Por seguir con Rufián, veamos qué dicen de él los animosos (y valientes) blogueros de DC:
«Sus compañeros de ERC lo llaman “el Catalan Psycho” porque es bipolar: discursea en público y repite frases de autoayuda con su vocecilla de corderito Norit, pero a puerta cerrada se lía a puñetazos con los de su partido por un sillón. Dice que sus padres son de Jaén, él de Santa Coloma, pero todos han nacido en Barcelona. Habla en castellano ante las cámaras pero (dice) en catalán en casa y en el partido. Gabriel Rufián subió a la tribuna vestido de Raphael: había que celebrar los 10.562€/mes que nos cobra por insultar a sus abuelos sentado en un escaño.
Y miren lo que le pasó al pobre Rufi:
Zasca, Rufià. És que el Congrés no és TV3 o Catalunya Ràdio. No es un chiringuito del prusés, un bar para carajilleros llepasubvens, un simposio de autoauyuda o un aplec de l’ANC. Ya te irás enterando».
Su intervención no nos ha sorprendido en absoluto, ya le conocíamos. Pero allí, han quedado prendados, como Pérez-Reverte. MJ
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