jueves, 13 de noviembre de 2014

David McKay, el arquitecto silencio

McKay siempre fue el hombre silencioso y trabajador del equipo Martorell-Bohigas-McKay; Bohigas, el public relations que conseguía los encargos; en cuanto a Martorell, no se sabe. Juntos hicieron unos proyectos estupendos, equilibrados, de cuando la arquitectura era arquitectura y no espectáculo.
Beth Galí, Uribe cree que novia de Bohigas, hace su semblanza. Dice así:

50 años separan estas imágenes
«El arquitecto irlandés David Mackay (Eastbourne, Sussex 1933), uno de los padres de la Villa Olímpica de Barcelona, junto a Oriol Bohigas y Josep Martorell, que transformó el litoral barcelonés de cara a los juegos de 1992, ha fallecido este miércoles a los 81 años. David Mackay no lo tuvo fácil. Fue el arquitecto silencioso del despacho MBM arquitectes (Martorell, Bohigas, Mackay) (Mackay, Bohigas, Martorell) desde que, después de unos años trabajando como joven ayudante, se integró plenamente al equipo en el año 1962.

Su definitivo establecimiento en Barcelona tres años antes, estuvo precedido por una compleja amalgama de países, de ciudades, de lenguas y escuelas, por las que transitó siendo niño, que le daban aquel aire ligeramente cosmopolita. En realidad, decía a menudo, no acababa de sentirse de ninguna nación, no estaba llamado por ningún sentimiento nacionalista. Una afirmación que, los que tuvimos la suerte de conocerlo, entendíamos que no estaba solo motivada por su cosmopolitismo sino por su convencimiento moral».[...]


2 comentarios:

  1. Siempre me pregunté qué hacía David Mckay en el equipo MBM, en qué trabajaba. Luego, escribió varios libros de arquitectura que confirmaban la cultura arquitectónica que se suponía debía tener un integrante de MBM. Sin ningún dato para corroborarlo, yo suponía que Bohigas daba la cara pública, también como crítico de arquitectura con un importante bagaje de publicaciones, y Martorell y Mckay estaban más sobre el tablero de dibujo. En fin, alguno de ellos debía dedicarse a proyectar -unos proyectos que por otra parte estaban siempre muy trabajados-, porque de no ser así, no se entendería el elevado volumen de trabajo y la excelencia alcanzada en la mayoría de sus obras. David Mckay, "el arquitecto silencioso" de MBM, descansa en paz.
    El Tapir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también me lo preguntaba, señor Tapir. Bohigas era el que charlaba y vendía el producto, Martorell debía de hacer los números y McKay es de suponer que era el que se sentaba ante el tablero de dibujo.
      Gran Uribe siempre identificó a ese equipo con Bohigas. Él era el que daba clases en la Escuela de Arquitectura, intervenía en debates, escribía libros y artículos de prensa, etc. Además... era "progre", aspecto muy importante. Existía en esa escuela la leyenda urbana de que nuestro hombre (Bohigas) iba con un super "Mercedes-Benz", lo aparcaba en Calvo Sotelo (hoy Francesc Macià) y allí cogía una pequeña Vespa para llegar a la universidad, no fuera el caso de que ciertos sujetos (modelo Quetglas y Cía, creo que usted ya sabe de qué hablamos) le echaran en cara poseer semejante "carroza". Hoy, desde luego, no hubiera podido aparcar la "carroza" en ese lugar, pero eran los tiempos. ¿Qué había de cierto en todo eso? En fin, es la historia, hermano...

      Eliminar