lunes, 16 de marzo de 2015

Notas sobre la arquitectura ibicenca

Notas sobre la arquitectura ibicenca

Un artículo sobre la arquitectura ibicenca del incansable Miguel Ángel González, aparecido ayer en El Diario de Ibiza. De esa arquitectura cada vez queda menos, y la que queda está tergiversada, pero lo que hubo húbolo, y quien tuvo retuvo.

Miguel Ángel González«La arquitectura autóctona ibicenca ofrece serenidad, dignidad y orden. Partiendo de un cuerpo cúbico que se repite como unidad constructiva básica, las formas de las casas son siempre distintas porque responden a las necesidades concretas de sus habitantes y al condicionamiento topográfico del suelo en que se asientan. El resultado sorprende porque, a pesar de la reiteración de aquel módulo ortogonal, la individuación es absoluta y el repertorio de sus formas inagotable. Todas las viviendas tienen un inequívoco aire de familia y, sin embargo, no existen dos casas iguales.
Y aunque la categórica definición de sus volúmenes y su luminoso enjalbiego resaltan vigorosamente en el paisaje, que es verde por sus omnipresentes coníferas y rojo por sus tierras, la casa mantiene una inequívoca armonía con su entorno.

Rincón de Santa Eulalia / Joaquím Gomis
»Desde el punto de vista estrictamente arquitectónico, la estructura de la vivienda ibicenca se generaba dinámicamente con una rica configuración de cubos blancos, adosados o superpuestos, que se iban añadiendo de forma natural como respuesta a las exigencias de sus habitantes. Pero con la particularidad de que las diferentes volumetrías de aquellos módulos, ajustados en tamaños y alturas a su función, conformaban un conjunto –es casament o ses cases– que, sin perder la unidad de escala, creaban un todo armónico y unitario. Un detalle curioso de esta arquitectura es que la repetición del módulo cúbico que aparentemente tendría que desembocar en una edilicia de formas reiterativas –incluso anodinas– consigue todo lo contrario, por las diferentes volumetrías de aquellos módulos que conforman una estructura dinámica y una vibración que rompe la uniformidad y el estatismo de la masa. La repetición deja paso a la diversidad. Una geometría simple crea así una estructura final compleja y de expresivos diseños, en los que la libertad individual del constructor se manifiesta con espontaneidad, sin destruir la unidad del conjunto. Y el resultado es una arquitectura vigorosa, serena y de categórica definición».[...]




No hay comentarios:

Publicar un comentario