Una "apacible" sesión de TV

Rahola y Marhuenda en la tele de casa de Gran Uribe

Defraudadores, mangantes de todo género, extorsionadores varios (como un sujeto calvo de barba de profeta apellidado Garganté), Manos Limpias y Manos Sucias, una abogadilla rellenita de apellido Negrete, politiquillos de medio pelo diciendo siempre las mismas cosas, todos ellos rasgándose aparatosamente las vestiduras por un motivo u otro. Y por si fuera poco... aguantar a todas horas a los tertulianos de plantilla. Entre estos últimos, destacan básicamente dos a los que Gran Uribe tiene especialmente atravesados y que curiosamente han recibido homenaje por parte de los cuerpos policiales: "La peixetera del Règim" (no, mal pensados, no me lapiden ustedes, no se trata de Colau, sino de Rahola y la llama así Salvador Sostres, Azúa lo hace de la otra) y ese insoportable y displicente gordezuelo de voz de flautín apellidado Marhuenda, que resulta que sale siempre en La Sexta porque parece ser que la empresa de La Razón...  ¡tiene acciones en esa cadena! Vivir para ver.

Bueno, ya ven ustedes, pacientes seguidores de este sufrido y televidente bloguero: la sesión de Gran Uribe delante de la tele no resulta para nada envidiable, con esta nueva suerte de telebasura que nos ha caído encima, por si no tuviéramos ya bastante con Jorge Javier Vázquez y su pandilla, con GH, etc. Y luego habrá quien lo acuse a uno de pasarse la vida viajando: ¡qué más quisiera! Pero dejemos que el infatigable Ramón de España (también tiene su mérito ese tipo, aunque él cobra algo a cambio, es de suponer) nos cuente lo de Marhuenda y Rahola en su "Manicomio catalán".

[...] «El gran Paco Marhuenda ya es comisario honorífico de la Policía Nacional. La pregunta es: ¿y qué hará ahora nuestro hombre con tan necesario documento? ¿Detener a Empar Moliner por quemar un ejemplar de la Constitución en TV3, haciendo felices a los que le pagan su generoso sueldo de Graciosilla Oficial del Régimen? ¿Sacar la placa en plena tertulia de La Sexta y arrestar a todos los allí presentes porque no le basta con manifestar su disgusto y su aburrimiento con los habituales resoplidos, exabruptos y aspavientos? ¿Detener en las barras de los bares a todos los que hablen mal de su querido Mariano? ¿Obligar a ducharse a las chicas de la CUP? ¿Atropellar podemitas al volante de su 'Pacomobile'?
Yo creo que lo que más ilusión le haría sería detener a Pilar Rahola, quien le puso en fuga hace un tiempo de una radio catalana con sus berridos, sus insultos, sus groserías y su impresionante arsenal de inconveniencias. Lo malo es que ahí se nos plantea un problema de competencias y, tal como está el patio, una más que probable crisis diplomática: no olvidemos que hace unos años, Rahola fue nombrada mossa d'esquadra honorífica por las máximas autoridades del cuerpo. De todos modos, merece la pena intentarlo: yo me los imagino a los dos, blandiendo cada uno su respectiva placa ful, y se apodera de mí una hilaridad incontenible».

Enlace: El comisario Marhuenda