene de virginal. Como buen actor, a Artur Mas se le da mejor declamar que argumentar. “Físicamente estoy vivo, políticamente no lo sé” ha ironizado igual que lo hacen los vaqueros junto a la hoguera calentando el café.
Respecto al duelo (o al tiroteo), el portavoz de ERC, que es Oriol Amorós, ha disparado a bulto. Miquel Iceta (PSC) ha tirado a dar. Alicia Sánchez Camacho (PP), a matar (pero prueba de que se equivocó de blanco es que le llamó “señor Pujol” en vez de señor Mas o un equivalente). A los bolsillos (de CiU) es a donde ha disparado Albert Rivera (C's). Isabel Vallet (CUP), al espíritu (es decir, al espectro de la responsabilidad política). Y Joan Herrera (ICV-EUiA) lo ha hecho contra un caserón desolado (y silencioso). Del Virginiano lo que también recordamos los espectadores es que su fiel amigo se llamaba el Trampas».
Enlace: El Virginiano
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| Viñeta de Peridis (10/2/2015) |
¡Uy! Buenísima la composición, Gran Uribe. Tanto es así que al principio no había reconocido al Sr. Mas de virginiano. Queda rarísimo, no sé si es por las gafas o porque no da la talla.
ResponderEliminarA mí me ha pasado lo mismo. He tardado en reconocer a nuestro "rei Artur" en la hábil composición del Gran Uribe; le veía algo raro, y eran las gafas. No he seguido la comparecencia de El Virginiano, pero, por lo que dice Pérez Andújar, me ha puedo imaginar. Nunca se aclara nada, nadie queda del todo contento (salvo, quizás, el compareciente), pero todos los políticos salen con la sensación del "deber cumplido". Los únicos que no nos creemos nada somos los "de a pie", pero ¿a quién le importa eso?
ResponderEliminarEl Tapir
Agradezco los elogios. Manejé varias posibilidades para el rostro (de cemento) de King Arthur, con y sin gafas. Al final pensé que con gafas quedaba "más curioso", como se suele decir. No es fácil encontrar en el cine clásico de Hollywood a vaqueros con gafas. Este complemento lo utilizaban para caracterizar a sabios despistados o héroes silenciosos como el impagable Atticus Finch de "Matar a un ruiseñor".
EliminarPor lo demás, Pérez Andújar tiene bien calado el "posat" de nuestro casolano héroe, un consumado actor que hubiera hecho carrera en aquellos lares.
¡Qué lástima que no se quedara por allí...!
EliminarEl Tapir
Ha hecho bien Uribe en representarlo con gafas. No es auténtico. Ni "sabio despistado" ni "héroe silencioso". Se trata de un "impostor", como diría Javier Cercas. Un locuaz individuo que se hace pasar por independentista de toda la vida sin serlo ahora ni haberlo sido nunca, pero que con sus dotes innegables de actor y embaucador consigue engañar a algún que otro incauto con ganas de ser engañado.
ResponderEliminarNo sé si ha sido por las gafas o por la cara más redondita, y menos dura, pero yo tampoco lo he reconocido. Me ha costado. Tal vez se deba también a que una le cuesta asociarlo a uno de esos tipos duros del Oeste, algo brutos, sin duda, si excluimos a los silenciosos, pero héroes al fin, con un fondo de nobleza.
ResponderEliminarLa composición, magnífica, gran Uribe, merece todos los elogios. Pone de relieve la impostura