Es un sujeto que fue muy incomprendido cuando decidió "hacer butifarra", coger los bártulos y marchar a Madrid, donde contactó con Sabina, Krahe —buena gente— y se puso a cantar boleros (bastante mal, por cierto). Ahora está ya en un momento de serenidad y ve las cosas con un distanciamiento absoluto, como quien mira por la ventana, cosa que hace con frecuencia. Pero el hombre ha tenido ánimo suficiente como para sacar nuevo disco (ya hace falta valor para eso) y, con ese motivo, responde a unas preguntas que le hace Luis Hidalgo en una buena entrevista. Seleccionamos un trozo:
P: Sin planes de futuro.....
R: En efecto, estoy pensando
qué hacer. Y me es igual, estoy tranquilo y seguro, a gusto conmigo mismo, como
no me había encontrado jamás. Estoy incluso punky, ¿y si no hay futuro? pues me
es igual. Y si hay, ya llegará.
P: ¿No se siente como un
eremita?
R: Un poco sí, sí, pero me es
igual. Ahora puedo estar horas mirando por la ventana y no me provoca desazón,
no tengo necesidad de buscar cosas fuera… estoy viviendo un momento dulce.
P: ¿Alguien le había explicado
que hacerse mayor podía ser eso?
R: No, ni puta idea. Pero sé
que la vida es un temporal que sacude la mísera barquichuela que tú pilotas
creyendo poner proa a la Arcadia. Ahora sé que lo importante es no naufragar.
Ya ni hablo de política, y no voto porque no sé a quién hacerlo.
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P: Pero se apea en un momento
interesante, pasan cosas hace unos años impensables. Se habla de copas
menstruales, una alcaldesa quiere poner coto al turismo, hay utopías en
marcha……
R: La revolución siempre es
posible y siempre es imposible. Igual de aquí a tres años explota una
revolución inesperada. Ahora sabemos que no sabemos qué puede pasar. Cuando era
joven soñaba con que pasasen una serie de cosas, ahora ni sueño nada ni nada
espero.
Jaume Sisa en su casa / JOAN SANCHEZ |
P: ¿No será que la realidad ha
sobrepasado sus delirios?
R: No, toda esta reciente
política me produce ternura, porque veo que son gestos, no realidades. En el
fondo estas proclamas no cambian la realidad. Barcelona es una ciudad devorada
por el turismo y lo será cada día más y los revolucionarios de la CUP son como
pastorets, no tienen ni la decisión de salir a la calle a hacer un acto de
fuerza, cosa que los anarquistas de los años 30 sí hicieron.
P: Igual es que el marco ha
cambiado. Antes había esperanza, existía el futuro... hoy hay parlamentos, pero
se puede trabajar y ser pobre a la vez. Igual no se puede hacer política como
antes.
R: Es lógico que cuando nada
hay la esperanza sea máxima. Puede que vayamos hacia atrás, pero partimos de un
cierto nivel. Ahora un pobre puede tener una pantalla de plasma, móvil y coche,
pero yo, que soy de familia humilde, no recuerdo tener nada en casa y toda la
sociedad era pobre, y si nos situamos en los años 30 aún había más pobreza. Los
obreros trabajaban 12 o 14 horas y eran pobres. Todos estos de la CUP y del 15
M me parecen gente bien intencionada, pequeños burgueses que no han pasado
hambre, personas con formación.
P: Materialmente hacia
adelante, espiritualmente hacia atrás.
R: No hemos avanzado nada,
sólo oigo discursos vacíos, tópicos demagógicos… y se compran esos discursos
sin saber cuánto cuestan. La independencia, por ejemplo, nadie dice lo que nos
costará y encima nadie lo pregunta. Los catalanes sabemos que todo tiene un
precio. Ningún catalán se embarcaría individualmente en un viaje sin preguntar
cuándo llegará, y si el desayuno está incluido y el taxi pagado……Es muy curiosa
esta dicotomía entre el catalán pragmático y el súper ego social catalán
independentista propio de “lo queremos todo”. Hay tres formas de pagar el
viaje, y ninguna de ellas es del agrado del catalán: que le toquen la cartera,
que le toquen la cara o que le toquen el Barça.
P: ¿Y por qué cree que ha
cuajado, por lo ilusionante de su sentido poético?
R: Exactamente, la
independencia se ha convertido en una idea poética. La poesía llena los huecos
de la realidad ordinaria y ayuda a sobrellevarla, pero en Catalunya se habla
desde la poesía de la realidad ordinaria, que tiene otras leyes que se han de
considerar. Un cantautor puede prometer la luna, un político no, y si lo hace,
engaña. Los políticos nos han ocupado el espacio poético. ¿Por qué una gran
parte del pueblo catalán ha comprado esta idea sabiendo que es imposible? Sin
una guerra o una revolución esto de la independencia no es posible.
P: ¿No se desobedecerá?
R: No. Bueno, alguno sí lo
hará, y cuando le caiga la primera hostia, todo el mundo a comer a casa y a la
cama pronto que mañana abrimos la botiga. ¿Quiénes son nuestros héroes?: el sr. Esteve, el mossèn y el caganer... ¿se puede ir con esto a algún lugar? Por contra
¿qué héroes tiene España?, un loco que fue por ahí queriendo cambiar el mundo
llamado Quijote. El sr. Esteve no salió de su tienda. España ha ido sin
contemplaciones: si se ha tenido que expulsar judíos, matar moros y aniquilar
indios, se ha hecho. En cambio aquí no, somos pacíficos y democráticos, aquí
sangre no. La violencia nos repugna, y con razón, pero si lo que de verdad nos
gusta es la “botiga”, la parcela y la parroquia, no nos quejemos, somos lo que
somos y nos dan por el saco. Tomemos las armas, hagamos la guerra y si hemos de
morir muramos, pero esto no nos sale hacerlo.
"...los revolucionarios de la CUP son como pastorets, no tienen ni la decisión de salir a la calle a hacer un acto de fuerza, cosa que los anarquistas de los años 30 sí hicieron...."
ResponderEliminarTiene su explicación. Los revolucionarios de la CNT/FAI no tenían nada que perder.
Eran asalariados. Jornaleros que trabajaban al coste diario, triados por la patronal a dedo y al día.
Estos apesebrados, los de la CUP, están subvencionados por un cargo público, con 4 años de prebendas y a la espera, si se portan bien, de la puerta giratoria. ¿ A visto ud. a nuestro congresista David Fernandez ?, el mismo que se queja de las tropelías del Pujol y el mismo que le aparta la silla y se las acomoda y les va a buscar a la puerta para acompañarles a la sala para que se siente cuando la comparecencias de estos a la comisión de no se que. Pues a eso me refiero.
Son el oximorón, los que hacen un sistema del antisistema.
salut
O cuando con cara de "aquí estamos unos cuantos héroes" queman la foto del rey (no me gustan las monarquías, pero la hilera de CUPeros quedaba un tanto ridícula). Para las tonterías, sí, parece que digan a ver qué tendencia seguimos, que si quitar a Colón, que si abrimos los ayuntamientos el 6 de diciembre .... (acompañados por personas de otros partidos)...... Mientras que su intervención en cosas serias realmente nuevas y revolucionarias es dudosa. Debe de ser que en eso consiste el ser antisistema. MJ
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