«Se está llevando una campaña contra nuestro colectivo por el cartel en el cual salen algunos dirigentes políticos que nos quieren negar el derecho democrático a la autodeterminación. En ese cartel se los señala como “enemigos del pueblo” por este motivo. Estos partidos se amparan en la legalidad fascista del Estado para impedir, con represión incluida, que decidamos nuestro futuro como pueblo. ¿Esto no es ser enemigos del pueblo? ¿Cómo podemos denominar amigos o respetar a quienes no respetan nuestros derechos? Defender la verdadera democracia es oponerse a quienes la niegan. Que no duden, aunque quieran asustarnos con campañas de manipulación y represión, que seguiremos señalándolos las veces que sean necesarias. Esto sólo nos da más motivos».
Bueno, ya hemos llegado al punto donde jamás hubieramos debido llegar.
ResponderEliminarYa tenemos enemigos del "pueblo".
Ya hay quien reparte carnets de amigo del pueblo y quien dice quien son los enemigos.
Los enemigos son aquellos que no tienen la misma idea de los amigos, y los amigos son los que tienen el carnet de buen catalán.
Para ser buen catalán es necesario poseer varias cosas, a saber:
1) Ser de la CUP, de Jx SI, de ER o como mínimo de Pdecat.
2) dirigirse siempre en catalán en todas las facetas de la vida
3) Ser del Barcelona FC
4) a ser posible haber nacido de padres catalanes o tener vínculos sanguineos con la tierra.
No tendrán derecho a repartir los carnets de amigos del pueblo más que los que cumplan los requisitos anteriores. Quien no posea el carnet será considerado enemigo del pueblo y colocado en pasquines públicos, para escarnio y rialla del personal.
Quien no cumpla estos requisitos no será tildado de buen catalán porque será enemigo del pueblo.
No será válido que hayas sido de los Socialistas de Cataluña y te hayan roto la cara en la Universidad de Barcelona por pedir una Universidad libre y sin policía franquista, júgandote los cuartos contra los del Sindicato de Estudiantes Universitarios junto a la mejor pedagoga de todos los tiempos (Marta Mata) y al lado de los del Frap.
Sólo podrán imprimir los pasquines quienes tengan aprobados los estudios primarios. Los que tienen algún estudio secundario lo entenderán.
Ya hemos llegado a ese punto. ¿Alguna vez volveremos a la situación normal? A lo peor cuesta varias generaciones. O no volvemos nunca.
ResponderEliminarANÓNIMO:
ResponderEliminarAhora ya lo dudo. Se ha dado el paso que jamás se tendría que haber dado, el de pegar pasquines en las paredes anonimamente , o sea, sin firma de quien lo hace ni responsabilidad de quien lo pega, o con la adquiescencia de los demás repartidores de carnet de buen catalán.
Es otro punto de inflexión.
De ahí al "Wanted" ("Se busca") de las películas del Oeste no hay más que un paso. Y seguramente no haga falta irse al lejano Oeste. En un Oeste mucho más cercano, el País Vasco, sabrán de qué hablamos... ¿Es eso lo que queríamos?
ResponderEliminarEl Tapir
Añado al punto núm.4 de los buenos catalanes a aquellos, que siendo oriundos de otros sitios (tanto del resto de España como extranjeros) hagan los suficientes méritos para hacerse perdonar ese déficit. Es decir, que se distingan por su celo en pertenecer al pueblo elegido. Estoy pensando en G. Rufián, Matthew Tree -o como se escriba-, Patricia Gabancho, etc.
ResponderEliminarTerroríficos pasquines que tarde o temprano habían de aparecer. Esperemos que no prolifere la idea, pero mucho me temo que esto no sea más que el principio.
nvts