martes, 21 de febrero de 2017

El cómic de la chica que se suicidó en Murcia

Bueno, ahora dejémonos de bromitas con el Barça como equipo de acogida y vamos a algo bastante menos festivo. Los dibujos encontrados en un cajón de la casa de Lucía García Menárguez, la chica que se suicidó el 10 de enero en Murcia, casi parecen, por su esquematismo, una especie de storyboard de un futuro cómic, un paso previo habitual y obligado cuando en el instituto encargábamos a los alumnos la realización de un cómic. Casi siempre se hace. En cualquier caso, si ese papel es auténtico, que va a ser que sí, resulta bastante espeluznante.

Nota encontrada en un pupitre del instituto donde estudiaba Lucía 
También se ha encontrado en un pupitre lo que ella llama "Mi cutre nota de suicido".
Aunque todo indica que no se tomaron en su momento las medidas adecuadas, hay que advertir que estos asuntos de presunto acoso escolar son muy difíciles de detectar y confirmar por parte de los profesores, ya que muchas veces se produce fuera de su vista, o al salir del cole y por vía redes sociales y, además, cuando se inicia el expediente, la víctima no quiere reconocer que eso le está ocurriendo (por si acaso) y los acosadores se hacen los buenecitos. Gran Uribe conoció por su trabajo a ese tipo de sujetos, unos hijos de p***. Y cuando ocurre la tragedia, el instituto se quiere lavar las manos para no dañar su prestigio, y la consejería de Educación... tres cuartos de lo mismo.


Leemos en la prensa de hoy:

Lucía García Menárguez
«En la primera viñeta aparece tranquila. “Era una niña muy feliz”, escribió Lucía. En la siguiente reflejó las risas de mofa. Y los insultos: “¡Feas, gordas, tontas!”. Los padres de esta adolescente de 13 años encontraron el cómic en su habitación de la casa de Murcia después de que se suicidara el 10 de enero. Una juez ve indicios de acoso escolar, como ya denunció la familia. Y pide a su instituto que aporte la documentación original del protocolo que se siguió en el caso.

En una hoja, sin fecha y con muñecos esquemáticos, aparecen de su puño y letra todos los fantasmas que rodearon los últimos meses de vida de la joven Lucía García Menárguez. Los “monstruos” que la perseguían, esos que ella contó a su familia que “la insultaban, le pegaban, le daban puñetazos, le clavaban lápices, en el autobús no querían sentarse con ella”, según explicaron a este periódico sus padres al día siguiente del entierro.


El cómic dibujado por Lucía que sus padres encontraron tras su suicidio


En la hoja del cómic, que la policía ha pedido incluir en la causa, aparecen también dibujados el temor y la vergüenza por su cuerpo (“64 kilos, ¿ves? ¡Gorda!”, escribe en el folio junto al dibujo de una chica subida en el peso del baño). 

En el relato gráfico que dibujó en la hoja de un cuaderno, separado en viñetas, la protagonista de papel acaba cayendo de espaldas por un abismo. La Lucía de carne y hueso cayó también en uno que la empujó al suicidio tras las últimas vacaciones de Navidad».



5 comentarios:

  1. Sin palabras.
    Una sociedad idiota y los hijos de esta sociedad idiota han logrado otro éxito.

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  2. Escalofriante.
    El Tapir

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  3. Es difícil detectar las agresiones a un compañero a esas edades, porque los alumnos directamente responsables de ellas disimulan y mienten como bellacos. Pero al menos hay que intentar averiguar qué pasa, no mirar hacia otro lado y llegar hasta el fondo del problema. A ver qué se hace ahora para que hechos así no vuelvan a ocurrir. MJ

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  4. Yo también creo que ya basta de mirar hacia otro lado. Ya basta. Profesores, juntas directivas y directores tienen que implicarse de una vez, y estar alerta. Sin mirar hacia otro lado, y sin excusas.

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