«Ya se sabía por entonces que Juan Goytisolo había escrito un libro acerca de ese barrio, pero estaba prohibido en España (en Almería estuvieron a punto de declararle persona non grata) y hubo que leer "La Chanca" años después. Un libro gemelo de "Campos de Níjar", por cierto, aquel que molestó tanto al alcalde del pueblo —un colérico mastuerzo, sin duda— que llegó incluso a prometer que "si Goytisolo vuelve por aquí será colgado de los c****** en la farola de la plaza" (sic)».
Está visto que, se hable de quien se hable, hay que cruzar siempre los dedos. Pues bien, si ese colérico mastuerzo al que hacíamos referencia estuviera todavía por aquí, daría saltos de contento: ha fallecido uno de los nuestros, Juan Goytisolo, al que leíamos con avidez en ediciones mejicanas mientras vivía Franco, porque aquí estaba prohibido, faltaría más. Era un tipo peculiar y no demasiado empático, pero congruente con sus ideas y un grandísimo escritor.
Juan Goytisolo, Señas de Identidad / © 1966, Editorial Joaquín Mortiz, S.A. México D.F. (Cuarta edición, junio de 1975) / pág. 13 |
Gran Uribe ha buscado el "Señas de identidad" que ronda por aquí (un ejemplar que ha superado con éxito diversas quemas de libros en la chimenea, al modo Vázquez Montalbán). Y no ha tenido que avanzar mucho en la relectura porque ya en la página 13 ha encontrado un párrafo que, aunque sencillo, no lo escribe cualquiera. Descansa en paz, Juan.
W. A. Mozart / Introitus Requiem K626 / Choeur HEP, Ensemble vocal Arpège / Julien Laloux, direction
[Gran Uribe lo dedica, por supuesto, a la memoria de Goytisolo, pero también a Xavier Valls, barsistas y procesistas]
Que difícil es el oficio de escribir, y que bien se le daba.
ResponderEliminarEPD
Hacía muchos años que no leía una novela de Juan Goytisolo -la última, "Juan sin tierra", se me atragantó a las pocas páginas-, aunque sí he ido leyendo con cierta frecuencia artículos periodísticos suyos, como el de "La fuerza del hambre", caracterizados siempre por una gran precisión de lenguaje y un poderoso sentido ético, que mantuvo durante toda su vida. Por cierto, cuando estuvimos en Marrakech hace unos años, le vimos por la calle, en las cercanías de lo que luego supimos era su casa. La preciosa foto que ilustra el enlace, ante la típica pared rojiza, de rugosa textura, del barrio histórico de la ciudad, me ha recordado esa circunstancia... Seguramente, volveré a leer a Juan Goytisolo, aunque el fracaso de "Juan sin tierra" me hizo durante muchos años reacio a ello. Juan Goytisolo, descansa en paz.
ResponderEliminarEl Tapir
Es cierto, cómo podía escribir así. Supongo que a base de capacidad y saber qué quería decir. MJ
ResponderEliminarTe releeremos y recordaremos.
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