Reír por no llorar.
Nos cuenta el antiguo director de comunicación de la Casa del Rey, Javier Ayuso, en relación con "El pequeño Nicolás":
"La primera vez que oí hablar de Francisco Nicolás Gómez Iglesias fue el pasado mes de agosto. Yo había dejado la Casa del Rey a final de julio (fui director de Comunicación desde marzo de 2012) y estaba en plenas vacaciones cuando recibí una llamada de Jorge Cosmen, máximo ejecutivo de la empresa ALSA, empresario con muy buena reputación y amigo mío. Me llamaba para contarme que había estado comiendo en Ribadeo con un personaje raro que decía que trabajaba para la Casa Real y la vicepresidencia del Gobierno. Era el pequeño Nicolás.
El director general de ALSA (Jorge Comen), un personaje no identificado y "El pequeño Nicolás" esperan a Felipe VI (que no llegó) escogiendo el menú (granuribe50.blogspot.com.es) |
La historia que me contó era de aurora boreal y me dejó inquieto. Cosmen me dijo que un conocido suyo le había pedido recibir a este chico porque él tenía algo importante que contarle, a lo que respondió que estaba de vacaciones y que hasta septiembre no volvía a Madrid. En una llamada posterior, el intermediario le dijo que él podía acercarse a Ribadeo, así que aceptó la entrevista y reservó una mesa en el restaurante San Miguel. La primera sorpresa la recibió un día antes de la cita, cuando Nicolás le llamó para confirmar su asistencia y añadir que iba a asistir al almuerzo una tercera persona; ni más ni menos que el rey Felipe VI. [...]
Mientras Cosmen esperaba a sus invitados, apareció por las calles de Ribadeo un cortejo de tres coches y alguna moto de escolta; dos Audi de alta gama y un BMW “de los más grandes”. Ante la expectación de todo el mundo se abrió la puerta del BMW y bajó un niño con cara inocente, lo que supuso una gran decepción para el pueblo". [...]
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Bueno, la historia continúa y es bastante divertida. Las andanzas de "un petardista" en toda regla, sin duda...
Enlace: Historia de un caradura
Veo que el Pequeño Nicolás tiene algún antecesor que conocemos bien. El modus operandi es parecido, pero este ha picado más alto. Por eso le han pescado antes. El delirio megalomaníaco del sujeto está, por lo visto, muy analizado por psicólogos y psiquiatras. Vaya, que es un caso de libro. Me extraña que se haya introducido con esa facilidad en el "rovell de l´ou": la pinta de capullo ofrece pocas dudas. Pero en estos tiempos de mangancia y piratería generalizadas uno más puede colar, como así ha sido.
ResponderEliminarnvts
Sí, el caballerito no tiene un aspecto muy fiable, pero, al parecer, su aplomo es bárbaro. ¡Algo tiene el agua cuando la bendicen! En cuanto al individuo que está a su lado, el tamaño de sus orejas se ha ido moderando con el tiempo, aunque no su solvencia. ¡Mucho cuidado con él!
EliminarEl Tapir
Yo creo que ese caballero solvente sin identificar que descifra el menú debe de ser el tutor del pequeño Nicolás.
ResponderEliminarNo lo creas! Un buen profesional del petardismo, como el "caballero "solvente", no desvela sus claves a nadie.
EliminarEl Tapir
Si es verdad que ese sujeto (el que escudriña el menú que debe comer Felipe VI) es el tutor y el espejo en que mirarse el pequeño Nicolás, hay que reconocer que, como tantas veces, el alumno supera al maestro.
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