Los procesistas le llaman facha porque no está por la labor, como no podía ser menos. La verdad es que tuvo que emigrar a Madrid porque aparecían continuamente pintadas en el exterior de su casa tildándolo de tal y el hombre estaba ya hasta el gorro. Algo parecido le pasó a Boadella... Pero el caso es que se trata de un tipo inteligente, ácido y crítico, al que es difícil dar gato por liebre. En sus artículos el hombre se suele despachar a gusto, sin complejo alguno, y hace muy bien ¡qué puñeta!
Hoy dice así en su columna de los martes:
«Cuando
Pablo Iglesias avanza por un pasillo de las Cortes, dócil ante las cien cámaras
que le glorifican, parece que vaya enjugándose las manos con un pañuelo de
yerbas, como si acabara de reparar el sifón de la cocina. Tiene un porte
decididamente sindical. Por el contrario, cuando Pedro Sánchez avanza por el
mismo pasillo y ante las mismas cámaras, lo hace pausadamente, con una
ondulación que es híbrido de Gary Cooper y Mae West. Sonríe y saluda,
parsimonioso, a derecha e izquierda, como la fascinante rubia platino. Dos
estilos bien definidos.
Esta
es nuestra izquierda, qué le vamos a hacer. Una izquierda cuidadosa de su
imagen y cuyos dirigentes gastan el espejo de la mañana a la noche. Gente con
una vanidad tan colosal que no deja lugar para el raciocinio. Así que, en pura
competencia, aislados en la burbuja narcisista, olvidan por completo que su
empleo es el de mejorar la vida de sus votantes. En lugar de eso, rivalizan por
ver quién pone el gesto más izquierdoso de manera que ya, en los próximos
tiempos, votarán en Europa junto a los fascistas de Le Pen.
Tanto el uno como el otro prefieren gestionar la calderilla a crear riqueza.
ResponderEliminarLos dos están por acabar con Rajoy, pero de manera conjunta, o sea, unidos, porque sólo con los votos de sus seguidores se ven impotentes.
Luego no hay más remedio que unirse, y digo no hay más remedio porque se odian, y se odian porque el poder no tiene compasión y los dos ocupan el mismo espectro político, el mismo lugar ideológico , la misma forma de hacer política, con una salvedad, uno es partícipe de la España de nación de naciones y el otro de la España plurinacional.
No se me rían, que el diseño del lenguaje puede darnos días de gloria. Ya veremos la diferencia o la conjunción, en el caso de que vayan juntos a las urnas, pero les advierto, Roma no paga traidores, y en este caso no se sabe quien de los dos hace el papel de Nerón.
En Francia Manuel Valls tampoco estaba mal de fotogenia y fíjense dónde ha terminado. El futuro de nuestra izquierda cortita también es incierto. MJ
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