Grotesca la comitiva encabezada por el president de la Generalitat —en plan "Clan de los Heredia" (como diría R. de E.)— dirigiéndose al máximo órgano jurisdiccional de Cataluña para presionarlo; las cínicas y cobardes declaraciones de los implicados —especialmente El Astut—fingiendo desconocer que estaban desacatando y las consecuencias que esa desobediencia pudiera tener y afirmando, además, que todo lo hicieron los voluntarios; también las deprimentes declaraciones de algunos testigos que dicen no acordarse de aspectos que son clave (no es descartable que a alguno de ellos les llueva algún chollete) y que probablemente recuerdan.
Todo inspirado ello en la máxima de El Astut ("Vamos a engañar al Estado"), en fin, un auténtico disparate del que algún día alguien tendría que abochornarse, si es que tuvieran un mínimo de vergüenza que, al parecer, no tienen.
Bueno, dejemos que hable Carreras, que para eso es catedrático de Derecho Constitucional:
«El espectáculo de este lunes en Barcelona fue antidemocrático y grotesco, pero no inesperado.
Entrañable jornada familiar de L´avi Artur con Josep Cuní ('El dia abans'. 8TV) |
La comitiva se dirige a la sede del TSJC [De una foto de ALBERT GARCÍA] |
En definitiva, a la ley y a las sentencias de los tribunales estas autoridades oponen la voluntad del pueblo, naturalmente el pueblo que está de su parte. Cuando hablamos del actual populismo, muchos piensan que todo empezó con Syriza, Podemos, Le Pen y Trump. No es así.
En 1984, ante la amenaza de un proceso judicial que podía llegar a averiguar la actuación de Jordi Pujol en la última fase de Banca Catalana, este se encaramó al balcón de la Generalitat y proclamó que la querella de la fiscalía era, simplemente, un ataque a Cataluña. Ahí se empezó a atacar el Estado de derecho, ante el silencio general de la sociedad y de los partidos catalanes, con la complacencia de los dos grandes partidos españoles: en los años siguientes necesitaban a Pujol para formar Gobiernos».[...]
A los populistas les molestan los controles, los jueces; quieren todo el poder, sin límites. Deberían saber que la democracia no solo consiste en votar sino en votar conforme a la ley. El autócrata cree que solo él puede distinguir lo bueno de lo malo, el demócrata sabe que esta distinción la determinan los representantes del pueblo y, en última instancia, la controlan los tribunales».
Enlace: Contra el Estado de derecho
Ferran Monegal nos comenta con su retranca habitual la entrañable escena familiar de El Astut con Josep Cuní:
Ferran Monegal |
Y mientras estaban allí, por el suelo, esparcidos, le decía Cuní mirando a las niñas: "Todo eso que está pasando, ¿le hace pensar en el futuro de sus nietas? Dentro de 25 años, estas niñas quizá se preguntarán ¿y el abuelo, qué hizo?". Y Mas, esbozando una sonrisa, contestó: "Cuando haces cosas nunca son a gusto de todos. Pero es mejor hacer cosas, que no hacerlas".
Ahh! Qué sesión, qué reportaje, qué docurreality más tierno les ha salido. Se tituló El día abans. Lo emitió el domingo por la noche 8TV. Toda la jornada dominical la pasó Cuní acompañando a Mas. [...]
Sobre lo del martirologio, Mas contestó: «Ni soy un mártir, ni lo quiero ser. Tampoco un héroe». Y sobre pasar triunfalmente por debajo del Arc del Triomf, dijo: «Por ahí pasará nuestro país, ¡y yo acompañandolo!». ¡Ahh! Un remate entusiástico, vibrante, y muy conseguido». [...]
Sigo pensando que el autentico guionista de este espectaculo-teatro-mdeiatico que estamos viendo y viviendo es Maquiavelo,alias Jonqueres. Se frota las manos con alegria. El Astut tiene otro rictus la procesion le va por dentro. Kafkia tot plegat!!
ResponderEliminarEs el fracaso de la democracia. Desgraciadamente europea y mundial.
ResponderEliminarFrancamente, al leer los dos artículos precedentes, me da la impresión de que mis paisanos nacinalistas han perdido todo espíritu crítico y el más elemental sentido del ridículo. ¡Qué pena!
ResponderEliminarEl Tapir
GU, no se me queje Vd., que esta última mascarada le va a proporcionar material de refresco para su blog. El tema lo conoce Vd.de sobra, pero los nuevos matices de esta "performance" añadirán pimienta a sus siempre atinados comentarios.
ResponderEliminarnvts
Siento vergüenza ajena. Pero eso, siendo poco agradable, no es nada comparado con la crispación que han logrado formar.
ResponderEliminarCataluña está decididamente rota en dos partes, guste o no, y eso es imperdonable.
Salut
Y personas que hasta hace poco no contemporizaban con el espectáculo, pues ahora ya abiertamente, sí.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con los dos comentarios de MnsFn2Ms3. MJ
Con los otros comentarios anteriores, también. MJ
EliminarDice Joan Tapia en El Periódico de hoy algo que está en línea con lo que se ha dicho aquí:
ResponderEliminar"Y ahora Puigdemont y Mas se declaran en rebeldía callejera, pero luego Mas recita un cuento chino ante el tribunal: que fue el máximo responsable… pero no desobedeció. Todo fue obra de los voluntarios. No lo criticaré, porque Mas tiene derecho a querer volver a ser president de la Generalitat. Pero es una explícita confesión de que ni él cree que la independencia se toque ya con los dedos. Si así fuese, declararía que desobedeció a conciencia y estaría en óptimas condiciones para disputar la presidencia de la República Catalana».
Sí, algo así dice Xavier Rius, uno de los pocos periodistas imparciales que pululan por aquí: Artur Mas ha desaprovechado la gran oportunidad de su vida de que le dediquen una calle en Barcelona, por ejemplo la Meridiana:
Eliminar"¡Qué grave error! Mas ha desaprovechado la ocasión de rehabilitarse, de salir por la puerta grande, de rehacer su liderazgo. Había suficiente con asumir toda la responsabilidad: 'sí, fui yo, ¿qué pasa?'. Al fin y al cabo no se juega ni siquiera penas de prisión.
Le ha faltado no sólo épica y coraje, sino sobre todo grandeza. Si somos independientes tanto da una sentencia condenatoria y, si no, hubiera demostrado una dignidad tremenda. La Meridiana quizás traería su nombre en el futuro.
En el fondo, todo ello demuestra que Mas no se ha creído nunca la independencia y que lo único que quiere es esquivar una sentencia para volverse a presentar después del paréntesis Puigdemont".