Días lluviosos bastante tristones en Barcelona y hoy se dice que ha nevado un poco en el Tibidabo. Son días que le recuerdan a G.U a los que retrataba Pisarro (1830-1903) en el invierno parisino. Toda su vida había pintado "
au plein air" paisajes campestres, pero tuvo que abandonar esos temas al agravarse la enfermedad ocular que tenía, por lo que se trasladó a París buscando tratamiento. En esta ciudad se dedicó a pintar desde ventanas elevadas y, por tanto, con un punto de vista y línea de horizonte altos, las calles rectilíneas que diseñara el barón Haussmann. La Avenue de l´Opéra y la Rue St. Honoré fueron sus favoritas.
Son cuadros que siempre gustaron mucho a un servidor de ustedes por su perspectiva lineal y aérea, la atmósfera y el uso del color. Pues bien, su afición ha revivido a raíz de la exposición de Thyssen. Lástima que allí solo hubiera una obra de Pisarro, la de la derecha —la Rue de St. Honoré—, captada por el modesto teléfono 'celular' de G.U.; los otros tres cuadros son de l´Avenue de l´Opéra, no pertenecen a la baronesa Tita Cervera y han sido obtenidos a través de Google.
De lo mejorcito de este autor.
ResponderEliminarCreo que son bellísimos....
Gracias por estas entradas que serenan el ánimo, algo imprescindible en estos momentos.
ResponderEliminarEn los paisajes parisinos de Camille Pissarro me parece que todos los elementos estén en el lugar que les corresponde y que no falte ni sobre ninguno. Las calles reflejan la vida de una gran ciudad difícilmente superable. Son unos cuadros preciosos, aunque el que más me gusta es la Rue St. Honoré. Es el que yo conocía. MJ