Gran Uribe le ha pedido a un carpintero, que había aparecido por casa para otros menesteres, que le desmontara el cajón de una cómoda en busca de unas fotos antiguas que se habían colado por detrás y que no había manera de rescatar.
Pero lo primero que ha aparecido ha sido una vieja postal, enviada en 1983 por un buen amigo que se nos murió un año después en un trágico accidente. Solo tenía treinta y tres años. La emoción de reencontrarlo ha sido grande, porque Juan era alguien muy especial y todo un artista.
Vaya, todo un reencuentro, y por lo que leo y logro discernir, de aquellos de no olvidar.
ResponderEliminarEra guapísimo, pero eso era lo de menos. Lo de más era su forma de ver la vida y su manera de dar un toque original a todo lo que le rodeaba. Siempre nos `preparaba algo en la sala de profes que nos alegraba el día. Era tan divertido.
ResponderEliminarMacondo fue un lugar donde coincidimos unos cuantos, digamos que "bohemios", aunque no era exactamente eso, pero más o menos. El Instituto era enorme y funcionaba estupendamente. Puede parecer sorprendente, pero era así. También hubo momentos malos, verdaderos palos de los que da la vida.
Una etapa de la vida inolvidable. Gracias a Juan y al resto de compañeros que lo hicieron posible. MJ
Sí, MJ, una etapa inolvidable,con toda la ligereza y la alegría que da la juventud, y con el regalo que la vida nos hizo al encontrarnos esos cuantos digamos que bohemios. Juan, con toda su belleza, sensibilidad y gracia nos tenía cautivados, y nos hacía más felices. Sus detalles eran sorprendentes. Como esa postal. AR
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