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30 de junio de 1991
[granuribe50] |
Tenía su cajita de pinturas al óleo y pintaba siempre que podía, incansable, ya fuera en Hostalets, en Barcelona o en Pinós, sus cuadros con flores o con paisajes, siempre temas luminosos y alegres, como era ella. Han pasado dieciocho años y Gran Uribe casi no hay ningún día en que no tenga un momento para recordar a Patiña y la noche en que se nos fue...
Los recuerdos son lo único que nos queda de las personas queridas. No es poco, si estos son cotidianos.
ResponderEliminarSiempre, siempre, siempre, todos los días en nuestro recuerdo. Lo mejor que tuvimos se nos fue hace ya dieciocho años. Desde la cuna nos enseñó a mirar a nuestro alrededor, saborear lo que no tiene precio, las cosas pequeñas, los colores de los días, de las estaciones, de los sitios, de cualquier sitio, el gusto por disfrutar a tope el momento y vivir como una aventura cualquier experiencia por nimia que pareciera vista desde fuera. Su ternura, modestia, sentido del humor y bondad sin dobleces fueron el caldo de cultivo en el que crecimos. Nunca se lo agradeceremos bastante.
ResponderEliminarTu hermana
Pues sí, mi hermana lo ha dicho todo. Nada que añadir...
EliminarAsí es, hermana, en sólo cuatro líneas no se pueden decir más cosas y mejor dichas. Y preciosa y entrañable foto la escogida por GU para recordarla.
ResponderEliminarEl Tapir