martes, 10 de marzo de 2015

El vídeo de Monago

Este Monago lo mejor que podría hacer es meterse en sus asuntos —que bastante tiene—y dejar a los demás tranquilos. Por cierto, ya puede dar gracias de que se haya medio olvidado lo de sus viajecitos "de trabajo" a Canarias a ver una una chavala aprovechando su tarjeta de senador.
En Andalucía están muy enfadados, pero también en Extremadura. Además, estamos en pleno período electoral y no está el horno para bollos. Como se verá la cosa ha llegado incluso a Lorca (Murcia), aunque de eso hablamos luego. ¡Qué país!
Un carta al director de una extremeña expresa ese mosqueo. Se titula El vídeo de Monago

José Antonio Monago «Ay, qué vergüenza más grande, qué apuro, que los extremeños tengamos que ver ese vídeo soez, paleto, burdo, irritante e innecesario con el que el señor Monago se burla de los andaluces desempleados, que bastante tienen. Lo mismo que nuestros paisanos, que también están muchos en paro, lo estamos viendo. Lo de hacer estas comparaciones, estas carrerillas entre comunidades autónomas a ver quién gana, quién llega antes, quién tiene más poetas, mejores pintores, más artistas, es prescindible, porque ya nos bombardean con estadísticas a diario. Además, la gente está muy viajada; sí, los extremeños también, y los andaluces, y no necesitan que un vídeo sonrojante les diga la realidad que hay a un lado y otro de la frontera que compartimos con una comunidad hermana. Las personas sufren igual cuando no tienen empleo, gobierne quien gobierne, aquí y allá. Así que, a los que sufren en Extremadura por esa causa, que son unos cuantos, hay que ahorrarles, por lo menos, la vergüenza de ese espanto audiovisual.

El señor Monago debería dejar de poner palos en las ruedas a sus compañeros de partido en Andalucía, que cada vez que hay una convocatoria electoral en esa comunidad al candidato le sale algún colega del PP en el resto de España que le roba unos cuantos votos. ¿Saben cómo les llaman los andaluces a esos que hablan o cuentan sin tino? “Bocachanclas”».
Celia M. Breña.


¡Ah!, lo de Lorca, lugar donde más vale no tocar a su Virgen del Paso Blanco; Uribe lo sabe con fundamento. Sucede muy brevemente (en el minuto 0.15 del vídeo, al tiempo que llaman "capillitas" a los andaluces), un visto y no visto pero a los lorquinos no les ha pasado por alto, sobre todo a los socialistas. Dice así el diario La Verdad:

La Virgen de la Amargura de Lorca"El partido Alternativa Socialista de Lorca reclamó ayer al presidente de Extremadura, José Antonio Monago, del PP, que pida disculpas a los lorquinos por haber incluido la imagen de la Virgen de la Amargura de una cofradía de esta ciudad, en el vídeo electoral 'Dos sures' en el que se compara en tono jocoso a andaluces y extremeños. 
 La imagen de la Virgen de la Amargura del Paso Blanco en su trono durante la Semana Santa aparece en un fotograma del vídeo electoral mientras un personaje de dibujos animados llamado Curro describe a los andaluces con la expresión «capillitas». 
El secretario general de Alternativa Socialista, Daniel Martínez Fajardo, lamentó ayer «que se haya utilizado un símbolo tan sensible para los lorquinos para mofarse en un vídeo jocoso y con clara intencionalidad política»".


5 comentarios:

  1. Pobres extremeños tener que soportar el vídeo horrible de un energúmeno semejante.

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  2. Un señoritingo de la peor especie, porque de señor nada. Corrupto, y encima hortera. No le da vergüenza porque no la tiene. Al ver ese espantoso vídeo sentimos eso que hemos dado en llamar vergüenza ajena.

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  3. Vergüenza ajena, esa es la sensación que produce. Me imagino que muchos extremeños que en su momento votaron a este impresentable sujeto se deben estar arrepintiendo. Demasiado tarde, amigos, otra vez habrá que pensarlo mejor...
    El Tapir

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  4. Lamentable ese tipejo. Nunca me gustó su populismo (con lo del casco de bombero y todo eso), pero ahora después de sus viajecitos a cuerpo de virrey y ese absurdo vídeo electoral ha tocado fondo ya del todo.
    Hay peperos extremeños, andaluces y murcianos muy rebotados. ¡Menudo éxito! Por mí que se vaya a tomar viento.

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