jueves, 16 de febrero de 2017

"Matrícula de Honor en Patriotismo"

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y ya que hablamos de "Patria" (la novela de Fernando Aramburu), no nos sorprende que Jordi Llovet, otro profesor de la parienta ("doña Perpetua", ya saben), haya metido cuchara, porque aquí de patriotismo andamos más que sobrados. Lo hace al hilo de la polémica que se ha suscitado en torno al artículo de Juan Marsé sobre los premios literarios. Llovet sabe "de qué va esto", como diría Piqué, pero lo sabe porque fue jurado hace años de algunos premios concedidos en Cataluña, a los que califica de "Matrícula de Honor en Patriotismo".

Dice así:

«Una periodista vinculada a este diario publicaba, el pasado sábado, un buen reportaje sobre el destino en el que han ido a parar los premios literarios en lengua castellana. 

El reportaje ofrecía, entre otros, el testimonio de Juan Marsé , Premio Planeta 1978, que se tomó la molestia, el pasado lunes, de explicar con todo detalle los acontecimientos que le llevaron a dimitir como miembro del jurado del mismo premio que él había ganado bastantes años antes. 

Ahora sólo hay que hacer una síntesis general del asunto, que consiste en tres afirmaciones: los premios literarios los suele dar el editor, y no el jurado; los premios se dan a personas que garantizan unas buenas ventas no por la calidad de los libros que presentan los escritores, o que se les han previamente encargado, sino por su notoriedad como personajes públicos, a menudo los medios audiovisuales, y, por fin , cuanto menos dinero se ofrece en un premio literario —como los Anagrama—, más solvente es la elección del ganador y más ajustada a calidad.


María de la Pau Janer, Iñaki Urdangarin y Juan Marsé durante la gala de entrega del Premio Planeta 2005
[premioplaneta.es / elconfidencial.com /granuribe50.blogspot.com.es]
Jordi Llovet
Había, sin embargo, algo en lo que no incidían ni el reportaje ni el artículo de Marsé mencionados. Esto es que en Cataluña las cosas no van de una manera diferente. Ahora podría uno explayarse en el hecho de que se hayan dado varios Premios de Honor de las Letras Catalanas a personas que no son exactamente del campo de las letras y, sobre todo, que estos premios se hayan dado mucho más por la fidelidad de los honrados a la causa catalanista que por los méritos literarios, o del orden que sea, que ostentan los ganadores. Esto, visto al por mayor, determinaría que la mitad de la población catalana quedaría automáticamente excluida de este premio aunque surgiera un nuevo Virgilio, Dante o Goethe federalistas. Tal vez sería mejor llamar a este galardón "Matrícula de Honor en Patriotismo".



Y pasa Jordi LLovet a explicar una desagradable experiencia personal suya, con ocasión de ser jurado del Premi Sant Jordi de Novel·la 1982. Acaba su artículo con esta frase: "un servidor juró solemnemente -ante de una Ilíada , un Tirant lo Blanc y el Quijote - que nunca más formaría parte de un jurado literario en que entren en juego consideraciones políticas o mercantiles por encima de las estrictamente literarias"».

Enlace al artículo de Jordi Llovet (en catalán): Más sobre los premios literarios

1 comentario:

  1. Que conste que lo primero es lo primero. El patriotismo en un concurso literario en Cataluña va por delante de la literatura.

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